¿Qué es la ley de la oferta y la demanda? Ejemplos y definición
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En estos días en los que tenemos diversas inversiones por las que podemos apostar en el intento de ganar dinero sin tanto esfuerzo, probablemente hayas oído hablar sobre la ley que determina gran parte de los resultados que podemos obtener. Hablamos de la Ley de la oferta y la demanda.
En líneas generales, la Ley de la Oferta y la Demanda es un principio económico que indica que el precio de un activo o bien se fija cuando la cantidad de la oferta y la cantidad de la demanda se encuentran en un punto de equilibrio.
Dicho de otro modo, la Ley de la Oferta y la Demanda establece la relación entre la oferta de un producto o servicio en el mercado, y la demanda que los consumidores tienen del mismo, siendo ideal, por llamarlo de alguna forma, que se encuentren en ese punto de equilibrio.
Pago por un producto
Es justo allí donde se define cuánto están dispuestos a pagar los consumidores por ese producto, y las empresas que lo producen marcan el beneficio que obtendrán con cada venta, una vez que han restado los costes de esa producción en serie.
Por tanto, la Ley de la Oferta y la Demanda está constituida por dos leyes internas, precisamente las de la oferta y la demanda, que manifiestan sus propias curvas de crecimiento y decrecimiento, que pueden seguir un ritmo similar o contrario. Todo depende de las circunstancias.
Ahora bien, hay una cuestión importante a tener en cuenta y es que esta ley seguirá siendo válida siempre y cuando se mantenga ceñida al principio “ceteris paribus”, que señala que no debe verse modificado el precio porque, de lo contrario, todo lo que pase estará estrechamente relacionado con el fenómeno de la inflación, y entonces no podrán lograrse conclusiones válidas.
Entre esas conclusiones tenemos que, siempre que se dé un aumento en la demanda o una disminución en la oferta, consecuentemente deberíamos ser testigos de una subida de precios.
Un claro ejemplo de esto que mencionamos es cuando faltan componentes para la fabricación de ciertos productos, y ante la menor oferta en el mercado de éstos, su valor crece para complementar el coste de fabricarlos y, por qué no, aprovechando que el consumidor estará dispuesto a gastar mucho más dinero, consciente de lo difícil que es conseguir ese bien o activo.
Por otro lado, cuando una cierta tecnología se pone de moda, se produce en serie, y luego la atracción del público disminuye, su oferta restante es generosa, y eso lleva a una bajada del precio.
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