Los científicos se ponen a temblar: detectan niveles peligrosos de pesticida en ríos españoles como el Ebro
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Problemas como las especies invasoras o el cambio climático están poniendo en peligro a los ríos españoles y a los europeos. Ahora los científicos acaban de sumar un nuevo problema: el cúmulo de pesticidas.
Según han informado desde Química.es, el Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ) ha analizado las aguas de 22 ríos europeos, entre los que se incluye al Ebro y al Tajo, dos de las principales fuentes hídricas de España.
Lo que han descubierto ha puesto a temblar a la mayoría de científicos: los ríos están cada vez más contaminados y parece que la situación irá a peor.
¿Cómo han descubierto que los ríos españoles están cada vez más contaminados?
Los investigadores han examinado un total de 445 muestras recogidas en distintos tramos de los ríos. Al final han analizado la presencia de hasta 610 sustancias químicas con patrones conocidos y potencialmente peligrosos.
Por ejemplo, los científicos detectaron 504 sustancias diferentes, de las cuales 229 eran pesticidas y biocidas y 175 productos farmacéuticos. Además, hallaron tensioactivos, aditivos plásticos, sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) e inhibidores de la corrosión.
Una demostración de la relevancia del problema es que el 81% de las muestras estudiadas contenían más de 50 micro contaminantes diferentes. En algunos casos extremos, como las muestras del Danubio, llegaron a detectar hasta 241 sustancias químicas distintas.
Glifosato: el gran peligro de los ríos de España
En el caso de España, organizaciones como Ecologistas en Acción ya avisaron de la magnitud del problema. Según sus estudios, el 22% de las muestras recogidas en aguas superficiales europeas (España también) contenían glifosato en niveles no aptos para el consumo humano.
Para entendernos, esta sustancia se usa ampliamente en herbicidas y está clasificada como un producto tóxico para la vida acuática. Además, tiene efectos dañinos y duraderos para los ecosistemas.
Aunque no lo notemos en el corto plazo, las concentraciones de glifosato pueden afectar el desarrollo y el crecimiento de especies autóctonas como algas, peces o anfibios.
El problema no sólo es de las grandes corporaciones, sino que los expertos han hallado químicos relacionados con detergentes domésticos, lo que vuelve a demostrar la importancia de cambiar nuestros hábitos.
La explicación es que ciertos aminopolifosfanatos que se utilizan en la elaboración de detergentes pueden convertirse en glifosato cuando se mezclan con manganeso durante el tratamiento de las aguas residuales.
¿Nuestra huella química puede producir el colapso de los ecosistemas?
De la misma manera que existe la huella de carbono, los científicos del estudio han introducido el concepto de huella química. Un indicador que cuantifica el riesgo combinado de las sustancias químicas en un punto determinado del río.
Los resultados son problemáticos: el 74% de los análisis supera los valores límite establecidos por los expertos, lo que señalaría un riesgo alto de que desaparezcan especies acuáticas vulnerables.
Por ejemplo, los crustáceos son de los animales más afectados. En el 15% de las muestras el riesgo es agudo. Es decir, las posibilidades de supervivencia de estos organismos son minúsculas.
Otros productos pueden afectar a la fauna y flora en el medio y largo plazo. Por ejemplo hallaron carbamazepina, un fármaco que reduce la capacidad reproductiva de los invertebrados. O insecticidas que son muy tóxicos para los organismos acuáticos.