Los japoneses tienen el secreto para dormir bien: una sopa

¿Conoces el secreto de los japoneses para dormir bien?  El insomnio, según datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye un desafío de salud pública que afecta al 40% de la población a nivel global. Para determinar la calidad del sueño, se consideran tres factores principales: la duración adecuada, que oscila entre 7 y 9 horas en adultos para sentirse descansados al día siguiente; la continuidad del sueño, que debe ser estable y sin interrupciones; y la capacidad de alcanzar fases de sueño profundo, que garantizan un descanso reparador.

Los trastornos del sueño representan alteraciones en los patrones de dormir, pudiendo impactar negativamente en la salud global, la seguridad y el bienestar de los individuos. La privación del sueño, por otro lado, puede comprometer la habilidad para conducir de manera segura y aumentar la vulnerabilidad a otros problemas de salud.

El secreto de los japoneses para dormir bien

Los japoneses han desarrollado hábitos nocturnos que les permiten alcanzar un estado de serenidad y plenitud antes de irse a dormir, lo que contribuye a despertarse con máxima vitalidad y, por ende, a ser más felices.

Una de las prácticas comunes en la cultura japonesa es consumir la sopa de miso antes de irse a dormir. Esta sopa, elaborada con caldo dashi, pasta de miso, tofu, algas y otros ingredientes, se considera un alimento reconfortante que ayuda a relajar el cuerpo y la mente, preparándolos para el descanso nocturno.

Además, los japoneses suelen darse baños de agua caliente antes de acostarse. Este ritual no solo ayuda a relajar los músculos, sino que también activa la circulación, favorece la conciliación del sueño y promueve un descanso más profundo, lo que les permite despertarse renovados y con más energía para enfrentar el día siguiente.

Otro aspecto importante de los hábitos de sueño japoneses es la duración adecuada del descanso. Por lo general, se aseguran de dormir entre 7 y 8 horas cada noche, siguiendo las recomendaciones de la OMS para mantener una vida saludable y ser felices.

Sopa de miso

La sopa de miso es un plato emblemático de la gastronomía japonesa, elaborado a partir de un caldo dashi y pasta de miso, que le otorga su nombre distintivo. Se destaca por su versatilidad, ya que los ingredientes y la preparación pueden variar según la región y la temporada en que se prepare.

La base de la sopa de miso se compone de dos elementos esenciales: el dashi, que proporciona el fondo característico de la sopa, y el miso, una pasta aromatizada de soja que se disuelve en el dashi. Usualmente, se emplean dos tipos diferentes de miso: el shiro-miso, de color blanco, suave y con bajo contenido de sal, o el aka-miso, de color rojo, más fuerte y salado.

Entre los ingredientes más comunes que acompañan a la sopa de miso se encuentran el tofu cortado en cubos, las algas wakame y la cebolleta o puerro. Sin embargo, puede variar en función de la preferencia y disponibilidad, incluyendo verduras como papas, zanahorias, daikon, repollo, así como carnes, pescados o setas.

Esta sopa es un acompañamiento básico en la mesa japonesa y se sirve tanto en desayunos como en almuerzos y cenas. Generalmente, no se sirve como plato único, sino que acompaña al arroz blanco y uno o dos platos más. En Japón, es común consumirla como parte del desayuno junto con arroz blanco.

A la hora de servirla, lo más común es presentar la sopa de miso en pequeños cuencos, que permiten beberla directamente sin necesidad de cuchara, mientras que los ingredientes sólidos se consumen con palillos.

Receta

Para preparar una reconfortante sopa de miso y wakame, primero se debe elaborar un sabroso caldo de verduras que servirá como base. Se comienza pelando y troceando una cebolla, luego se retiran las dos primeras capas del puerro y se corta en rodajas. En una olla con aceite de oliva caliente, se sofríen la cebolla y el puerro con una pizca de sal durante unos 10 minutos.

Una vez que las verduras estén pochadas, se añade agua, el resto de las verduras troceadas y una pizca de pimienta negra molida. Se lleva a ebullición y se cuece a fuego lento durante 40-45 minutos sin tapar. Después, se cuela el caldo y se reserva.

Mientras tanto, se hidrata el alga wakame en agua durante unos 3 minutos. En otro recipiente, se calienta el caldo de verduras y se añade la cucharadita de alga kombu en polvo, removiendo bien. Se incorpora el wakame escurrido y se deja hervir durante unos 5 minutos.

Luego se retira del fuego y se agrega la cucharadita de miso, asegurándose de hacerlo fuera del calor para conservar sus enzimas. Opcionalmente, se puede añadir un cebollino picado para darle un toque de frescor. Con estos pasos, estará lista una deliciosa sopa de miso y wakame para cenar y dormir bien.