El Atlético se emborracha de goles en Vallecas
Goleada histórica al Rayo que le permite seguir el pulso liguero a Madrid y Barça
Primer gol de la temporada de Griezmann y partidazo de Saúl
La nota negativa: la lesión muscular de Memphis, que había marcado el 0-2
Simeone no le dio ni un solo minuto a Joao, que debe irse antes del jueves a medianoche
El Atlético se emborra de goles en Vallecas y le sigue el pulso liguero a Madrid y Barça tras una primera parte colosal en la que dejó tiritando al Rayo. Griezmann marcó su primer gol de la temporada, Saúl jugó un partidazo, Pablo Barrios presentó sus credenciales como 5 y Nahuel volvió a ver puerta, pero la noche también dejó una mala noticia, la lesión muscular de Memphis Depay, que tuvo que abandonar el campo en la primera parte tras haber marcado un gol y haber participado activamente en el otro. El holandés sigue siendo un jugador de cristal.
El resultado es tan contundente que resulta complicado buscarle tres pies al gato, pero lo cierto es que pese a la victoria quedan todavía detalles por pulir, comenzando por la caída en picado en los veinte primeros minutos de la segunda parte, hasta que llegó el 0-4. Carrasco sigue desaparecido en combate, la comparación Memphis-Morata es muy favorable al holandés, pese a que de nuevo marcaran los dos, en el caso del español por partida doble, Pablo Barrios debe aprender a no arriesgar en cada balón y la defensa de muchas muestras de debilidad aunque haya mantenido imbatido a Oblak. Sin embargo es imposible negar que las conclusiones tras el 0-7 invitan al optimismo a la espera de los últimos movimientos sísmicos del mercado.
Dos minutos tardó el equipo en dejar su sello en Vallecas. Memphis estuvo espectacular en el arte del amago y su maniobra culminó con un pase a De Paul, que advirtió la llegada en el segundo palo de Griezmann. El francés sólo necesitó acomodar su bota izquierda para superar a Dimitrievski y abrir el marcador. Primer gol del francés en la temporada. Un motivo de alivio para el Cholo, que sabía que el arranque de su gran estrella no había sido el esperado.
El Rayo quedó groggy y el Atlético flirteó con el 0-2 con una acción de Memphis mientras Francisco se desgañitaba buscando soluciones. El pacha Espino estuvo espectacular ante el propio Depay para cerrarle el camino al gol. Vallecas asistía con estupefacción a una verdadera demostración de superioridad del equipo de Simeone, nervioso también porque era consciente de que estaba ante el momento de matar el partido.
Esta vez, sin embargo, sus plegarias fueron atendidas. A los 15 minutos un pase en profundidad de Mario Hermoso encontró al espacio a Saúl, cuyo centro raso al área se tragó Aridane para que Memphis encontrara a bocajarro el premio a su extraordinario inicio de partido. El 0-2 empezó a macar diferencias de verdad ante un Rayo que se asomó al balcón del área adversaria a los 19 minutos en un disparo desviado de Trejo.
Tirando de corazón, a base de córners y balones largos y asumiendo un riesgo necesario, el Rayo consiguió ganar algunos metros y pudo haber reducido diferencias en un saque de esquina al que no llegó a bocajarro Óscar Valentín, pero el Atlético le clavó definitivamente el aguijón en cuanto tuvo la ocasión. A los 36 minutos Barrios robó un balón, De Paul lo prolongó hacia la banda y Nahuel se encontró con una autopista para encarar a Dimitrievski y batirle por bajo. Un calco al gol que ya marcó el año pasado en este mismo estadio y que sirvió no sólo para acabar con las pocas esperanzas vallecanas, sino para paliar el contratiempo que había supuesto la nueva lesión muscular de Memphis, obligado a abandonar el campo para que entrara Morata en su lugar.
Nteka y Pathe Ciss aparecieron en el arranque del segundo tiempo para cambiarle el aire al partido y lo cierto es que el Atlético del acto final tuvo poco que ver con el del inicio. Confortado por el 0-3, que consideró un resultado suficiente, cedió metro tras metro y le entregó el balón a un Rayo suicida que se fue arriba a por todas, pero sin la puntería suficiente como para pretender aspirar al milagro.
Simeone tardó un rato en perder la paciencia, pero al final acabó moviendo al equipo para evitar disgustos. Llorente y Samu Lino reemplazaron a De Paul y a Carrasco mientras que Camello y De Frutos rejuvenecían el ataque vallecano, pero quien hizo acto de presencia fue Morata, al que Saúl dejó solo ante Dimitrievski con un pase espectacular que habilitó Balliu. El madrileño marcó el 0-4, su segundo gol de la temporada, y acabó definitivamente con la agonía rayista.
Con más de un cuarto de hora por delante el partido perdió todo interés competitivo y se convirtió en un paseo triunfal para el Atlético, que agotó el cupo de cambios con Correa y Soyuncu y que acabó de certificar la goleada con una vaselina del propio Correa al aprovechar un error de Dimitrevski, con un disparo cruzado de Morata y con n el que fue el último gol de una noche en la que, por supuesto, Joao no tuvo ni un solo minuto. La ausencia del portugués, que esta vez sí estaba a disposición de Simeone, alimenta la sospecha de que va a abandonar el club antes del jueves a medianoche. De eso hay pocas dudas. De lo que se trata es de saber cuál será su nuevo destino.