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Ni vinagre ni bicarbonato: el truco para quitar las manchas de grasa de los trapos de cocina

Truco para quitar manchas
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Mantener la cocina limpia es todo un desafío, ya que los restos de aceite y grasa son especialmente complicados de eliminar. Muchos hogares recurren a soluciones tradicionales como el vinagre o el bicarbonato, pero la efectividad de ambos productos es limitada. Afortunadamente, existe un truco casero para quitar las manchas de grasa de los trapos de cocina y reducir la proliferación de bacterias.

El vinagre es un ácido suave que ayuda a eliminar residuos minerales y olores, pero no emulsiona la grasa, es decir, no la disuelve ni la separa de las fibras del trapo. Por su parte, el bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que sirve para manchas superficiales y como desodorante, pero tampoco actúa de manera efectiva sobre la grasa. El uso excesivo de vinagre puede además debilitar las fibras de algodón o lino de los trapos con el tiempo, y el bicarbonato puede dejar residuos que requieren varios enjuagues.

El truco definitivo para quitar las manchas

La grasa es una sustancia hidrófoba, de manera que no se mezcla con el agua, y por ello no basta con meter los trapos de cocina a la lavadora para eliminar estas manchas. Hacerlo puede dejar manchas amarillentas persistentes que, con el tiempo, pueden convertirse en un depósito difícil de eliminar y propicio para malos olores. Además, la acumulación de grasa favorece la proliferación de bacterias, por lo que mantener los trapos limpios también es una cuestión de higiene.

El método más recomendado por expertos en limpieza consiste en usar detergentes líquidos concentrados para platos, aplicados directamente sobre las manchas de grasa antes del lavado. Estos detergentes contienen tensioactivos, sustancias químicas diseñadas para emulsionar la grasa y permitir que se mezcle con el agua, facilitando su eliminación.

  1. Vierte una pequeña cantidad de detergente concentrado directamente sobre la mancha.
  2. Utiliza un cepillo de cerdas suaves o tus dedos para distribuir el detergente por toda la mancha.
  3. Espera entre 10 y 15 minutos para que los tensioactivos penetren y descompongan la grasa.
  4. Lava el trapo a la temperatura más alta posible por la etiqueta del fabricante. El agua caliente ayuda a disolver la grasa, aumentando la eficacia del detergente.

Limón

El limón es un ingrediente natural muy útil para la limpieza doméstica gracias a su alto contenido de ácido cítrico, que actúa descomponiendo la grasa y los aceites presentes en los tejidos. Además, aporta un efecto desodorizante, ayudando a eliminar malos olores que suelen acumularse en los trapos de cocina.

  1. Identifica la mancha de grasa y aplica el jugo directamente sobre la zona afectada. Puedes exprimir medio limón y frotar suavemente con un cepillo de cerdas suaves o con los dedos para que el ácido penetre en las fibras.
  2. Deja que el limón actúe durante 10 a 15 minutos, tiempo suficiente para que el ácido cítrico rompa la grasa sin dañar el tejido.
  3. Después, lava el trapo como de costumbre, preferiblemente con agua caliente y detergente líquido.

Este método es especialmente recomendable para manchas recientes o superficiales y para trapos de colores claros, ya que el limón también puede aportar un ligero efecto blanqueador natural.

Sal gruesa

La estructura granulada de la sal gruesa permite que se adhiera a la superficie de las manchas de grasa recientes, absorbiendo parte del aceite antes de que penetre profundamente en las fibras del trapo.

  1. Para aplicarla, espolvorea una cantidad generosa de sal sobre la mancha, cubriéndola completamente.
  2. Luego, con movimientos suaves y circulares, frota ligeramente la sal sobre la grasa. Es importante no frotar con demasiada fuerza, porque podría dañar las fibras, especialmente si se trata de tejidos delicados como lino o microfibra.
  3. Después de frotar, enjuaga el trapo con agua caliente, que ayuda a disolver la grasa que la sal ha absorbido. Finalmente, lávalo en la lavadora como de costumbre.

La sal gruesa tiene la ventaja de desodorizar ligeramente los trapos y es completamente natural, económica y fácil de conseguir.

Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)

El peróxido de hidrógeno, conocido como agua oxigenada, es un potente agente oxidante que puede descomponer manchas de grasa gracias a la liberación de oxígeno activo, que rompe las moléculas de grasa y otros residuos orgánicos, facilitando su eliminación durante el lavado. Este método es especialmente útil para manchas antiguas o muy incrustadas.

  1. Mezcla unas gotas de peróxido de hidrógeno con un poco de detergente líquido y aplica directamente sobre la mancha.
  2. Luego, frota ligeramente con un cepillo suave y deja actuar unos 10 a 15 minutos, tiempo suficiente para que el oxígeno activo penetre en las fibras del tejido y descomponga la grasa.
  3. Por último, lava el trapo como sueles hacer habitualmente, preferiblemente con agua caliente para potenciar el efecto limpiador.

Cabe recordar que este truco con el peróxido de hidrógeno no se debe usar en trapos de colores, ya que puede decolorarlos o alterar la tonalidad del tejido al quitar las manchas. Funciona mejor en trapos blancos o claros, y se puede combinar con detergentes enzimáticos, que potencian la eliminación de grasa y restos orgánicos.

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