Liga Santander: Barcelona 1 - Espanyol 0

El Barcelona vuelve a las andadas

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El Barcelona hizo un partido ramplón ante el Espanyol.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona ha vuelto a las andadas. Los culés sacaron adelante un partido flojo en el que un solitario tanto de Luis Suárez decantó un duelo no exento de VAR y de polémica. Ansu Fati fue expulsado en el minuto 49 por una entrada dura y tres minutos después Pol Lozano seguiría su camino con otra roja directa que terminó por definir un choque de bajo octanaje.

Los culés, que siguen en la lucha por el título, volvieron a presentar su versión ramplona de la época Setién llegando el equipo visitante a tirar más a puerta que los azulgrana. El chispazo de Suárez resolvió un derbi que no se va a celebrar en Liga la próxima temporada porque el Barça se lleva el premio de consolación de descender al equipo rival de su ciudad.

El partido comenzó con los culés en modo ahorro de energía. El Espanyol, muy bien armado con cinco centrales, conseguía cortocircuitar a un Barça que quería ganar andando y que se encontró con una oposición muy férrea. Al final un derbi es un derbi y no se gana con el simple escudo por muy mal que estén los pericos en la clasificación.

El Espanyol, lejos de estar arrinconado, amenazó a la contra y de qué manera a los azulgrana. Embarba tuvo un mano a mano que Ter Stegen sacó como si fuese un portero de balonmano con un disparo escorado a quemarropa. Al Barça ese susto no le modificó el plan.

Los pupilos de Setién siguieron andando y andando intentando encontrar un gol que no iba a ser fácil. Messi tampoco estaba inspirado ni con las faltas a su medida, mientras que Suárez y Griezmann no hallaban los espacios que encontraron el domingo frente al Villarreal. Los cinco defensas visitantes se les habían atragantado definitivamente.

Por si fuera poco, el Espanyol, con Raúl de Tomas en plan islote, sacaba petróleo de todo lo que hacía su delantero. El ariete creó la más clara de la primera mitad al borde del descanso dándole un balón al hueco a Didac que Lenglet casi mete en propia meta. El rechace lo mandó al poste el protagonista del centro evidenciando que los culés alcanzaban el descanso con una sonrisa por haberse salvado de que saltase la sorpresa.

Carrusel de expulsiones

El descanso hizo que Setién pensase en su opción más ofensiva para intentar abrir la defensa de cinco del Espanyol. El técnico metió a Ansu Fati y la perla culé cometió una auténtica imprudencia a los tres minutos de estar en el campo haciendo una entrada de roja a Calero tras darle con los tacos cerca de la rodilla.

Tras revisarlo en el VAR, Munuera Montero no tuvo más remedio que expulsarle mientras Piqué le aplaudía a dos metros. El central culé se libró de la amonestación y quizá ese comportamiento puede explicar lo que el canterano perico Pol Lozano hizo en la siguiente jugada. El centrocampista emuló a Ansu Fati con otra entrada criminal sobre Piqué siendo expulsado durándole al Espanyol la superioridad numérica dos minutos.

Los culés, que ya habían desactivado el modo ahorro, encontraron rápidamente el premio a su aumento de intensidad. Jordi Alba puso un balón al desmarque de Griezmann, el francés cedió de tacón a Messi dando su disparo en un defensa y el rechace cayó en las botas de un Suárez que se encontró sólo en el área pequeña batiendo a Diego López.

El Barça empezó a hacer posesiones de cinco minutos caminando ante un Espanyol que estaba desubicado con 10 y encerrado en su campo sin importarle que el Barça jugase un rondo. Messi tuvo una a 20 minutos del final con una tremenda volea de genio que paró Diego López con grandes reflejos.

El partido entró en una nueva fase en los minutos finales con el Espanyol marchándose al ataque sin nada que perder. De Tomás vendió su cartel de delantero de Primera, al tiempo que Piqué se afanaba en achicar aguas con múltiples balones colgados al área culé. Tan negro lo vio Setién que metió en el descuento a un central como Araujo para cerrar un resultado que les permite seguir en la lucha por el campeonato, pero que supuso una auténtica decepción en el juego exhibido.

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