Los expertos aclaran el motivo por el que cada vez que te vas de vacaciones te pones malo: tiene sentido
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El fenómeno conocido como «efecto de bajada» puede afectar a aquellos que, tras periodos intensos de trabajo, esperan con ansias unas vacaciones. Este fenómeno se manifiesta cuando los niveles de cortisol y adrenalina, hormonas del estrés, disminuyen bruscamente al entrar en un período de descanso, dejando al sistema inmunológico expuesto y aumentando la susceptibilidad a infecciones menores y fatiga extrema.
Además, pueden surgir dolores musculares y problemas de salud mental, como ansiedad. Para contrarrestar estos efectos, se sugiere mantener un ritmo más pausado antes y durante las vacaciones, cuidar la salud y realizar actividades físicas o mentales gradualmente al inicio del periodo de descanso.
¿Por qué te pones malo cada vez que te vas de vacaciones?
Caer enfermo justo al comenzar las vacaciones después de periodos de estrés y trabajo intenso no es una simple casualidad. La explicación radica en la elevación constante de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, durante la rutina diaria.
Estas hormonas, que tienen funciones antiinflamatorias y estimulan el sistema inmunológico, se mantienen elevadas debido al estrés cotidiano. Cuando llegan las vacaciones y disminuye el estrés, los niveles de cortisol y adrenalina bajan bruscamente, dejando al sistema inmunológico expuesto y aumentando la propensión a enfermedades. Por lo tanto, regular el estrés diario y buscar la calma puede ayudar a prevenir enfermedades durante el periodo de descanso.
Con el fin de evitar dolencias durante las vacaciones, es esencial seguir ciertos consejos que contribuyen al bienestar físico y mental. Para empezar, es recomendable planificar el trabajo en los días previos al descanso, lo que ayuda a minimizar el estrés asociado con la transición. Además, es aconsejable evitar actividades agotadoras antes de las vacaciones, permitiéndote reducir el ritmo y preparar gradualmente tu mente y cuerpo para el descanso.
Una planificación anticipada de los preparativos del viaje también es clave para evitar nervios de último momento. Tareas como hacer la maleta con calma pueden realizarse de manera relajada, contribuyendo a un inicio tranquilo de las vacaciones. Asimismo, es aconsejable mantener ciertas rutinas al comienzo del periodo vacacional, como levantarse por la mañana a la hora habitual de trabajo, lo que ayuda a evitar descompensaciones en el cuerpo.
Además, durante las vacaciones, es beneficioso planificar actividades que mantengan la mente ocupada para evitar el aburrimiento. Es importante descansar y relajarse, pero cambiar bruscamente las rutinas puede afectar negativamente al cuerpo.
Migraña vacacional
Por increíble que parezca, la migraña puede convertirse en la compañera no deseada de las vacaciones, manifestándose en el primer día de descanso. Las alteraciones en los horarios de comida, el consumo de bebidas frías, la falta de descanso y las dificultades para conciliar el sueño son factores que desencadenan episodios de cefaleas en verano. Además, el cambio de estrés laboral a la relajación de las vacaciones y las largas horas de viaje también influyen en el aumento de las migrañas.
Para prevenir la aparición de cefaleas durante las vacaciones, se aconseja realizar cambios graduales en los hábitos de sueño y comidas. Evitar la transición abrupta de un período de estrés laboral a la inactividad total es recomendable, sugiriendo tener una última semana de trabajo más relajada. En cuanto a la alimentación, mantener una dieta equilibrada y evitar los excesos también contribuye a la prevención de las migrañas.
Consejos para reducir el estrés en el trabajo
Las causas del estrés laboral son diversas y afectan a cada persona de manera única. Entre las fuentes comunes de estrés en el lugar de trabajo se encuentran la carga de trabajo, que puede implicar largas jornadas y una carga pesada de responsabilidades.
La gestión deficiente también puede ser una fuente significativa de estrés, ya sea por la falta de participación en la toma de decisiones, la desorganización o políticas que no favorecen el equilibrio entre la vida laboral y personal. Además, los conflictos interpersonales, ya sea con superiores o colegas, son una fuente común de tensiones.
Es fundamental prestar atención a las señales de estrés laboral, como dolores de cabeza frecuentes, malestar estomacal, dificultades para dormir, problemas en las relaciones personales, insatisfacción en el trabajo y manifestaciones frecuentes de ira. Para contrarrestar los efectos del estrés laboral en tu salud, hay diversas acciones que puedes tomar para manejarlo de manera efectiva.
Primero, tómate un descanso cuando sientas estrés o frustración en el trabajo. Incluso un breve receso puede ayudar a refrescar tu mente y mejorar tu bienestar. Otra estrategia importante es establecer metas realistas. Evita asumir más trabajo del que puedas manejar razonablemente.
Organízate eficientemente. Inicia cada día creando una lista de tareas pendientes, clasificándolas según su importancia y resolviéndolas de arriba hacia abajo. Este enfoque te ayudará a mantener el control y la eficiencia en tu trabajo diario.
Y no olvides reservar tiempo para hacer cosas que disfrutas. Dedica un espacio en tu semana para actividades placenteras, como hacer ejercicio, leer un libro o o ver una película.
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