La periodista Patricia Betancort sobre su novela ‘La reina amazona’: «Me atraía hacer una historia con tintes de realidad»

@EFE
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La periodista y presentadora Patricia Betancort se ha lanzado al mundo de la literatura, más concretamente, al mundo de la novela. Ha publicado ‘La reina amazona’ (La Esfera de los Libros), una historia romántica que está ambientada a principios del S. XX. Una historia cargada de secretos familiares que se esconden en un diario y que pueden desencadenar toda una serie de acontecimientos imprevisibles. La acción está movida por el amor, como casi todo en el mundo, pero, además, hay mucha verdad y mucho misterio. Betancort se ha estrenado entrando por la puerta grande, la de la ficción.

Según ha explicado, a la periodista le movía la curiosidad por algunos hechos y personajes históricos», dos aspectos por los que se ha dejado llevar a la hora de conformar la novela. «A través de ciertos historiadores, me llegó un rumor sobre un personaje histórico de la realeza. A partir de aquí, empecé a investigar y apoyándome en lo que iba conociendo, empecé a construir una ficción sobre una pasión oculta de mujer…».

Explica también que le «atraía hacer una ficción con tintes de realidad. Me atrajo la época y sobre todo ella, por lo que la rodeaba, por su pasión en todo lo que hizo». «Fui hilando la historia, creando personajes y dando forma a esos pilares con un halo de misterio y un final inesperado…», ha explicad0 recientemente la autora en una presentación de ‘La reina amazona’.

Zarautz, 1916

La acción se desarrolla en Zarautz, en el año 1916, y cuanta la historia de la joven Isabel acompaña a su abuela durante sus últimas horas de vida. Sus padres murieron siendo ella un bebé y sus abuelos fueron su única familia. Pese a la pérdida, ellos la criaron rodeada de amor y bienestar, entre Madrid y San Sebastián, carreras de caballos y un prestigioso internado inglés.

Nada le hace pensar a Isabel que su vida esconda ningún misterio, explican desde la editorial, pero la última conversación con su abuela despierta en ella la confusión. Quizá el diario de juventud de su abuela y las cartas del abuelo le ayuden a aclarar las brumas del pasado.

«Me encantan las novelas románticas, y el siglo XIX es una época que tanto a través de la literatura, como de las películas siempre me ha atraído, por el Romanticismo, como movimiento cultural y artístico», explica la autora. Y añade que, además, «es innegable, en mi opinión, que muchos escritores y escritoras dejaron huella al reflejar de forma magistral unas historias de amor que, más de un siglo después, a mí me conmueve como lectora. Orgullo y prejuicio de Jane Austen, Cumbres borrascosas de Emily Brönte, La dama de las camelias de Alexandre Dumas, Madame Bovary de Gustave Flaubert…».

«He visitado bibliotecas y he leído mucho sobre esos años»

Confiesa también que para llevar a cabo la novela ha perpetrado «un trabajo de mucha lectura e investigación: he visitado bibliotecas y he leído mucho sobre esos años». Pero, además, se ha sumergido en los escenarios de la historia para contarla con la mayor fidelidad de la que se es capaz. «También he conocido los escenarios que aún conservan magia a pesar del paso de los años, de cara a darle credibilidad a la historia», explica.

También ha estado con «la familia de mi profesor de inglés Marc, con el que además de conocer la campiña inglesa y paisajes de la novela para relatar las escenografías de estos personajes, fui a las carreras de caballos en el Hipódromo de Madrid y me acercó al mundo del caballo. En cuanto a Zarautz, estuve un verano y reconozco que me cautivó y me recreé en ese ambiente para sentir realmente en mi piel esos lugares».

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