El 9 es Asensio
Ni Cavani ni Lewandowski ni Icardi. Ni siquiera Benzema. El 9 del Real Madrid es Marco Asensio. Así lo demostró ante la Juve con un eléctrico doblete en menos de diez minutos. Lopetegui probó al internacional español en el puesto de falso delantero centro y demostró que es un ariete de verdad. Brilló Bale en la discreta primera mitad del Madrid y Vinicius, con desborde y velocidad, en la segunda.
Alineó Lopetegui un once más que aseadito, consciente de que en el Real Madrid las derrotas son como los kilitos de más para una modelo: no se permiten ni fuera de temporada. Perdido con buena imagen el debut ante el United tocaba dar un pasito adelante ante la Juve. Por eso volvían al once los mundialistas: Keylor, Carvajal, Nacho, Kroos e Isco.
Con la vuelta de los mayores al jovencito Vinicius le tocó chupar banquillo, situación a la que bien haría en acostumbrarse porque será la primera de muchas suplencias que le esperan esta temporada. Sí jugaban Bale y Benzema, las dos siglas de la BBC húerfanas sin Cristiano.
Salió a dominar el Real Madrid pero a ritmo de agosto. Replegaba ordenadamente la Juve cómoda en su papel de meterse atrás como Pedro Sánchez en el avión privado. El duelo era amistoso aunque a veces no tanto como comprobó Isco al probar los tacos de Benatia en su tobillo.
En la portería equivocada
Y en una acción sin peligro aparente vino el gol de la Juventus. Fue un centro de Cancelo desde la izquierda, tocadito y fácil al interior del área. Por allí se cruzó Carvajal en su intento de despejar y le salió un tiro hacia la portería de Keylor Navas. En su primer tiro a puerta de la pretemporada Keylor encajaba gol. No fue su culpa, iba a traición y le pilló a contrapié. El Real Madrid demostraba a las primeras de cambio que sí tiene gol, pero en la puerta equivocada.
Con Kroos, Valverde, Isco y Ceballos, Lopetegui trataba de dominar el mediocampo, pero la presión del Real Madrid, lejos de ser alta era desacompasada. Cada uno trataba de hacer la guerra por su cuenta a la hora de recuperar el balón. Quizá son demasiados años acostumbrados a un fútbol más cómodo como para que la presión te salga a la primera.
Con la pelota las cosas tampoco mejoraban demasiado. La lentitud desesperante y tolerable era la guía de cada ataque del Real Madrid. Isco y Ceballos se empeñaban en conducir, pero les faltaba velocidad. La pelota circulaba de un lado a otro sin profundidad ni peligro. La Juve sólo tenía que posicionarse bien para evitar que el Real Madrid tuviera ocasiones.
Bale lo arregla
Un par de intentos de Bale y otro de Isco se quedaron en eso, en intentos fallidos. Superada la media hora el Real Madrid no le cogía el hilo al partido. En plena depresión de su equipo apareció Bale. Era el minuto 38 y el galés se aprovechó de un robo de Ceballos a Pjanic. La pelota quedó suelta y botando por la frontal y allí se cascó un zapatazo el galés marca de la casa. La pelota voló hacia la escuadra de Szczesny. Golazo.
El gol espoleó al Real Madrid, que a punto estuvo de anotar el 2-1 con un disparo cruzado de Reguilón. Lo evitó el meta de la Juve con la puntita de los dedos. La ligera mejoría del equipo blanco se vio cortada de raíz por el descanso.
En el entretiempo salieron Odriozola, Llorente, Lucas, Asensio y Vinicius y se fueron Carvajal, Kroos, Isco, Bale y Benzema. Cinco cambios y uno de sistema. El Real Madrid pasaba del 4-4-2 al 4-3-3. Marcos Llorente, Ceballos y Valverde ocupaban el centro. Vinicius, Asensio y Lucas Vázquez eran los tres jugadores más adelantados.
Y dos de ellos participaron en el tempranero 2-1 del Real Madrid. La contra la galopó con potencia Vinicius y la acompañó a campo abierto Marco Asensio. El brasileño llegó al área, levantó la cabeza y giró el tobillo para asistir al español, que marcó de primeras en la posición de nueve. Vinicius y Asensio, una conexión que puede dar muchas alegrías al equipo blanco en un futuro más o menos cercano.
El Real Madrid había metido una marcha más al partido. Llorente le dio empaque y velocidad al toque y con él también crecieron Valverde y, sobre todo, Ceballos, que gobernó el mediocampo con autoridad. Arriba, Vinicius, Lucas y Asensio eran tres puñales que se clavaban en el costado de la defensa de la Juve.
Asensio, de dos en dos
Y entonces Vinicius se soltó del todo. Dribló, aceleró, frenó, asistió… y todo como lo hacen los grandes jugadores: levantando la cabeza primero. Se permitió algún lujo en el centro del campo que recordó al Neymar del Santos, pero se le vieron maneras de jugador determinante. Igual que a Asensio, que anotó el 3-1 en la segunda pelota que le cayó en la frontal del área. Genial fue su control orientado para superar a su marcador y de pícaro su remate de puntera que se le coló a un lento Sczcesny. Quién sabe si Lopetegui ha encontrado el 9 que pedía.
A campo abierto el Real Madrid, comandado por Asensio y Vinicius, empezó a reventar a la Juve. Vinicius, por adornarse, perdonó el 4-1 después de una galopada en la que Asensio quiso devolverle la asistencia. La Juventus se puso a repartir y los blancos, liderados por un ubicuo Llorente, manejaban el partido a su antojo.
Lopetegui sacó al joven Lunin por Keylor y el ucraniano se lució con un buen despeje a bocajarro con los pies. El tiempo corría a favor de un Madrid que se gustaba con los más jóvenes. La imagen del equipo había cambiado radicalmente. Más ágil y con más ritmo que en el primer tiempo, el Real Madrid no daba opción a una Juve competitiva y un pelín marrullera.
Pasaron los minutos, alguna que otra ocasión tuvo la Juve de acortar distancias y Vinicius de celebrar su primer gol de blanco, pero el partido concluyó con el triunfo del Real Madrid por 3-1. Mejoró la imagen de los de Lopetegui con los jóvenes (más rodados) en la segunda parte y la gran conclusión del partido es que si el equipo busca un 9 ahí tiene a Marco Asensio.