Nunca imaginé que este error al limpiar los cristales hacía que se ensuciaran más rápido: así lo solucioné

Limpiar los cristales parece una tarea sencilla, pero existe un error muy habitual que provoca que se ensucien antes de lo esperado. Muchas personas lo cometen sin darse cuenta, y el resultado es frustrante: superficies que se ven opacas o con marcas poco después de haber sido limpiadas. Afortunadamente, es un problema fácil de solucionar si aplicamos los trucos adecuados.

Mantener los cristales impecables no tiene por qué ser complicado. Con unos simples ajustes en la forma de limpiarlos, es posible alargar ese brillo y transparencia que tanto cuesta conseguir. La clave está en los productos que utilizamos, el momento del día en que realizamos la limpieza y la técnica con la que la llevamos a cabo.

Ha llegado el momento de introducir pequeños cambios en la rutina de limpieza que marquen un antes y un después. Aplicar estos consejos no solo hará que la tarea sea más eficaz, sino que también se convierta en algo menos tedioso. Con las herramientas adecuadas y algunos trucos caseros, mantener los cristales limpios durante más tiempo es totalmente posible.

Repetir este sistema cada vez que toques los cristales no solo te ahorrará esfuerzo, sino que también te dará la satisfacción de verlos relucientes por más días. Una mejora sencilla que, sin duda, se notará.

Puedes solucionar los errores que cometemos a la hora de limpiar

La limpieza de cristales es una de las tareas que vamos a hacer una y otra vez. Siendo un elemento para el que debemos empezar a prepararnos desde ya mismo. Podremos conseguir que nuestra casa tenga una mirada mucho más limpia.

Esas ventanas que acabarán siendo el espejo en el que miramos y nos miran. Ese elemento que nos protege del calor y del frío, puede estar a merced de un error que cometemos en demasiadas ocasiones. Sobre todo, si tenemos en cuenta que debemos cuidar al máximo este tipo de detalles como es la limpieza.

Esa limpieza que realizamos con más o menos frecuencia. Dependiendo de nuestra zona o del uso que le damos a la habitación, podemos tener que limpiar más de lo establecido o no. Será cuestión de ponernos manos a la obra con una serie de cambios que serán los que nos alejarán de aquello que realmente teníamos por delante.

Es hora de solucionar los errores que cometemos en casa y que los expertos en limpieza se encargan de anotar. Nunca más volverás a hacer algo que acaba ensuciando más las ventanas.

Este error al limpiar los cristales hace que se ensucie más

La limpieza de cristales acaba siendo una tarea que se complica con el paso del tiempo. Aunque al final, la mejor opción, siempre es apostar por una empresa especializada, podemos conseguir un buen resultado en casa, haciendo caso de los expertos en esta tarea complicada.

Desde Serlin, especialistas en todo tipo de limpieza de cristales, desde los más complejos a sencillos, han convertido esta tarea en su especialidad. Saben el mejor momento del día y del año, además de la frecuencia con el que debemos limpiarlos y además nos dan una serie de consejos desde su blog.

1. Utensilios y productos adecuados. Para la limpieza de cristales necesitaremos un cubo (en el que mezclaremos agua con el producto detergente específico para cristales), un mojador, un limpiacristales de goma y un rascador, además de paños absorbentes de microfibra.
2. Marcos y persianas, antes que nada. Antes de empezar con la limpieza de los cristales, es fundamental retirar el polvo y la suciedad de los marcos y las persianas (en caso de que haya). Para ello, usaremos primero un paño seco, que no deje restos; y, a continuación, limpiaremos marcos y persianas con un paño húmedo con producto detergente limpiacristales diluido en agua.
3. Limpieza de los cristales. Tras humedecer el mojador en la mezcla de agua con detergente limpiacristales, lo pasaremos sobre el cristal a limpiar haciendo movimientos en “S”, de arriba abajo. En este primer paso, también usaremos el rascador de vidrio para eliminar posibles adhesivos o restos de pintura.

Pasaremos el limpiacristales con movimientos también en “S”, para ir retirando el producto. Podemos colocar el mojador justo debajo para que vaya absorbiendo el agua que puede ir cayendo.

Es momento de repasar los detalles: con un paño de microfibra secaremos los restos de agua y producto que hayan podido quedar en las esquinas y bordes, así como en los cristales. Recuerda que el éxito de una buena limpieza está en el secado, ya que así evitamos futuras manchas.

Son detalles que acabarán marcando la diferencia y que pueden ser claves. Limpiar los marcos y persianas después, puede acabar siendo un error que hace que los cristales nos duren limpios menos tiempo. Ante cualquier duda, nunca está de más contactar con un profesional. Ellos acabarán siendo los que nos ayudarán a obtener ese resultado que queremos, la limpieza de unos cristales que nos quedarán como los chorros del oro.