La autodestrucción del baloncesto de clubes español
El baloncesto español se encuentra en un momento crucial para su futuro. La Asociación de Baloncestistas Profesionales ha convocado a sus inscritos a realizar huelga la próxima semana coincidiendo con el evento cumbre de la temporada en la ACB: la Copa del Rey. Las reuniones en la sede del CSD entre los representantes de la patronal y la competición no han llegado a ningún punto de encuentro con el dinero destino al fondo social de jugadores como principal punto de discordia.
Alfonso Reyes, presidente de la patronal, está dispuesto a llegar a este extremo –no hay huelga desde 1992– y afirma que los jugadores le apoyan, hartos del calendario y de tantos conflictos internos. El fondo de la cuestión es el órdago que la ABP ha lanzado contra una ACB que sigue sin presidente tras el despido de Francisco Roca el pasado verano y qué instituciones saldrán beneficiadas por este conflicto.
En el hipotético escenario de que los jugadores secundasen la huelga –algo que está por ver–, más de 2.000 aficionados que tenían previsto viajar a la Copa del Rey de Gran Canaria se quedarían sin poder disfrutar del único evento en el que la ACB se gana el foco mediático durante un fin de semana. El cisma que se montaría en torno a la liga ACB sería considerable, al igual que el daño irreparable para su imagen.
Algunos expertos consultados por OKDIARIO, afirman que ven imposible que se produzca la huelga. «Si los jugadores se han puesto del lado de los clubes cuando este año las selecciones podían llamarles, qué no harán ahora», asegura un alto directivo. «Hay incluso jugadores que han renunciado a la selección por contentar a su club. No es sostenible el órdago que lanzan ahora desde la ABP», añade. ¿Se imaginan un enfrentamiento entre los hermanos Reyes? Cualquier escenario es posible.
En este río revuelto, la Euroliga emerge como el gran beneficiario de todo el conflicto. La máxima competición continental, viendo a la ACB débil, intentará imponer la reducción de equipos que tanto tiempo lleva exigiendo en la competición doméstica. Será eso o la salida del Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Unicaja de la liga española.
Y en medio de todo este revuelo se encuentran el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Baloncesto mirando para otro lado y sin muchas ganas de resolver el conflicto. Lete está dejando sobradas muestras de que el baloncesto no es el deporte que mejor se le da en los despachos, pese a que lo practicó profesionalmente. Mientras que la FEB continúa en un declive imparable perdiendo influencia a nivel estatal e internacional. Su guerra abierta con el CSD no ayuda a solucionar el conflicto. El baloncesto español es la definición de reino de Taifas del siglo XXI.