El Atlético gana de rebote
El Atlético se impuso por 0-1 al Rayo Vallecano en el partido correspondiente a la jornada 24 de la Liga Santander gracias a un gol de rebote de Antoine Griezmann
El Atlético de Madrid se impuso por 0-1 al Rayo Vallecano gracias a un solitario tanto de rebote de Antoine Griezmann que permite a los rojiblancos seguir enganchados a la lucha por el título de Liga. Los de Simeone vuelven a ganar dos semanas después, a unos días de recibir a la Juventus en el Metropolitano en la ida de los octavos de final de la Champions.
Era un día de celebraciones en el conjunto colchonero. Godín, el capitán cumplía 33 años la misma fecha en la que Diego Costa regresaba a una convocatoria, por lo que parece que el de Lagarto llega en un estado «bárbaro»-como dice su entrenador- al choque frente a la Juventus. Y hablando del técnico, pues habrá Cholo Simeone hasta 2022. El bonaerense amplió su contrato para seguir agrandando su leyenda en el Atlético y por fin llevar la tan ansiada Champions al Museo del Metropolitano, porque ya el Vicente Calderón…mejor dejémoslo ahí, que hablábamos de celebraciones y un servidor es de lágrima fácil.
Diego Costa entraba en la convocatoria, sí, pero el titular junto al fijo Griezmann era Álvaro Morata, que lleva cero goles y dos penaltis que le han hecho y el árbitro no ha señalado en el par de choques que ha jugado de rojiblanco. Por detrás de ellos, Rodri, Saúl, Vitolo y Correa formaban en la medular, mientras que en la zaga actuarían Arias, Godín, Giménez y Filipe. En la portería, el innegociable Jan Oblak.
La primera mitad cumplía los mismos objetivos que los documentales de La2: hacer al espectador echarse una siesta. Ambos conjuntos ofrecieron un primer acto que servía de sustitutivo de los somníferos, y eso que Saúl estuvo a punto de hacer gol en el minuto 1, pero el balón se perdió por encima del travesaño. A partir de ahí, una pequeña cabezadita, que se vio interrumpida por un disparo de Embarba, ganándole la espalda a la defensa del Atlético, que detuvo sin muchas dificultades Jan Oblak.
Otra vez, Rayo y Atlético conciliaban el sueño en Vallecas pero, de nuevo, otro sobresalto para los de Simeone. Volvió a aparecer Adri Embarba. Esta vez con más peligro, como Freddy Krueger en sus películas. Disparó desde la misma zona, obligando esta vez a Oblak a lucirse con una estirada de las que llevan su marca, demostrando que SuperJan no duerme y siempre está ahí para salvar a los suyos.
El sueño del gol se lo robó Ba a Godín cuando se llegaba a la recta final de la primera mitad. Una jugada ensayada del Atlético cayó en los pies de Filipe Luis, que la puso al área chica y el central de Rayo desvió el cuero, impidiendo que el capitán colchonero pudiese inaugurar el marcador. Entre poco y nada fue lo que sucedió en los minutos restantes. Tocaba irse al vestuario a echarse un poquito de agua en la cara para ofrecer otra versión tras la reanudación.
Costa el bárbaro
Ya otra vez en el campo, el Rayo creía en la victoria, pero el Atlético sabía que se trataban de tres puntos vitales para no terminar de descolgarse de la Liga y coger fuerza y optimismo de cara al partido de Champions frente a la Juventus. Por ello tuvieron media hora Lemar y Costa, que entraron sustituyendo a Correa y Vitolo. Morata formó pareja en punta con Diego, mientras que la pareja francesa Lemar-Griezmann se fueron a los extremos. Mientras, todo el peligro de los vallecanos llegaba de los pies de Raúl de Tomás, que se quedó sin gol, en otro despiste de la zaga rojiblanca, por una salida soberbia de Oblak.
El Atlético se fue arriba en busca de romper la igualada. Con esa situación, el Rayo quería aprovechar una contra para encontrar su oportunidad. Un rato de idas y vueltas demostró que Diego Costa tenía ganas de luchar, como Conan el bárbaro. No se notaba la inactividad de dos meses, pero ni él estaba siendo suficiente para que los del Cholo Simeone encontrasen el premio del gol.
Griezmann despierta a tiempo
Tuvo que ser el de siempre: Antoine Griezmann. Fue el de Macon el que rompió la igualada. El que despertó al Atlético de lo que parecía que comenzaba a ser una pesadilla. El atrapasueños. Un centro desde la banda izquierda fue rechazado de cabeza por Ba. Morata protegió el balón, se la dio a Griezmann, que chutó y el cuero chocó en Jordi Amat, descolocando por completo su portero y superándolo.
Con el 0-1 el Rayo se vino arriba. Ya no tenían nada que perder. Bebé lo intentó con un zapatazo lejano que se marchó fuera por el canto de un duro. El equipo se estiró y un Atlético ofensivo tiró varios contragolpes que no terminaron en el segundo de puro milagro. Y para milagro, el de Jan Oblak en el 90′. Cabezazo de Ba y palomita del esloveno para salvar, una vez más en todos estos años, a su equipo y demostrar que el portero da los mismos puntos que los delanteros. Exactamente, tres puntos, que se metieron en el bolsillo una vez pitó el colegiado el final del partido. Tres puntos que sirven para seguir enganchados a la Liga y para coger moral de cara al choque frente a la Juventus.