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Los veterinarios lanzan un importante aviso a quienes piensen adoptar una segunda mascota teniendo otra en casa

Perros, animales, mascotas
Perros.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Las mascotas son una alegría en casa. Pocas cosas levantan más el ánimo que volver del trabajo, abrir la puerta y encontrarte con un peludo que te recibe entre brincos, lengüetazos y ojos brillantes. En el caso de los gatos es diferente, pero el momento en que ronronea es igual de adorable.

Por eso, cuando ya convives con uno, la idea de sumar otro llega casi por reflejo. Pensamos en compañía, en juegos compartidos, en el doble de cariño… pero la realidad es que no basta con meter otra camita y duplicar el cuenco de comida. No todo es tan fácil al adoptar otro animalito, y los veterinarios lo tienen claro.

Esto es lo que dicen los veterinarios a los que buscan adoptar una mascota por segunda vez

Los veterinarios recuerdan que, antes de pensar en presentaciones o nombres, hay algo básico: la salud. La nueva mascota debe llegar desparasitada, vacunada y, si es posible, ya revisada por el veterinario. Es un paso que muchos olvidan, pero que evita sustos, contagios y tensiones innecesarias desde el primer día.

El espacio en el que van a convivir también importa. La nueva mascota necesita su rincón propio, con cama, platos y juguetes. Un lugar donde sienta que puede estar en paz sin invadir el terreno del que ya estaba.

Y, para las primeras interacciones, lo mejor es buscar espacios neutros. La mejor opción es cualquier lugar que no esté cargado con olores o recuerdos del animal que ya está en casa.

Otro factor sumamente relevante es el olor, pues esa es la manera en la que los animales leen el mundo. Por eso, intercambiar mantas, juguetes o cualquier objeto con el aroma de cada uno puede ayudar mucho antes del primer encuentro cara a cara. Es como dar el preaviso de que alguien nuevo va a llegar.

Claves para una convivencia real y sin dramas entre ambas mascotas

Es crucial recordar que las presentaciones deben ser lentas. Nada de ponerlos frente a frente como si fueran viejos conocidos o compartieran un lazo de hermandad. Que se vean de lejos, que se huelan sin tocarse, que marquen el ritmo.

Si algo incomoda a alguno, hay que retroceder. Y si hay señales de calma o curiosidad, ahí sí se premia con caricias o alguna golosina. Siempre con respeto, sin forzar ni gritarles por alguna actitud.

Si ves que uno de los animales es dominante, no trates de cambiar la posición. Darle privilegios al nuevo sólo por haber llegado es un grave error, pues eso genera celos y desbalancea la convivencia. Lo mejor es repartir el cariño de forma equitativa.

Asimismo, tener una rutina clara ayuda muchísimo. Horarios fijos para comer, pasear, jugar. Eso da seguridad y hace que el nuevo miembro se adapte mejor al ritmo del hogar. Si los paseos se hacen juntos y las comidas son al mismo tiempo, hay menos motivo para competir.

Otro aspecto que puede ayudar mucho es el juego. Esto libera tensiones y ayuda a formar vínculos. Pero debe ser guiado y siempre bajo supervisión. Un juguete interactivo, una cuerda, una pelota… lo que sea que les entusiasme a ambos sin que se convierta en una lucha.

Por último, es importante recordar que no todas las mascotas tienen el mismo carácter. Algunas son más intensas, otras más independientes, así que no esperes que se comporten igual, ni que se entiendan de inmediato.

Todo este proceso lleva tiempo. Pueden ser semanas o meses, pero la clave está en la constancia, la observación y la paciencia.

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