Todo el mundo está tirando sal por el inodoro y la razón te va a dejar sin palabras: lo vas a hacer


En las últimas semanas, han empezado a circular por redes sociales multitud de vídeos hablando de los beneficios de tirar sal por el inodoro. Podría parecer un simple truco más de los que vemos a diario en Internet, pero las propiedades desinfectantes, desodorizantes y desincrustantes de la sal convierten este método en el mejor aliado para mantener el váter impecable. Si bien es cierto que existen multitud de productos de limpieza para el baño, muchos contienen químicos agresivos que resultan dañinos para las tuberías a largo plazo. En cambio, la sal es una opción mucho más segura y respetuosa con el medio ambiente.
La textura granulada de la sal ayuda a eliminar las manchas de cal, la suciedad y los restos amarillentos que se acumulan en las paredes internas del inodoro. Además, reduce la proliferación de gérmenes y bacterias sin necesidad de químicos corrosivos. Por otro lado, la sal absorbe y neutraliza los malos olores gracias a su capacidad de retener la humedad. Finalmente, aunque su efecto no es tan potente como el de la lejía, tiene un ligero efecto blanqueador. Cuando se mezcla con limón, el WC queda limpio y fresco.
El poder de echar sal por el inodoro
El truco con sal para limpiar el inodoro se ha hecho viral en redes sociales porque combina ingredientes simples, accesibles y, sobre todo, efectivos. La mezcla básica es de por sí muy poderosa: 250 gramos de sal, 250 gramos de bicarbonato de sodio y 25 cucharadas de jabón de manos neutro (incoloro y sin fragancia fuerte). Esta preparación actúa como desinfectante, desincrustante y neutralizador de olores, dejando el sanitario libre de bacterias y con un brillo renovado. El proceso es sencillo:
- Vierte la mezcla en el inodoro, procurando que se adhiera a las paredes internas.
- Después, se deja reposar toda la noche.
- Al día siguiente, pon a hervir medio litro de agua.
- Cuando llegue a su punto de ebullición, añade el jugo de medio limón para potenciar la acción antibacteriana y aportar frescura, y vierte la mezcla por el váter.
- Finalmente, tira de la cadena.
Ahora bien, lo interesante es que la sal no sólo se puede usar en esta combinación, sino que existen distintas variaciones.
Cuando en las paredes del inodoro hay manchas de sarro o de cal, la combinación de sal y vinagre forma una potente mezcla desincrustante que descompone los minerales. Para preparar la mezcla, sólo tienes que añadir en un recipiente media taza de sal y un vaso de vinagre blanco. Una vez lista, viértela directamente en el WC, prestando especial atención a las zonas amarillentas. Deja reposar entre dos y tres horas, durante las cuales las manchas se reblandecerán. Por último, frota con un cepillo y tira de la cadena.
Si el váter está muy sucio y requiere una limpieza en profundidad, mezcla media taza de sal y media taza de bicarbonato y viértela en el inodoro. Luego, echa un vaso de vinagre caliente. Se trata de una mezcla muy poderosa que combina lo mejor de cada ingrediente: la abrasión de la sal, la neutralización del bicarbonato y la acidez desincrustante del vinagre. Deja que actúe durante al menos tres horas para que tenga tiempo de despegar la suciedad.
Otros usos en el baño
Además de limpiar y desinfectar el inodoro, la sal tiene otras aplicaciones en la limpieza del baño. Su capacidad natural para desinfectar, absorber humedad y neutralizar olores la convierte en un recurso sorprendentemente eficaz.
Uno de los problemas más frecuentes en los baños son las juntas de los azulejos, que con el tiempo tienden a oscurecerse debido a la humedad y la acumulación. La sal, combinada con agua caliente, puede actuar como un limpiador natural y desinfectante. Para utilizarla, basta con preparar una pasta espesa mezclando sal con un poco de agua caliente y aplicarla directamente sobre las juntas. Dejar actuar unos 15-20 minutos antes de frotar suavemente con un cepillo de dientes.
Otro de los problemas habituales en los baños es el mal olor que sale de los desagües. La sal puede actuar como neutralizador de olores si se aplica correctamente. Simplemente, se debe verter un puñado de sal en el desagüe y, a continuación, echar agua caliente para ayudar a arrastrar los residuos responsables del mal olor.
En resumen, la sal es un ingrediente muy versátil que puede transformar por completo la forma en que limpiamos el baño. Desde dejar el inodoro libre de gérmenes y bacterias y con un brillo renovado, hasta blanquear juntas y neutralizar olores, tiene un amplio abanico de aplicaciones que se pueden incorporar a la rutina diaria. Además, la sal ofrece una opción más ecológica y menos agresiva que los productos de limpieza convencionales. Un poco de sal, combinada con agua caliente, limón, bicarbonato o vinagre, puede convertirse en un gran aliado para mantener el baño limpio, higiénico y libre de malos olores.