Con la cesión de Lenglet

El Atlético de Madrid vuelve a salvar al Barcelona

El Atlético vuelve a acudir al rescate del Barcelona llevándose a Lenglet, que ha sido clave para inscribir a Olmo

El Barça no habría cumplido con las exigencias de la Liga sin las salidas de Suárez, Griezmann o Depay al club rojiblanco

La triquiñuela del Barcelona da resultado: Olmo acude al rescate para remontar al Rayo

Atlético de Madrid, Barcelona, Lenglet
Clement Lenglet, junto a Enrique Cerezo, en su presentación como jugador del Atlético. (EFE)
Hugo Carrasco

El Atlético de Madrid ha vuelto a hacer un favor al Barcelona. El club rojiblanco, que se presenta como uno de los máximos rivales tanto de los culés como del Real Madrid, ha accedido a fichar en calidad de cedido a Clement Lenglet, lo que ha permitido al club dirigido por Laporta descargar masa salarial, acercarse a la regla del 1:1 y facilitar la inscripción de Dani Olmo. Algo que se está convirtiendo en habitual, ya que en los últimos veranos, el equipo del Metropolitano ha acudido al rescate de un Barça ahogado por el fair-play y por las deudas.

En las últimas temporadas, el Atlético se ha mostrado como una tabla de salvación para los azulgranas. Joan Laporta ha encontrado en la directiva rojiblanca a un aliado, a pesar de que compiten, a priori, por los mismos objetivos. Más aún este curso, en el que los refuerzos colchoneros en el mercado les obligan a pelear por títulos.

El Barcelona no encontraba esta temporada salida a Lenglet, que llegaba tras su cesión en el Tottenham, hasta que apareció en escena el Atlético. El club se hizo con los servicios del francés en calidad de cedido, ahorrando buena parte de la ficha al Barça y permitiéndoles acercarse a la inscripción de Dani Olmo.

Pero esa inestimable ayuda ha sido habitual últimamente. Los intercambios entre ambos conjuntos han marcado las últimas ventanas estivales en el fútbol español. Sin ir más lejos, el pasado curso, cuando el Barcelona necesitaba cerrar la llegada de un hombre de ataque y no había opción de pagar por uno, le pusieron en bandeja a Joao Félix, que llegó a la Ciudad Condal como cedido por una temporada y que, además, marcó ante los rojiblancos tanto en la primera vuelta de Liga como en la segunda.

El Atlético, al rescate del Barcelona

Desde que el Barcelona entrara en una situación crítica, tras la pandemia, por el descenso radical de ingresos y las altas fichas salariales de sus jugadores, siempre ha habido una tónica que se ha repetido en cada temporada: que alguno de sus futbolistas acabara en el Atlético. Sucedió en la 20-21, en la 21-22 y en la 22-23.

En el verano de la pandemia, el Barça necesitaba reducir de forma drástica su masa salarial y lo que lograron fue mandar a uno de sus jugadores mejor pagados al Atlético de Madrid. Fue Luis Suárez, que además de su suculento sueldo, permitió al club culé sacar una cantidad cercana a los 10 millones de euros por su traspaso y, sobre todo, ahorrarse una suculenta suma en concepto de salario que se acercaba a los 30 millones brutos por año.

Una temporada después, el que haría las maletas al Metropolitano sería Antoine Griezmann. En este caso, la salida era necesaria, aunque generaba enormes pérdidas, puesto que el delantero había llegado dos temporadas antes a cambio de 120 millones de los que quedaban por amortizar buena parte. Se marchaba por 10 millones en concepto de cesión. Pese a ello, su marcha generó al club un ahorro salarial similar a la salida del uruguayo un verano antes y permitió la llegada de Kun Agüero, Eric García, Luuk de Jong o Depay.

Plusvalías y ahorro con Depay y Lenglet

Precisamente, sería Memphis Depay el siguiente en ser repescado por el Atlético. De nuevo, el equipo de la capital acudía al rescate y daba un ligero respiro al Barça en sus cuentas. En enero de 2023, el neerlandés llegaba al Metropolitano por tres millones de euros, dejándolos íntegros en plusvalía, puesto que había firmado por los barcelonistas como agente libre, y descargaba una cantidad cercana de 10 millones de euros brutos por temporada en concepto de sueldo.

A eso se había sumado el segundo año de cesión de Griezmann. El acuerdo era por dos temporadas a razón de 10 millones cada una. Había una compra obligatoria en caso de que disputase más de la mitad de los minutos en ambas campañas, por lo que el Atlético presionó al máximo –dejándole jugar sólo media hora– para evitar pagar esa cantidad de 40 millones. Consiguieron cerrar un acuerdo por 20 millones, que se hicieron efectivos el verano pasado.

Por último, esta temporada, la directiva rojiblanca ha vuelto a salvarle los muebles a los azulgranas. Dani Olmo ha podido ser inscrito gracias a los tres millones que deja la supuesta baja de larga duración de Christensen. Sin embargo, sin la salida de Lenglet al Atlético, que ha permitido al Barça ahorrarse parte de los 16 millones brutos de su ficha, la triquiñuela utilizada por los barcelonistas no hubiera servido para darle de alta en Liga.

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