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El mejor truco para poder congelar tortilla de patatas

Botulismo
No se debe romper la cadena de frio con las tortillas.
Blanca Espada

La tortilla de patatas es quizás uno de los platos más típicos de nuestra gastronomía. Muchos comerían su pincho de tortilla a diario y tampoco puede faltar nunca en nuestras fiestas y celebraciones familiares, pero ¿es posible congelarla? Si tienes pensado preparar tortilla de patatas con antelación o deseas saber qué hacer en el caso de que te haya sobrado un poco, nada como seguir atento a la explicación que ahora te ofrecemos porque te desvelamos el truco que debes conocer para congelar tortilla de patatas. 

Truco para congelar tortilla de patatas

Si has preparado una, o varias tortillas de patatas, y te ha sobrado pero no la vas a comer al día siguiente, posiblemente te entristezca saber qué si la congelas ya hecha, no podrás degustarla con todo su sabor una vez la descongeles, dado que posiblemente quede «aguada» y por mucho que la calientes habrá perdido su jugosidad y textura.

Por ello, no es conveniente congelar una tortilla de patatas aunque tampoco es imposible. El truco para hacerlo consiste en congelarla por separado. Sí sí, como lo oyes. Por separado.

De este modo, lo único que debes hacer es preparar las patatas como de costumbre. Las cortas a cuadrados o a dados (o como las suelas cortar habitualmente) y después las echas en la sartén con aceite caliente. Añades una pizca de sal y si te gusta, no te olvides de añadir también la cebolla troceada.

Una vez la patata y la cebolla estén doradas, las sacas y las escurres bien, dejándolas en un plato con un papel de cocina para que escurra bien el aceite y a continuación, cuando ya estén del todo escurridas, las pasas a un bol en el que habrás batido los huevos (a los que les puedes añadir una pizca de pimienta y sal).

Mezclas bien y entonces dejas que se empape la patata bien con el huevo. A continuación, pasas la mezcla a un táper, dejas un espacio para poder poner la tapa y que quede bien cerrado, y dejas que se enfríe a temperatura ambiente. Una vez esté frío, metes el táper al congelador.

De este modo, la tortilla de patatas quedará congelada y podrás saborearla cuando te apetezca. El día que quieras descongelarla, sacas el táper la noche anterior y lo metes en la nevera para que se descongele de forma natural, pero nunca a temperatura ambiente si no quieres que el huevo se acabe contaminando de bacterías como la salmonella.

Abre el táper y toca la patata, si ves que está muy seca, puedes añadir un huevo. Mezclas bien y entonces sólo la tienes que cuajar en una sartén con un poco de aceite caliente pero sin cocinarla demasiado tiempo.

Y ¡Listo!. De este modo tan sencillo habrás congelado y descongelado tu tortilla de patatas y podrás decir que sabe como si la acabaras de hacer.

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