Los toros de Núñez del Cuvillo devuelven la emoción y el peligro a los encierros
Los toros parecen haber escuchado las protestas de ayer de los corredores de San Fermín, que se quejaban de la falta de emoción de los encierros del San Fermín de 2019. Este viernes ha vuelto el peligro que al parecer buscaban con las reses de la ganadería de Núñez del Cuvillo.
Ha sido tan rápido como los anteriores, pero la manada se ha disgregado desde el principio e incluso algunos toros han caído sobre el empedrado, con el consiguiente descuelgue en Estafeta que ha permitido a los mozos más atentos lucirse tal y como reclamaban en las sentadas de protesta del jueves.
El primer parte médico sólo da cuenta de momento de un corredor herido por asta en la pierna izquierda a la altura de Santo Domingo mientras se contabilizan los mozos contusionados en las caídas que se han registrado durante el recorrido, completado en dos minutos y 18 segundos.
En su décima participación en la fiestas en honor a San Fermín, lo astados de la ganadería gaditana han partido, como es habitual de los corrales de Santo Domingo agrupados y encabezados por los cabestros, pero a diferencia de lo que ha sucedido en los días precedentes han realizado la carrera divididos, en algunos momentos en tres grupos.
La manada ha quedado dividida en tres partes, con dos toros y cabestros por delante, otros dos toros en mitad de carrera y finalmente, muy cerca, los dos últimos toros cerrando el encierro. Esto ha permitido que los mozos pudieran tener más opciones de correr delante de las astas de los toros. Se han producido varias caídas en el callejón, pero no ha habido mayores incidencias y los astados han accedido rápidamente a los chiqueros.
Los toros serán lidiado a las 18.30 horas por los diestros Antonio Ferrera -que sustituye a Andrés Roca Rey-, Miguel Ángel Perera y Cayetano.
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