Investigaciones científicas

La ciencia explica las ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros

Así es como la ciencia explica las ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros cuando se ven adorables

ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros
Descubre cómo la ciencia explica las ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros

Aunque parezca increíble, los científicos se centran a veces en estudios que son, como mínimo, bastante llamativos y curiosos. Uno es este que explicar por qué a veces sentimos ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros que nos resultan adorables.

Así que, si ves a tu mascota y no puedes evitar las ganas de apretujarla contra tu pecho, o bien te sucede igual que con tu niño o tu bebé, has de mantener la calma, no eres una persona rara, eres real y lo que te sucede es normal, y la ciencia va a explicarte por qué pasa eso.

Agresión tierna: sentir ganas irrefrenables de achuchar bebés y cachorros

Agresión tierna, con este singular nombre se han bautizado las ganas irrefrenables de querer achuchar todo aquello que nos parece adorable y encantador.

Este fenómeno se origina en nuestro cerebro y ha sido investigado por la psicóloga de la Universidad de California Katherine Stavropoulos. Para llegar a sus conclusiones, la experta ha usado la electrofisiología, gracias a la cual puede evaluar la actividad eléctrica superficial de las neuronas que se activan en el cerebro humano.

Calculando la actividad eléctrica neuronal, los expertos pueden analizar los estímulos externos. Dicho esto, la experta plantea una hipótesis: al parecer, esta situación de agresión tierna se relacionaría de alguna forma con el sistema de recompensa del cerebro, que es el encargado de los sentimientos de deseo, de placer y de motivación. Aunque también se podría relacionar con el sistema emocional, o con ambos de forma simultánea.

Para alcanzar estas conclusiones, reclutaron a 54 voluntarios con edades comprendidas entre 18 y 40 años. Todos ellos equiparon gorras con electrodos a la vez que miraban bloques de fotografías de cuatro categorías que incluían imágenes tiernas de bebés más o menos achuchables, y lo mismo con animales.

Tras esto, se les realizó una encuesta en la que debían analizar sus sentimientos mientras veían cada bloque de fotografías. Así observaron que existe una base neuronal importante en lo que se conoce como agresión tierna. Tanto el sistema de recompensa como el emocional se implicaban.

Al parecer, esta respuesta sería una emoción multifacética y compleja que sirve para mediar en respuestas emocionales fuertes. De esto modo, hemos de observar que estos impulsos no se pueden controlar, pues tras ellos se esconde la admiración por lo bonito y la necesidad de cuidar lo bello. Así que, ante todo lo que te produce este sentimiento, déjate llevar y disfruta.

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