Trucos caseros

Ni lejía ni amoniaco: el sencillo truco para quitar el olor a viejo de una casa con productos naturales

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Mujer limpiando su casa con productos naturales. Foto: Ilustración propia.

El olor a viejo de una casa es como una especie de fantasma que se instala de forma persistente, dificultando la sensación de limpieza y renovación del ambiente. Hay muchas causas concretas detrás de este fenómeno, que no siempre se solucionan con productos de limpieza convencionales.

Nuestros aliados, lejía y amoniaco, no resultan ser la única salida ni la más adecuada. Desde alternativas naturales hasta recomendaciones basadas en el comportamiento molecular, hay técnicas que ayudan a neutralizar el olor a antaño sin recurrir a químicos agresivos.

¿Cuál es el truco para quitar el olor a viejo de una casa con productos naturales?

Para dar un poco de contexto, el origen de este olor no depende únicamente del polvo o de la humedad acumulada. Una de las razones más estudiadas está relacionada con la molécula 2-nonenal. Esta sustancia, generada por la oxidación de los ácidos grasos presentes en la piel, se adhiere a tejidos como cortinas, sábanas o tapicerías.

El truco reside en utilizar bicarbonato y carbón activo como absorbentes. Esto se debe a que el bicarbonato de sodio tiene la capacidad de neutralizar olores por contacto directo. Se puede esparcir sobre superficies como alfombras o colocar en pequeños recipientes dentro de armarios, cajones o estanterías.

Para que actúe correctamente, se recomienda dejarlo reposar durante al menos 24 horas antes de retirarlo con un aspirador o paño húmedo.

Esto conlleva una limpieza profunda, incluyendo zonas olvidadas como zócalos, techos, detrás de los muebles o alfombras. La acumulación de polvo en textiles o rincones cerrados es un caldo de cultivo para olores difíciles de erradicar.

El carbón activo es otro de los elementos naturales que absorben los compuestos orgánicos responsables del mal olor. Se presenta en forma de pequeños bloques o gránulos que pueden distribuirse por los espacios más afectados. A diferencia de los ambientadores artificiales, el carbón activo no disimula los olores, sino que los atrapa y elimina.

Otras soluciones caseras para eliminar el olor a viejo de una casa

Otra técnica accesible consiste en utilizar mezclas naturales con capacidad desodorizante. La combinación de vinagre blanco y zumo de limón diluidos en agua crea un limpiador que puede aplicarse con pulverizador sobre superficies textiles o zonas cerradas como armarios.

El vinagre actúa sobre las bacterias que generan el mal olor, mientras que el limón proporciona una fragancia cítrica temporal.

Para su preparación se necesita:

  • ½ vaso de vinagre blanco.
  • ½ vaso de zumo de limón.
  • 1 vaso de agua.
  • Pulverizar sobre las zonas afectadas.
  • Dejar actuar al menos 8 horas antes de limpiar.

Es importante no mezclar este preparado con lejía u otros químicos, ya que puede generar vapores tóxicos. Esta solución es ideal para cortinas, alfombras o incluso para limpiar paredes y muebles de madera.

Aromatizantes naturales para mantener la frescura de tu hogar

Una vez neutralizado el olor a viejo de una casa, conviene incorporar elementos que mantengan la frescura en el ambiente. Para ello, los aceites esenciales son una herramienta útil. Pueden usarse con difusores eléctricos o aplicarse diluidos en agua. La lavanda, el eucalipto o la menta son algunas de las esencias con propiedades desodorizantes.

También es posible preparar bolsitas de hierbas aromáticas secas como canela, romero, clavo de olor o cáscaras de naranja. Estas bolsitas pueden colocarse en cajones, armarios o rincones del hogar donde suele concentrarse el olor.

Algunas combinaciones recomendadas:

  • Cáscara de naranja y clavo.
  • Romero y limón seco.
  • Lavanda y canela.

Estos métodos, además de aportar un aroma agradable, ayudan a repeler insectos y mantener un ambiente más saludable.

Cómo evitar hábitos que perpetúan el «olor a viejo»

Es clave abrir ventanas y puertas de forma habitual, para renovar el aire interior y disminuir la concentración de partículas olorosas. Este gesto sencillo interrumpe la acumulación de compuestos volátiles que contribuyen al olor a viejo de una casa.

La ventilación cruzada, que implica abrir ventanas en extremos opuestos de la vivienda, favorece la circulación eficiente del aire. Por otra parte, también es útil evitar ciertas prácticas que contribuyen a su persistencia:

  • No cerrar habitaciones durante largos periodos.
  • Evitar el uso excesivo de ambientadores artificiales.
  • Cambiar con frecuencia textiles como cortinas, cojines o fundas de sofá.
  • Airear colchones y tapicerías regularmente.
  • Mantener la humedad relativa entre 40% y 60%.

Estos cuidados, aplicados de forma regular, previenen que el olor vuelva a asentarse incluso en viviendas con mobiliario o estructuras antiguas.

El enfoque no debe centrarse únicamente en disimular el olor, sino en identificar las fuentes y aplicar medidas que lo neutralicen de forma permanente. Con constancia y una combinación adecuada de técnicas, es posible transformar cualquier ambiente sin recurrir a productos tóxicos.

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