Los errores que más cometemos al usar el horno y cómo solucionarlos
No precalentar, no elegir bien el recipiente de uso o no colocar a la altura adecuada son algunos de los errores más comunes a la hora de usar el horno.
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El horno es uno de esos electrodomésticos que utilizamos prácticamente a diario, ya que nos hemos acostumbrado a preparar en él los alimentos que disfrutamos, tanto en el almuerzo como en la cena. Ahora bien, es importante ser conscientes acerca de ciertos errores al usar el horno que no sólo ponen en peligro el estado del aparato, sino también tu salud y la de tu familia.
Lo cierto es que, sobrepasados por la rutina, puede que no prestemos demasiada atención al relativo mantenimiento que requiere el horno, y es que si bien no nos demandará tiempo todos los días, eventualmente sí tendremos que dedicarle unos minutos para evaluar sus condiciones.
Dicho esto, vamos a repasar los errores más comunes al utilizar el horno, varios de los que todos cometemos en casa, y que tenemos que remediar cuanto antes para que no traigan consecuencias indeseadas. Al fin y al cabo, si los previenes con anticipación, no hay de qué preocuparse.
¿Qué errores más frecuentes hacemos al usar el horno?
No precalentar el horno
Si sueles seguir los programas y cuentas de Instagram de cocineros profesionales, probablemente habrás visto que recomiendan siempre precalentar el horno antes de introducir la comida.
Se trata de una técnica que además de ser fundamental para conseguir el punto justo de algunos alimentos, logra que la cocción sea uniforme, pareja, que no queden partes frías, duras ni crudas.
Una altura inadecuada
El horno posee distintos niveles que puedes aprovechar para cocinar tus alimentos, pero no todos ellos guardan las mismas características ni tienen las mismas utilidades.
Mientras que la parte alta del horno acumula una mayor densidad de calor o flujo térmico, la parte baja es perfecta para esos alimentos que queremos cocinar lentamente, como las carnes.
Abrirlo repetidamente
Tienes que hacerte la idea de que cada alimento necesita de un proceso a través del cual alcanza el punto deseado. Si constantemente lo interrumpes abriendo el horno, acabarás por echarlo a perder.
No usar buenos materiales
No todos los materiales son aptos para su uso en horno, sino que podemos contarlos con los dedos de las manos, y entre ellos están el aluminio, el acero inoxidable y el metal.
Otros materiales son malos conductores del calor, y pueden arruinar tus comidas en segundos.
No limpiarlo adecuadamente
Por último, pero no por ello menos grave, tener el horno sucio significa que éste tendrá que hacer un mayor esfuerzo por calentarse, que tus alimentos pueden terminar salpicados de grasa vieja y, en el peor de los casos, que podrían producirse llamas si el fuego entra en contacto con la mugre.
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