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Por qué no podemos llevar botellas de más de 100 mililitros en el equipaje de mano

Por qué no podemos llevar botellas de más de 100 mililitros en el equipaje de mano
Por qué no podemos llevar botellas de más de 100 mililitros en el equipaje de mano

Si has volado últimamente, sabrás que existen ciertas reglas que deben cumplirse antes de subir al avión, y que no pueden ser violadas bajo ninguna excepción. Una de ellas tiene que ver con los objetos que llevamos a bordo, y entre los muchos prohibidos, probablemente algunos se pregunten por qué no podemos llevar botellas de más de 100 mililitros en el equipaje de mano.

Esta normativa, que irrita a quienes ven cómo rebotan esas bebidas que acaban de comprar incluso dentro del aeropuerto, tiene que ver con una serie de antecedentes, que obligaron a las autoridades a prohibir envases de esta cantidad o mayor, aún cuando viajan vacíos.

Evidentemente, hablamos siempre del equipaje de mano, no de las maletas que van en el maletero, ya que dentro de éstas sí podemos dejar botellas de 100 milímetros o más sin ninguna restricción importante.

La razón de por qué no podemos llevar botellas de más de 100 mililitros

Un tema de seguridad aérea

Claro está que cualquier incidencia a miles de metros de altura es más peligroso que en suelo firme. Por lo tanto, quienes velan por la seguridad de los viajeros, tienen que descartar cualquier posibilidad de que haya un accidente a bordo. O un atentado, que tampoco faltan.

Esta medida en particular fue adoptada en el año 2006, tras descubrir un intento de atentado por parte de la CIA, la Inteligencia Militar Sección 5 (MI5) y la policía de Londres, como parte de la Operación Overt.

Estos investigadores detectaron que el viajero Abdulla Ahmed Ali, que regresaba al Reino Unido, tenía encima una botella con un contenido de color naranja, un compuesto químico con base en peróxido de hidrógeno, explosivo, al menos en esas cantidades descubiertas.

Tras analizar el producto, concluyeron que nada hubiera podido hacerse si el líquido hubiera pasado los controles sin ser detectado. Por ende, con el recuerdo de los atentados de la primera década del siglo, los máximos referentes de la industria aérea consideraron que era oportuno limitar qué tipo de botellas pueden tenerse encima durante el vuelo.

100 milímetros es una medida justa para permitir que los usuarios posean sus líquidos, pero a la vez insuficiente para causar daños.

¿Existen excepciones?

Sí, las excepciones son aquellas botellas o bebidas compradas tanto durante el propio vuelo, como anteriormente en la zona de Duty Free, en la que ya han sido inspeccionadas por las autoridades locales para habilitar su comercialización.

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