La importancia de los humedales en la mitigación del cambio climático
Los humedales son ecosistemas únicos y de vital importancia para la salud del planeta. Se encuentran entre ambientes acuáticos y terrestres.
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Los humedales son ecosistemas vitales para la salud del planeta y el bienestar de las comunidades. Desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima, la biodiversidad y la calidad del agua.
Pese a todo, el mundo vive una pérdida acelerada de los humedales en todo el planeta. Se debe a factores como la urbanización, la contaminación y la agricultura intensiva. De este modo, se está perdiendo un valioso activo para regular el clima y proteger la biodiversidad.
Sumideros de carbono
Una de las funciones más importantes de los humedales es su capacidad para actuar como “sumideros de carbono”. Son ecosistemas que acumulan una gran cantidad de carbono en forma de materia orgánica, especialmente en sus suelos saturados de agua.
La acumulación de carbono ayuda a reducir la concentración de CO2 en la atmósfera. De este modo, los humedales contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático.
Es problema es que cuando estos ecosistemas se destruyen o se degradan, se pierde esta capacidad. De ser así, los humedales se convierten en fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, principalmente de metano. Comienzan a liberar mas carbono del que almacenan. Se estima que el metano proveniente de humedales degradados es hasta 50 veces más potente que el CO2.
Purificadores y protectores
Los humedales juegan un papel importante en la purificación del agua. Como el agua presente en esos ecosistemas fluye de manera muy lenta, los microorganismos tienen tiempo suficiente para descomponer los nutrientes y contaminantes presentes en ella. Por eso se les considera “filtros naturales”; depuran el agua antes de que llegue a lagos, ríos o mares.
De igual manera, los humedales son el hábitat de una gran cantidad de especies. Conforman el hogar de innumerables insectos, peces, anfibios, aves y mamíferos. Muchas de esas especies dependen directamente de los humedales para sobrevivir.
Los humedales costeros juegan un rol particularmente relevante, ya que operan como “guarderías naturales” para varias especies marinas. Su función es similar a la de los manglares. Por lo tanto, no solo son fundamentales para garantizar la biodiversidad, sino que también tienen gran impacto sobre la pesca y, por tanto, sobre las comunidades que dependen de ella.
Algunos beneficios importantes
Protección de la Biodiversidad
Los humedales son hábitats esenciales para una amplia variedad de flora y fauna. Proporcionan refugio y alimento para numerosas especies, muchas de las cuales están amenazadas o en peligro de extinción. Al mantener la biodiversidad, los humedales contribuyen a la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático, ya que una mayor diversidad de especies puede mejorar la capacidad del ecosistema para adaptarse a condiciones cambiantes.
Mitigación de Desastres Naturales
Los humedales desempeñan un papel fundamental en la mitigación de desastres naturales. Actúan como barreras naturales contra tormentas y marejadas, reduciendo el impacto de eventos climáticos extremos en las comunidades humanas. Por ejemplo, los manglares son conocidos por proteger las costas de la erosión y las inundaciones, lo que ayuda a salvar vidas y propiedades.
Promoción de la Sostenibilidad
La conservación y restauración de humedales promueven prácticas sostenibles que benefician tanto a las comunidades locales como al medio ambiente. Proyectos de ecoturismo, agricultura sostenible y pesca responsable pueden coexistir con la protección de estos ecosistemas, generando ingresos para las comunidades y fomentando una relación más armoniosa con la naturaleza.
El deterioro de los humedales
Al igual que ocurre con otros bienes ecológicos, la pérdida de los humedales se ha acelerado de una manera alarmante en el presente siglo. Una de las principales causas de este fenómeno es el desvío de los ríos y la construcción de diques. Este tipo de obras modifican el curso natural del agua y afectan severamente a los humedales.
A lo anterior se suman dos prácticas muy extendidas: la irrigación intensiva de cultivos y el drenaje de lagunas. Por lo general, ese tipo de proyectos se llevan a cabo para promover la ganadería y fomentar la urbanización de terrenos. Como resulta obvio, esto deteriora los humedales y los convierte en fuentes de gases de efecto invernadero, sin contar el daño a la biodiversidad.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el vertimiento de desechos en los humedales es otro factor que se suma a las causas de deterioro. En muchos lugares se vierten desechos orgánicos o residuos químicos en esos ecosistemas. La consecuencia es la contaminación y el deterioro de los humedales, con todos los efectos que esto conlleva.
Un futuro incierto
A pesar del preocupante panorama de los humedales y de la negligencia frente a su cuidado, paulatinamente se ha ido creando conciencia sobre la importancia de proteger estos valiosos ecosistemas. En foros como las Conferencias de parte sobre el cambio climático y de la biodiversidad, el tema cobra cada vez más relevancia.
La restauración de estos ecosistemas es vista ahora como una de las soluciones más efectivas para mejorar la resiliencia ante fenómenos climáticos extremos como inundaciones, sequías e incendios forestales. Así mismo, el interés mundial ha ido creciendo y cada vez se toman más medidas para proteger los humedales.
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Temas:
- Cambio climático