El Atlético llega vivo al Metropolitano
Cae en San Siro ante un Inter superior en la segunda parte
El Atlético sólo reaccionó cuando se vio con el marcador en contra
Ni un solo disparo entre los tres palos de la meta de Sommer
El Atlético llega vivo al Metropolitano tras una noche en San Siro que no pasará a la historia porque el equipo fue incapaz de disparar ni una sola vez entre los palos de la meta del suizo Sommer. El Inter fue muy superior en la segunda parte, pero el gol llegó como consecuencia de un error entre Reinildo y De Paul en una jugada que no revestía peligro. La eliminatoria se traslada ahora al Metropolitano, donde los de Simeone se verán obligados a derrotar a un rival que se desenvuelve con especial solvencia lejos de su estadio.
El partido transmitió desde el arranque la sensación de que en cualquier momento podía llegar el gol en las dos porterías porque el ritmo fue infernal y porque cada robo significó una situación de contragolpe, pero lo cierto es que hubo que esperar 36 minutos para presenciar la primera oportunidad real de la noche en un cabezazo majestuoso de Lautaro en el punto de penalti que embolsó con seguridad Oblak.
El argentino fue el único jugador que vio de cerca la portería adversaria en el primer tiempo porque dos minutos más tarde recibió de Thuram y su disparo lo rechazó Giménez. Fueron las dos únicas llegadas de peligro de un acto inicial extremadamente igualado en el que al Atlético le faltó precisión en el último pase y en el que el belga Witsel dejó para el recuerdo una verdadera exhibición defensiva ganando con autoridad todos los duelos en los que intervino.
El Inter, consciente del peligro de Griezmann, le dedicó una vigilancia especial al francés, al que consiguió alejar del área. Antoine quedó reducido a un área de influencia mucho más inofensiva y por ahí el equipo perdió una conexión que le impidió acercarse a Sommer, convertido en espectador en una primera parte que acabó sin más sobresaltos, dejando las espadas en todo lo alto para el acto definitivo.
Ni Giménez ni Savic arrancaron el segundo tiempo por problemas físicos. Savic y Arnautovic se incorporaron al partido y el cambio le sentó mucho mejor al Inter que el Atlético, totalmente superado en un arranque en el que pudo haber recibido dos goles, primero en un remate de Lautaro pero, sobre todo, en un disparo franco que se le marchó alto a Arnautovic con todo a favor. Simeone, intuyendo el cambio de tendencia, ordenó a los suplentes que aumentaran el ritmo de calentamiento. A los 53 minutos Saúl fue reemplazado por Morata, recibido con bronca por San Siro por su pasado juventino.
El madrileño estuvo a punto de tocar la gloria nada más pisar el césped, pero en la mejor llegada rojiblanca del partido Samu Lino no le vio cuando lo tenía todo a favor para empujar al fondo de la red. El contragolpe quedó en nada, pero sirvió para intimidar al Inter, que pisó el freno y le dejó al Atlético la iniciativa de la que había carecido hasta entonces. Llorente estuvo a punto de cazar un pase profundo, pero entre De Vrij y Sommer lo evitaron. Simeone empezó a sonreir, pero unos minutos más tarde se le heló el gesto cuando Lautaro dejó solo a Aranautovic. El austríaco disparó alto, pero la jugada trajo consecuencias: Reinildo y Pablo Barrios relevaron a Mario Hermoso y a Nahuel Molina. La respuesta de Inzaghi fue inmediata con Dumfries y Carlos Augusto. Fratessi fue el siguiente.
Los cambios devolvieron el timón al Inter, que rozó de nuevo el gol en un pase hacia atrás de Dumfries que resolvió con mucha sangre fría Savic. San Siro percibió que era su momento y convirtió el partido en una caldera. A los minutos la grada se levantó en pleno para cantar el 1-0 en un cabezazo a bocajarro de Lautaro, pero Oblak apareció como un ángel salvador para cerrarle el camino a la gloria. Totalmente agotado y cojeando visiblemente Griezmann fue reemplazado por Correa.
El argentino salió con la misión de enlazar con Morata, pero no tuvo ocasión ni de intentarlo. A los 78 minutos De Paul y Reinildo se liaron en una salida de balón y permitieron a Lautaro encarar a Oblak. El esloveno sacó el primer disparo, pero el rebote le quedó a Artaunovic, que esta vez no falló. El gol que se veía venir desde hacía mucho tiempo acabó cayendo.
Al Atlético no le hundió el resultado y acabó bien el partido rozando incluso el empate, primero con un disparo lejano de Lino que se fue fuera, pero sobre todo en un cabezazo de Morata a los 87 minutos que no cogió portería. El Inter no tuvo más remedio que salvar los muebles y conservar como un tesoro el gol de Arnautovic, aunque tendrá que defenderlo en la vuelta en el Metropolitano.