El Reloj del Apocalipsis sitúa a la humanidad a 90 segundos del fin del mundo, la marca más crítica en la historia

El Reloj del Apocalipsis, también conocido como Reloj del Fin del Mundo, ha estado advirtiendo al mundo sobre los riesgos que podrían llevar a la autodestrucción durante los últimos 75 años. Este reloj simbólico, creado por el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, originalmente alertaba sobre los peligros de las armas nucleares. Sin embargo, a lo largo de los años, ha incorporado amenazas adicionales como el cambio climático, nuevas pandemias y mal uso de la ciencia y la tecnología.

En la actualidad, el reloj marca 90 segundos para la medianoche, lo que simboliza la proximidad de una destrucción total y catastrófica. Este ajuste refleja la percepción de los expertos de que la humanidad enfrenta riesgos significativos y que se está haciendo poco para abordar estos problemas. Desde enero de 2021, las manecillas del reloj se adelantaron 20 segundos en comparación con la medición anterior. La evolución del Reloj del Apocalipsis destaca la urgencia de informar, concienciar y movilizar para abordar y reducir los riesgos que amenazan la supervivencia humana.

El Reloj del Apocalipsis alcanza su punto crítico

El Reloj del Apocalipsis surgió como consecuencia de la conciencia del devastador poder de las armas nucleares desarrolladas durante el Proyecto Manhattan. Científicos que participaron en este proyecto advirtieron sobre los riesgos, pero sus preocupaciones fueron ignoradas.

Tras los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki en 1945, algunos científicos, comprometidos a evitar más destrucción, fundaron el Boletín de Científicos Atómicos y adoptaron el Reloj del Apocalipsis como un símbolo gráfico para concienciar sobre la amenaza nuclear, marcando la urgencia de la situación.

Este emblema, creado en 1947, se ha utilizado como metáfora del tiempo de incertidumbre, ajustando sus manecillas en respuesta a diversos riesgos globales. En la actualidad, con 90 segundos para la medianoche, el reloj simboliza la preocupación por amenazas como el cambio climático, nuevas pandemias y mal uso de la ciencia y la tecnología, destacando la necesidad de concienciación y acción.

En 2022, el Boletín de Científicos Atómicos decidió mantener los 100 segundos de margen, establecidos en 2021, ya que no se habían producido alteraciones significativas. A pesar de algunos avances, como el cambio de liderazgo en EE. UU. y la llegada de Joe Biden, persistían amenazas como la pandemia de COVID-19, la modernización y expansión de armas nucleares, tensiones geopolíticas y la brecha entre las promesas y acciones reales sobre emisiones contaminantes.

Sin embargo, el colapso del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y la crisis en Ucrania aumentaron la preocupación, llevando al reloj a marcar 100 segundos para la medianoche en enero de 2023.

¿Se acerca el fin del mundo?

En el transcurso de las últimas décadas, el Reloj del Apocalipsis, un símbolo de la amenaza global, ha experimentado múltiples ajustes reflejando la percepción de los riesgos que enfrenta la humanidad. En 2002, se retrasó a las 23:53 debido a progresos en el desarme nuclear, pero en 2007 avanzó dos minutos por pruebas nucleares de Corea del Norte y la acumulación de armas nucleares por parte de EE. UU. y Rusia.

En 2015, el reloj marcó las 23:57, sumando un minuto más debido al aumento de armas nucleares en varias naciones y al cambio climático. En 2017, se adelantó 30 segundos a las 23:57:30 debido al resurgimiento de nacionalismos y la elección de Donald Trump.

En 2020, retrocedió a las 23:58:20, indicando la cercanía a la autodestrucción debido a la guerra nuclear y el cambio climático. En 2023, avanzó 10 segundos a las 23:58:30, reflejando la peligrosa situación global con la guerra en Ucrania y la persistencia de la pandemia de coronavirus.

En 2024, con la guerra en Oriente Próximo, el Reloj del Apocalipsis se mantiene estático, y los expertos advierten que «el riesgo continúa». Estos científicos de la Universidad de Chicago, que han mantenido el reloj desde 1947, señalan que la humanidad siempre está «a minutos de la medianoche», simbolizando la destrucción total y catastrófica.

Factores que influyen

Los factores que afectan al Reloj del Fin del Mundo, según los expertos, incluyen la amenaza de una guerra nuclear, con grandes potencias acumulando armas y riesgos de error o escalada accidental. Además, el cambio climático representa una creciente amenaza, con eventos climáticos extremos causando daños significativos.

La bioingeniería, que implica la manipulación de la vida mediante tecnología, podría generar armas biológicas o cambios irreversibles en el medio ambiente. Por último, la inteligencia artificial (IA) emerge como una tecnología con el potencial de transformar la sociedad, pero también podría utilizarse para crear armas autónomas o controlar el comportamiento humano.

En 2023, el mundo enfrentó condiciones extremas, siendo el año más cálido registrado y con emisiones globales de gases de efecto invernadero en aumento. La sofisticación de los generadores de texto basados en grandes modelos de lenguaje, generó preocupaciones sobre posibles riesgos existenciales.

Para abordar estos desafíos, los científicos del Boletín de Científicos Atómicos instan a un diálogo entre las principales potencias mundiales, Estados Unidos, China y Rusia, destacando la responsabilidad compartida para evitar la catástrofe global.