No arruines tus sartenes: el error que todos cometemos en la cocina y que acorta drásticamente su vida
El cambio brusco de temperatura puede deformar las sartenes
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Existen diferentes tipos de sartenes, cada una con características específicas. Las de teflón ofrecen antiadherencia y facilidad de limpieza, pero requieren cuidado para evitar temperaturas extremas y rayaduras. Las sartenes de hierro fundido, aunque pesadas y de calentamiento lento, son duraderas y mantienen una cocción uniforme una vez curadas. Las sartenes de piedra, que combinan teflón con una capa mineral, y las de cerámica, que resisten altas temperaturas, también son opciones a considerar, aunque pueden perder propiedades antiadherentes con el tiempo.
Las sartenes de acero inoxidable son robustas y resistentes a la corrosión y arañazos, ideales para un uso intensivo. Sin embargo, no son antiadherentes por sí mismas, por lo que a menudo se combinan con otros materiales para mejorar su funcionalidad. Independientemente del tipo de sartén, es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante sobre la temperatura de cocción, ya que, por ejemplo, las sartenes antiadherente no están diseñadas para resistir altas temperaturas, de manera que el calor excesivo puede deformarlas y afectar su rendimiento. Por otro lado, evita sumergir sartenes calientes en agua fría, ya que el cambio brusco de temperatura puede dañarlas. Lávalas a mano con estropajos suaves y sécalas bien ante de guardarlas.
El error más común al limpiar las sartenes
Las sartenes son herramientas esenciales en cualquier cocina, pero a menudo cometemos errores que pueden reducir considerablemente su vida útil. Uno de los errores más frecuentes es enfriar las sartenes con agua fría inmediatamente después de usarlas. Aunque este hábito puede parecer inofensivo, en realidad puede causar daños significativos a las sartenes debido al choque térmico.
El choque térmico ocurre cuando una sartén caliente entra en contacto con agua fría, provocando un cambio brusco de temperatura que puede deformar el material de la sartén. La mayoría de las sartenes, ya sean de aluminio, acero inoxidable o hierro, no toleran bien estas variaciones extremas de temperatura.
Este fenómeno puede alterar la forma de la sartén y reducir su capacidad para hacer contacto uniforme con la superficie de cocción, afectando su rendimiento. Para evitar estos problemas, es recomendable permitir que las sartenes se enfríen a temperatura ambiente antes de lavarlas.
Además, otro error común es lavar las sartenes en el lavavajillas. Aunque puede parecer una opción conveniente, los detergentes fuertes y el ambiente abrasivo del lavavajillas pueden dañar el revestimiento de las sartenes.
Es preferible lavarlas a mano con agua tibia y un jabón suave, utilizando una esponja blanda o un paño para evitar rayaduras. Si hay restos de comida pegados, deja las sartenes en remojo con agua caliente y un poco de detergente para aflojar la suciedad antes de limpiarlas.
Consejos para cuidarlas
Para mantener las sartenes en perfectas condiciones y prolongar su vida útil, hay una serie de consejos esenciales que debes seguir. En primer lugar, evita precalentar la sartén vacía por más de uno o dos minutos, ya que esto puede dañar la capa antiadherente. Asimismo, asegúrate de usar un fuego adecuado al tamaño de la base de la sartén; esto maximiza la eficiencia y previene el sobrecalentamiento de los laterales o mangos. En cocinas de gas, las llamas deben estar contenidas dentro de la base de la sartén, y en vitrocerámica, el diámetro del fuego debe coincidir con el fondo de la sartén.
No utilices utensilios metálicos, ni cortantes ni puntiagudos, que puedan dañar el recubrimiento antiadherente. Mejor opta por utensilios de silicona, nylon o madera para evitar ralladuras. A la hora de guardarlas, cuando apiles varias sartenes, coloca protectores entre ellas para evitar rayaduras, y siempre levanta la sartén al moverla para evitar dañar la vitrocerámica o la encimera de la cocina.
La mejor sartén según la OCU
Elegir una sartén de calidad es crucial para mejorar la experiencia en la cocina y garantizar la durabilidad de los utensilios. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) proporciona una guía útil a través de su comparador de sartenes, destacando los modelos más recomendables en el mercado.
Entre los mejores modelos, la Fissler Adamant Confort estaca con una puntuación de 74 sobre 100. Esta sartén alemana combina durabilidad con ligereza y robustez, haciéndola una opción excelente para diversos tipos de cocción. En segundo lugar, el Bra Efficient obtuvo 73 puntos y es conocido por su revestimiento antiadherente Teflon Platinum Plus, ideal para evitar que los alimentos se peguen.
Este set incluye sartenes de diferentes tamaños (20, 24 y 28 cm), lo que lo convierte en una opción versátil. La WMF Permadur Premium, con 72 puntos, destaca por su distribución uniforme del calor y resistencia a los ácidos, siendo especialmente notable su modelo de 28 cm fabricado en aluminio fundido grueso.
Para elegir una sartén de buena calidad, considera el peso, el equilibrio del mango, la forma de los laterales y la resistencia del material. Las sartenes deben tener un peso equilibrado, un mango cómodo y resistente, y un diseño que facilite el uso según tus necesidades de cocción.