El Atlético incendia París y resurge en la Champions

Oblak le mantiene a flote y Correa marca el gol de la victoria en el minuto 93

El PSG se estrelló contra el portero esloveno y su falta de puntería

El resultado le abre de par en par las puertas de la clasificación

Atlético
Correa celebra su gol ante el PSG
Tomeu Maura

El Atlético incendia París y resurge en la Champions con un gol milagroso de Correa en la última jugada del partido y en el que era el primer disparo rojiblanco entre los tres palos en la segunda parte. Oblak mantuvo al equipo a flote con paradas milagrosas y al final se llevó la máxima recompensa del Parque de los Príncipes con un resultado que le abre de par en par las puertas de la clasificación para la siguiente fase.

En la noche francesa se pasó del todo a la nada sin solución de continuidad. A los 92 minutos Oblak rechazó como pudo un disparo desde lejos y Achraf estuvo a un paso del 2-1. No marcó y en la acción siguiente a Griezmann se le encendió por un instante la bombilla en un partido en el que no había estado afortunado y le sirvió a Correa un pase que se convirtió en el gol de la victoria con la inestimable colaboración de Donnarumma, que pudo haber hecho más.

Al Atlético se le vino encima un vendaval en cuanto el balón se puso en movimiento. Durante los 10 primeros minutos todo el partido se jugó no sólo en territorio español, sino incluso muy cerca del área de Oblak. Achraf pudo marcar en el primer minuto, Dembélé poco después, más tarde fue el turno de Barcola y por último lo intentó de nuevo Achraf, martillo pilón en una banda derecha que compartió con Dembélé y que se convirtió en una pesadilla para Javi Galán, impotente para frenarles.

Tras salvarse del gol hasta en cuatro ocasiones al final el Atlético acabó pagando muy caro un error incomprensible de Lenglet en la salida de balón. El central francés entregó el balón a Dembélé y el pase del ex del Barça dejó a Zaire-Emery solo ante Oblak, al que venció tras un amague. El 1-0 a los 13 minutos.

Al Atlético el mundo se le vino encima, pero cuando peor pintaba la noche un momento de furia le devolvió al partido. Cuatro minutos más tarde, en un robo de balón, Giuliano disparó al cuerpo de Donnarumma, pero el rebote le cayó a Nahuel, que dejó impávido al portero italiano con un toque al palo largo que cayó dentro de la portería. Habían pasado sólo cuatro minutos desde el gol del PSG y todo volvía a empezar.

El empate adormeció a los franceses y aumentó la confianza de los españoles, que tuvieron el 1-2 en un contragolpe en el que Griezmann se equivocó en el pase final. Sin embargo no pasó nada y lo cierto es que ya no hubo más disparos a ninguna de las dos porterías en el resto de una primera parte que se consumió con un resultado magnífico para un Atlético muy blando atrás que estaba claro que debía ser más intenso en defensa en la segunda mitad si quería abandonar París con un resultado positivo.

No mejoró el equipo en el arranque del segundo acto. Griezmann no pudo ejercer de bisagra entre el medio campo y el ataque y el PSG volvió a controlar el partido a placer aunque, como en la última media hora del primer tiempo, sin crear ocasiones reales de gol. Dembélé y Achraf  volvieron a insistir por la banda de Galán, pero esta vez el extremeño contó con el apoyo de Gallagher, que no había tan solidario en los primeros 45 minutos.

Barcola dispuso de la primera oportunidad auténtica de la reanudación. Le frenó Oblak, pero esa fue la señal que necesitaba Simeone para intervenir. De Paul, Galán y Giuliano se fueron al banquillo y entraron Koke, Reinildo y Riquelme para darle al equipo otras alternativas para salir de la cueva en la que llevaba muchos minutos metido. Lo intentó en un contragolpe que no culminó Julián. La respuesta del PSG fue dejar a Barcola de nuevo solo ante Oblak, que respondió con categoría, pero estaba claro que algo estaba cambiando en el partido, que por primera vez emitía señales positivas para el Atlético.

El Cholo tiró de Correa convencido de que podía optar al premio gordo, pero la respuesta de Luis Enrique fue acudir a su banquillo y sacar de ahí a Kang In Lee y al campeón de Europa Fabián Ruiz, precisamente un antiguo objetivo del Atlético. El partido entró en su recta final con el pronóstico más abierto que nunca. Una buena noticia para las aspiraciones rojiblancas. No tanto para las francesas. Kolo Muani se quitó la parte superior del chándal y se preparó para entrar con 18 minutos por delante.

Oblak le cerró el camino del gol a Achraf en la mejor ocasión parisina del segundo tiempo para desesperación de Luis Enrique, que ordenó zafarrancho de ataque a sus jugadores, despreciando el empate y apostando por la victoria. Un movimiento que permitió al Atlético disfrutar de espacios al contragolpe de los que había carecido hasta ese momento, y en el último de ellos, segundos después de que su portero hubiera intervenido decisivamente, Correa marcó el gol de la victoria ante la alegría incontenible de todo el banquillo rojiblanco. Tres puntos de oro con los que nadie contaba, pero que ya están en el zurrón.

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