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No está ni vivo ni muerto: shock en Japón por el animal que han encontrado

Animal en Japón
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La ciencia sigue ofreciéndonos sorpresas que desafían los conocimientos establecidos . En esta ocasión, un grupo de investigadores ha identificado en Japón un animal microscópico que no encaja del todo en las categorías biológicas conocidas. Este ser, bautizado como «Sukunaarchaeum mirabile», representa un enigma fascinante: tiene cualidades que lo asemejan tanto a los virus como a los organismos celulares, dejando a los científicos ante un dilema sobre si puede ser considerado vivo bajo los criterios actuales.

Este descubrimiento fortuito se produjo mientras los científicos analizaban el genoma de un tipo de plancton marino. Fue entonces cuando emergió una secuencia genética completamente inédita que no correspondía a ningún organismo previamente catalogado. Lo que inicialmente parecía una curiosidad genética se ha convertido en una pista crucial para entender los orígenes de la vida tal como la conocemos.

El curioso animal hallado en Japón

«Sukunaarchaeum mirabile» no es un organismo cualquiera. Su estructura y funcionamiento han desconcertado a la comunidad científica porque no se ajusta a los patrones convencionales que se utilizan para para clasificar a los seres vivos. A pesar de ser un microbio unicelular, presenta un comportamiento híbrido: es capaz de sintetizar ribosomas y ARN mensajero, funciones propias de cualquier célula, pero carece de metabolismo propio, un rasgo que comparte con los virus.

Ésta extraña combinación ha llevado a los científicos a considerar que podría tratarse de una forma intermedia entre los virus y los organismos celulares complejos. Este punto intermedio podría arrojar luz sobre las etapas más primitivas de la evolución biológica, situándose como una posible pieza clave en el rompecabezas del origen de la vida. Según el equipo de investigación, estamos ante una forma de existencia con una dependencia extrema, al borde de lo que podríamos considerar una entidad viva.

El hallazgo en un genoma ajeno

El descubrimiento de éste curioso microbio fue totalmente accidental. Ocurrió durante un estudio genético del plancton marino «Citharistes regius». Los investigadores, al analizar secuencias del ADN de este organismo marino, detectaron una firma genética que no pertenecía al plancton. Esta secuencia desconocida resultó ser el genoma de un ser nunca antes descrito.

Tras un análisis exhaustivo, se confirmó que el animal hallado en Japón pertenece al dominio Archaea, uno de los tres dominios principales de la vida, junto con Bacteria y Eukarya. Los arqueas son microorganismos antiguos, muchos de ellos adaptados a ambientes extremos, y considerados antecesores de las células eucariotas. Sin embargo, esta nueva especie arquea rompe con los esquemas incluso dentro de su propio dominio, mostrando una simplificación extrema que descoloca los criterios clasificatorios actuales.

Una maquinaria celular mínima

Uno de los aspectos más impactantes de «Sukunaarchaeum mirabile» es su genoma extraordinariamente reducido. Con apenas 238.000 pares de bases, posee el genoma más pequeño registrado entre los miembros conocidos del dominio Archaea. Este dato es especialmente llamativo si lo comparamos con otros microorganismos, ya que incluso algunos virus superan esta cifra en complejidad genética.

El análisis funcional del genoma reveló que únicamente contiene genes esenciales para tres funciones: replicación, transcripción y traducción del ADN. Es decir, puede copiar su material genético, generar ARN mensajero y sintetizar algunas proteínas, pero no tiene capacidad de producir energía por sí mismo ni de llevar a cabo procesos metabólicos independientes. Este nivel de dependencia funcional es inédito entre los arqueas y lo acerca más a los virus, que también necesitan de una célula hospedadora para replicarse.

El dilema: ¿vivo o no vivo?

El descubrimiento ha reavivado un viejo debate en biología: ¿cuáles son los criterios mínimos para considerar a una entidad como un ser vivo? Tradicionalmente, se ha establecido que un ser vivo debe tener un metabolismo autónomo, capacidad de crecimiento, reproducción y respuesta a estímulos. Sin embargo, entidades como los virus, que no cumplen con todos estos requisitos, siguen generando controversia sobre su estatus.

«Sukunaarchaeum mirabile» representa un punto intermedio inédito. A diferencia de los virus, produce sus propios ribosomas, lo cual implica que puede sintetizar proteínas. Pero al igual que los virus, depende de otro organismo para obtener energía y continuar su ciclo vital. Esta dualidad ha desconcertado a los investigadores, que ahora se ven obligados a revisar las definiciones de vida celular y a considerar la existencia de nuevas categorías que abarquen a seres con estas características híbridas.

Además de su singularidad estructural, este animal hallado en Japón podría tener un gran valor como modelo evolutivo. Algunos científicos consideran que esta entidad podría representar un eslabón perdido en la transición de formas de vida simples a organismos celulares complejos. Su configuración genética, reducida pero funcional en aspectos clave, podría imitar las primeras etapas de la evolución celular.

En definitiva, el hallazgo de «Sukunaarchaeum mirabile» abre una nueva etapa en el estudio de la vida. Este microbio desafía las categorías tradicionales y obliga a la comunidad científica a replantearse conceptos que parecían sólidamente establecidos. Aunque aún quedan muchas preguntas por responder, este descubrimiento representa una oportunidad única para explorar los límites de la biología y acercarnos, un poco más, a los orígenes de la existencia.

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