Conoce a los escarabajos blancos
A los escarabajos del género Cyphochilus se les conoce como escarabajos blancos. Son unos artrópodos epqueños de la clase Insecta, que provienen del sureste asiático y que llaman la atención por las escamas blancas que cubren su exoesqueleto. A estos animales se les conoce como el animal más blanco que se conoce, siendo su cuerpo más puro que la mayoría de sustancias blancas artificiales. Algunos de los estudios que se han realizado dicen que son más blancos que la leche o dientes humanos.
El animal más blanco que se conoce
La cubierta de escamas blancas la forman microfilamentos de esclerotina únicamente de ≈ 5-7 μm, altamente empaquetados y una disposición tridimensional aleatoria.
Su microestructura tiene como contraposición el bajo índice de refracción de la esclerotina y esto hace posible que el cuerpo de estos escarabajos se disperse por todas las longitudes de onda con idéntica eficacia, lo que da lugar al color blanco.
El exoesqueleto por debajo de las escamas es de color negro como decíamos antes y la cubierta, incluso así, genera el color blanco más puro que se conoce entre los animales. Se piensa que esta tonalidad la han desarrollado para camuflarse entre los hongos blancos, que tan habituales son entre sus habitats naturales.
La eclerotina, un polímero proteico del que deriva la quitina no solo es exclusiva de los escarabajos blancos. Podemos verla también en gran parte de los artrópodos formando parte de la composición de su exoesqueleto a la hora de aumentar la rigidez en varias zonas, como las partes de mayor dureza del exoesqueleto.
«Con la tecnología actual, nadie es capaz de producir un recubrimiento tan blanco en el de la capa tan delgada de estos escarabajos», explica a la agencia SINC Silvia Vignolini, perteneciente al Laboratorio Cavendish en Cambridge, desde el que dirige las investigaciones. «Con el fin de sobrevivir, necesitan optimizar su respuesta óptica, pero a la vez deben utilizar tan poco material como sea posible para ahorrar energía y poder volar. Curiosamente, lo consiguen mediante la quitina, que tiene un índice de refracción relativamente bajo».
De los escarabajos sabemos como se puede mejorar la dispersión de las estructuras al cambiar la geometría y también nos dicen que no es necesario añadir partículas blanqueantes en la pintura cuando se quiere conseguir un recubrimiento ultrablanco. Los autores de esta investigación piensan que sus resultados tienen aplicaciones en el diseño de los materiales, caso del papel, plástico y pinturas más blancos, donde hay menor cantidad de material.
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