Atlético: una crisis profunda y ocho días para buscar soluciones
Máxima preocupación en el club por el arranque de temporada del equipo
Nico González parece la solución inmediata, pero no acaba de convencer
El Atlético reclama a gritos un central, un medio, un extremo y un delantero centro


Una crisis profunda y ocho días para buscar soluciones. Al Atlético le queda poco más de una semana para arreglar el estropicio de una plantilla descompensada por todas partes. O eso o condenarse a una temporada que pinta muy mal. De hecho, éste es el peor arranque de la era Simeone, con un solo punto sumado sobre seis posibles. La llegada del argentino Nico González parece más un remedio que una solución, pero cualquier otro movimiento pasa obligatoriamente por llevar a cabo alguna venta importante.
Con sólo dos jornadas de Liga disputadas, el nuevo proyecto se tambalea. no haber podido ganar ni a Espanyol ni a Elche no entraba en ninguna previsión. De hecho, hacía 57 años que los ilicitanos no puntuaban en territorio rojiblanco, pero más allá del resultado lo peor del sábado fue la sensación de impotencia que transmitió el equipo en la segunda parte, en la que fue incapaz de crear ocasiones claras de gol.
Simeone está en el disparadero y su posición parece más débil que nunca, aunque tiene contrato hasta 2027 y es implanteable pensar en un cambio en el banquillo salvo que sea él mismo quien dé el paso hacia adelante, algo poco probable tras oír sus declaraciones en la rueda de prensa posterior al partido ante el Elche. En este escenario, el único que tiene la posibilidad de efectuar movimientos es Carlos Bucero, pero se le agota el plazo. O se mueve rápido o habrá poco ya que hacer.
La llegada de Nico González produce entre los aficionados rojiblancos el mismo efecto que la de Giacomo Raspadori: una ilusión nula. El argentino viene de una muy mala temporada en la Juventus, aunque en su caso, a diferencia del ex del Nápoles, está avalado por varios años muy buenos en la Fiorentina. Simeone ya ha hablado con el jugador y éste le ha dado el sí. Ahora todo depende de las negociaciones entre Atlético y Juventus.
Con Nico González, sin embargo, está claro que no es suficiente. El equipo pide a gritos un defensa central, un centrocampista, un extremo y un delantero centro. No va a llegar todo eso, porque es imposible, pero al menos debería reforzarse el ataque, con un Sorloth que no entra en los planes de Simeone, un Griezmann en franca decadencia y un Raspadori que da para lo que da. Nombres como Lookman o Vlahovic están aún sobre la mesa, pero en ambos casos se trata de operaciones de mucha envergadura que dependen de que haya ventas. La del delantero noruego y la del inglés Gallagher parecen las más factibles, pero hay que apurarse.