Nuevos telescopios espaciales que llegan en 2026: qué podrán descubrir
Nuevos telescopios espaciales que llegan en 2026: capacidades, avances y descubrimientos que permitirán avanzar en la carrera espacial.
Telescopios de nueva generación
Próximas generaciones de telescopios
¿Cómo funciona un telescopio?

El año 2026 probablemente abrirá una nueva edad de oro para la astronomía. Se prepara una nueva flota de observatorios espaciales que está lista para despegar. Estos instrumentos están diseñados con tecnologías de última generación y permitirán responder muchas preguntas.
El próximo año marcará un punto de inflexión en la exploración espacial gracias al lanzamiento de varios nuevos telescopios espaciales diseñados para observar el Universo con una precisión sin precedentes. Estas misiones permitirán estudiar desde la formación de galaxias hasta la búsqueda de planetas similares a la Tierra, complementando la observación del cielo que ya realizamos desde nuestro planeta. Mientras tanto, fenómenos cercanos como los cometas más visibles este mes siguen recordándonos que el espacio está en constante movimiento.
Nancy Grace Roman: el cartógrafo del cosmos
El telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA está programado para finales de 2026. Su misión es monumental: realizar un censo cósmico. Tiene un campo de visión excepcionalmente amplio, cien veces mayor que el telescopio Hubble.
El Roman dedicará años a mapear miles de millones de galaxias y estrellas. Sus objetivos científicos son ambiciosos:
- Buscar exoplanetas. Empleará una técnica llamada “microlente gravitacional” que podrá descubrir planetas que orbitan lejos de sus estrellas.
- Investigar la energía oscura. Estudiará la luz de las supernovas y la distorsión de la luz en galaxias lejanas. Esto ayudará a medir la influencia de la energía oscura.
- Rastrear la materia oscura. Ayudará a cartografiar la distribución de la materia oscura.
PLATO: el cazador
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará a PLATO, un telescopio específicamente diseñado para encontrar y estudiar planetas similares a la Tierra. Comprende un conjunto de 26 cámaras pequeñas que monitorean el brillo de hasta un millón de estrellas.
Buscará diminutas atenuaciones en la luz de una estrella. Estas ocurren cuando un planeta pasa frente a ella. El objetivo principal es localizar planetas rocosos en la “zona habitable” de sus estrellas, es decir, la región donde las temperaturas podrían permitir la existencia de agua líquida en la superficie.
Los datos de PLATO serán fundamentales para seleccionar los objetivos más prometedores para el telescopio James Webb. Luego este podrá analizar las atmósferas de estos mundos lejanos.
Xuntian: el observatorio de China
China se unirá a la élite de la astronomía espacial con Xuntian, el Telescopio de la Estación Espacial China. Este observatorio cuenta con un espejo de 2 metros de diámetro que combina la potencia del Hubble con un campo de visión mucho más amplio.
Su gran ventaja es que orbitará cerca de la nueva estación espacial china, Tiangong. Esto hará posible que los taikonautas realicen visitas de mantenimiento y actualizaciones, extendiendo la vida útil del aparato durante muchos años más.
Xuntian tiene objetivos científicos diversos: estudiar la formación de estrellas y la estructura de nuestra galaxia, medir con precisión la tasa de expansión del universo y observar las propiedades de la materia oscura y la energía oscura, entre otros.
Aspera y SunRISE: los pequeños gigantes
Algunas de las misiones más interesantes de 2026 no se realizarán con telescopios gigantes, sino con algunas versiones más compactas. Las más destacadas son las siguientes.
Aspera
Es un pequeño satélite del tamaño de una caja de zapatos. Su misión es resolver un misterio cósmico: localizar la “materia bariónica faltante”. Esta es un gas caliente y difuso que se sabe que existe entre las galaxias, pero que ha sido increíblemente difícil de detectar. Usará un pequeño telescopio ultravioleta y mapeará este gas.
SunRISE
SunRISE consiste en seis pequeños satélites que volarán en formación, actuando como un solo radiotelescopio gigante. Su objetivo es estudiar el Sol. Más específicamente, las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal que generan el clima espacial.
La observación de las ondas de radio que emanan de estas explosiones, le permitirá a SunRISE predecir mejor las tormentas solares que puedan afectar a los satélites, las redes eléctricas y las comunicaciones en la Tierra.
Los descubrimientos interconectados
Lo más interesante de esta nueva generación de telescopios es que no trabajarán de forma aislada. Los datos del telescopio Roman se complementarán con las observaciones de tránsitos de PLATO y los estudios atmosféricos del James Webb.
Xuntian proporcionará un contexto galáctico y cosmológico. Entre tanto, misiones pequeñas como Aspera y SunRISE resolverán enigmas específicos, pero fundamentales.
Otras misiones
Además de estos grandes observatorios, en 2026 despegarán misiones más pequeñas pero igualmente importantes, como Pandora, centrada en el estudio de atmósferas de exoplanetas. Este tipo de proyectos demuestra que la nueva generación de telescopios espaciales no solo busca imágenes espectaculares, sino también datos precisos sobre la composición química de mundos lejanos. Muchas de estas iniciativas forman parte de las misiones espaciales que despegan ese año.
Para los aficionados a la astronomía, estos avances también tienen un impacto directo. Los descubrimientos realizados por estos telescopios ayudan a mejorar nuestras observaciones desde Tierra y a contextualizar lo que vemos a simple vista o con pequeños instrumentos. Por eso, combinar la información científica con una buena guía astronómica de diciembre permite disfrutar aún más del cielo nocturno.
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