Alcaraz, obligado a ajustar sus cuentas en la lucha por el número uno
Carlos Alcaraz se ve obligado a ajustar sus cuentas en la lucha por el número uno del ranking ATP con Novak Djokovic
Alcaraz tendrá que remontar 2.400 puntos en Paris-Bercy y las ATP Finals, aunque aún tiene opciones de nº1
Carlos Alcaraz anunció en la noche del pasado miércoles su decisión, obligada debido a unas molestias físicas, de renunciar a su participación en el torneo ATP 500 de Basilea. El tenista español salió renqueante de la gira asiática, en la que participó en los torneos de Pekín y Shanghai, con resultados por debajo de las expectativas, y pese a que en primera instancia anunció su presencia en Suiza, finalmente se decidió por no acudir a la cita. La consecuencia, por encima de todo, está en la lucha por el número uno, que se pone muy complicada para Alcaraz.
Con molestias en la zona lumbar y una dolencia, sin especificar, en la fascia plantar el pie izquierdo, Carlos Alcaraz tomaba la decisión de no disputar el torneo ATP 500 de Basilea, su última oportunidad de reducir diferencias en la carrera por el número uno antes del regreso a competición del portador actual del trono, un Novak Djokovic que se bajó de la gira asiática y no compite en torneos ATP tras el US Open, pero que volverá en el Masters 1000 de Paris-Bercy.
Alcaraz es en estos momentos, segundo en la clasificación ATP, 2.240 puntos por detrás de Novak Djokovic. A esta diferencia habrá que sumarle, con el paso del torneo de Basilea, otros 180 puntos que defiende Carlos por sus semifinales del año pasado. La decisión por el número uno del ranking sigue abierta, y aunque el tenista de El Palmar sólo defiende 180 puntos, por sus cuartos en París-Bercy, por los 2.100 de Djokovic del tramo final de 2022 –final en Francia y título en la Copa de Maestros–. Como resultado, deberá sumar 501 puntos más que Djokovic en los dos torneos restantes. Difícil, sí, pero no imposible siempre y cuando esté físicamente al 100%.
Las opciones matemáticas de Alcaraz de imponerse en la lucha por el número uno del mundo siguen ahí, pero en caso de despejarse la primera incógnita, que no es otra que la de sus molestias físicas, que a priori no deberían apartarle ni de París ni de Turín, los números empezarán a circular, obligando a Carlos a superar en ambos torneos el rendimiento de un Djokovic que depende de sí mismo, y con un colchón mayor que en semanas anteriores, para cerrar por octava vez el año como número uno del ranking ATP.
Alcaraz y el número uno
«¡Desafortunadamente no podré jugar en Basilea este año! Tengo un problema en la fascia plantar del pie izquierdo y fatiga muscular en la zona lumbar que necesito tratamiento para poder jugar el resto de la temporada. ¡Espero veros a todos pronto!», anunciaba Carlos Alcaraz a través de sus redes sociales, en un mensaje que daba por finalizada su inscripción en el ATP 500 de Basilea.
El director del torneo, Roger Brennwald, también hablaba de la ausencia de Alcaraz, que era el cabeza de serie principal y gran favorito a la victoria en Basilea. «Estas noticias, como en otros años, naturalmente nos golpean fuerte. Pero las cancelaciones por lesiones están más allá de nuestro control. Por suerte, el torneo de este año tiene un increíble número de grandes jugadores».
Después de su derrota, inesperada, en octavos de final del Masters 1000 de Shanghai ante Grigor Dimitrov, Carlos Alcaraz aseguró en rueda de prensa que su intención era jugar en Basilea, para seguir luchando por el número uno del ranking ATP hasta final de temporada. «Se me ha complicado el objetivo de acabar el año como número 1, pero intentaré hacerlo lo mejor posible en Basilea, que será mi próximo torneo. Va a ser difícil pero quiero intentarlo», desveló Alcaraz, quien con su equipo, y días después con un parón y pruebas médicas de por medio, acabó decidiendo renunciar a la competición suiza.