‘Las meninas’ cambian el Prado por las calles de Madrid
Como ya viene siendo habitual en los últimos años, Las meninas cambian el famoso óleo de Velázquez para ubicarse en distintas calles de Madrid. Evento con gran acogida tanto por los madrileños como por aquellos que están de paso, robando tanto a unos como a otros una sonrisa y una foto de recuerdo.
Estas meninas urbanas, que nos encontramos paseando por las calles más emblemáticas de Madrid, estarán expuestas del 1 de noviembre al 15 de diciembre. Este 2023 se celebra su sexta edición a través de 33 meninas de fibra de vidrio y 1,80 centímetros de altura que hemos visto por las calles de Madrid. Cada una de ellas encierra un mensaje distinto, ya que, partiendo de un único molde, cada autor ha plasmado en ella su propia idea o mensaje. Pero ¿quiénes eran las meninas?
Las meninas hace referencia al sobrenombre del cuadro de Velázquez denominado Retrato de la señora emperatriz con sus damas y una enana de 1656, así se menciona en el inventario del Alcázar de 1666. En 1734, y tras el incendio del Alcázar, será citado como La familia del Señor Rey Phelipe Quarto. Tras su nueva ubicación en el recién construido Palacio Real, se le denomina únicamente como La familia. No será has 1843, en el catálogo realizado por Pedro de Madrazo para el Museo del Prado, cuando se titulará con el nombre que todos conocemos de Las meninas.
Las damas de compañía de la emperatriz Margarita eran las meninas. El término meninas nos llega de Portugal, se recoge por primera vez en el libro Tesoro de la Lengua Castellana de Sebastián Covarrubias -1611-. En él se nombra al «menino», que significa «mi niño» o «meu niño», y que hace referencia a los hijos de señores nobles que desde su niñez entraban en la corte al servicio de la reina, príncipes o infantas.
La protagonista indiscutible del cuadro de Velázquez es la infanta Margarita. Aunque aparecen otros miembros reales, lo hacen en un segundo plano, al igual que el propio Velázquez. Las meninas que atienden a la infanta, situadas a ambos lados de esta, son María Agustina Sarmiento, ofreciéndole agua en un búcaro de barro de estilo mexicano, e Isabel Velasco.
Tanto la infanta como las meninas lucen como vestimenta el llamado guardainfante que, según lo definió el Diccionario de Autoridades, es un «artificio muy hueco hecho de alambres con cintas, que se ponían las mujeres en la cintura, y sobre él se ponían las basquiñas».
El guardainfante fue el atuendo femenino de moda en España durante una parte del siglo XVII. En opinión de los contemporáneos, su origen era francés, aunque allí ya había pasado de moda. Llegó a nuestro país a través de unos cómicos que actuaron en Madrid.
Esta indumentaria era usada, naturalmente, por la familia real y damas muy principales para ocasiones muy señaladas. El guardainfante fue aumentando en tamaño hasta llegar a unas dimensiones desmesuradas. El que Velázquez recoge en Las meninas se denomina «de codos», ya que éstos se podían apoyar sobre la falda.