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Madrid tiene un mirador estelar ideal para ver el eclipse lunar de marzo

Madrid tiene un mirador estelar ideal para ver el eclipse lunar de marzo
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A finales de marzo, el calendario marca una fecha especial debido al primer eclipse lunar del año. Este fenómeno ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando sombra sobre esta última y dándole un tono que puede variar del amarillo al rojo, debido a los reflejos solares. Durante el eclipse, la Luna sigue siendo visible, pero no por su propia luz, lo que lleva a denominarlo a veces como «Luna de Sangre».

El eclipse lunar está programado para el 25 de marzo y se presentará en dos etapas: primero, la fase penumbral, seguida de una fase parcial. Durante la fase penumbral, la Luna se oscurece en su totalidad debido a la sombra proyectada por la Tierra, mientras que en los eclipses parciales, esta oscuridad solo afecta a una parte de la Luna.

Eclipse lunar de marzo

El eclipse lunar del 25 de marzo será una experiencia agridulce para los entusiastas de la astronomía en España. Aunque técnicamente será observable en todo el país, su visibilidad será difícil debido a la oscuridad de la superficie lunar y, especialmente, a su horario temprano por la mañana, cuando la Luna ya no brilla con intensidad.

El fenómeno comenzará alrededor de las 05:53 horas y alcanzará su punto máximo a las 06:12 horas. A pesar de estas dificultades, el eclipse será visible en toda la Península Ibérica, así como en las Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Además, esta vez, el espectáculo astronómico podrá ser disfrutado desde toda Europa, América, el este de Asia y Oceanía.

Mirador estelar de Madrid

Ubicado en el Parque de La Gavia – La Atalayuela, en Villa de Vallecas, se encuentra este peculiar mirador. Denominado como el nuevo pulmón verde de Madrid, tiene una extensión de 36 hectáreas y más de 3.300 árboles.

Diseñado para que cualquier persona pueda disfrutar y aprender sobre las estrellas y constelaciones, este mirador fomenta la curiosidad por la astronomía de una manera sencilla, original y accesible. Paneles informativos y mapas distribuidos por la zona facilitan la identificación de los cuerpos celestes.

El mirador ofrece herramientas útiles, como barras que guían la mirada desde los asientos, cada uno nombrado con una constelación zodiacal, hasta un planisferio celeste, un mapa giratorio que permite identificar las estrellas visibles en un momento determinado. De esta manera, es posible observar y reconocer fácilmente las distintas estrellas y constelaciones en el cielo.

El propósito de este «mirador celeste al aire libre» es fomentar el interés por observar el firmamento y adquirir conocimientos astronómicos. En las áreas urbanas, contemplar las estrellas puede resultar difícil debido a la contaminación lumínica, que dificulta la visión del cielo nocturno. Por lo tanto, este mirador, ubicado en un amplio espacio abierto y alejado de las zonas residenciales, se convierte en un lugar ideal para disfrutar de la observación estelar.

Eclipses lunares

Durante un eclipse lunar, la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre la superficie lunar. Este fenómeno ocurre únicamente durante la noche, cuando la Luna está en la fase adecuada para alinearse con la Tierra y el Sol.

La sombra de la Tierra oscurece la Luna, haciéndola parecer más tenue y a veces adquiriendo una tonalidad roja notable. Este efecto se debe a que la luz solar, al atravesar la atmósfera terrestre, dispersa la luz azul y dirige la luz roja hacia la Luna.

La intensidad del color rojo en la Luna durante un eclipse depende de su ubicación en la sombra terrestre. Cuando está en la parte más oscura de la sombra, llamada umbra, la Luna se ve de un rojo intenso, mientras que en la sombra parcial, o penumbra, adquiere un tono rojizo más claro.

Tipos

Existen tres tipos de eclipses lunares, cada uno caracterizado por el nivel de ocultación de la luz que proyecta la Tierra sobre la Luna. El primero es el eclipse penumbral, donde la Luna pasa por las afueras de la sombra terrestre, conocida como penumbra. Este tipo de eclipse apenas se percibe desde la Tierra, ya que la Luna no se oscurece notablemente.

El segundo tipo es el eclipse lunar parcial, que es más perceptible que el penumbral. En este caso, la Luna atraviesa el centro de la sombra de la Tierra, pero no se oscurece por completo. Solo una parte de la Luna se oscurece, ya que solo entra en la umbra, la región de la Tierra que está completamente oscurecida por la Luna durante el eclipse.

Por último, el eclipse lunar total, en el cual toda la Luna se oscurece desde la perspectiva terrestre. En este caso, la Luna entra completamente en la umbra de la Tierra, lo que resulta en una apariencia rojiza debido a la dispersión de la luz solar a través de la atmósfera terrestre.

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