Los manteros financiados por Torra y Colau reclaman como suyo un local okupado
El sindicato de manteros, regado con dinero público a través de las subvenciones del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reclama como propio un local que ocupó ilegalmente y del que se le ha intentado desahuciar.
El inmueble, situado en el barrio de El Raval, pertenece a La Caixa. Los manteros y otras asociaciones se apropiaron del edificio el pasado mes de mayo, tras expulsar del lugar a un grupo de narcotraficantes que también se habían metido en el edificio de manera ilegal.
El desahucio que se iba a llevar a cabo la pasada semana se detuvo por las presiones que el Ayuntamiento de Colau ejerció sobre la propiedad, que finalmente decidió pedir la suspensión del desalojo.
El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, como se autodenomina esta agrupación de manteros, exigió al Consistorio que le defendiese contra la «especulación inmobiliaria». Así lo publicaron en su cuenta de Twitter el mismo día del desahucio.
Se ha suspendido el desahucio de nuestro local! Agradecemos a todxs lxs vecinxs por apoyarnos a conseguir esta victoria! Exigimos al @bcn_ajuntament a defender nuestros barrios frente a la especulación inmobiliaria y los narcotraficantes y apostar por nuestros proyectos sociales! pic.twitter.com/sw4LafGw5p
— Sindicato ManteroBCN (@sindicatomanter) February 20, 2020
Los vendedores ilegales enviaron mensajes a otras asociaciones como las ‘Putas Libertarias del Raval’ o ‘Espacio Inmigrante’ pidiéndoles su apoyo para frenar el desalojo.
Por el momento, el desahucio se encuentra parado y se desconoce cuánto tiempo podrán quedarse, gracias al apoyo municipal, en el edificio ocupado.
Subvenciones públicas
Según el portal de economía y subvenciones del Gobierno de Quim Torra, los vendedores se beneficiaron de 15.543 euros el pasado año con «la finalidad pública de fomentar la ocupación» laboral.
Pero si la Generalitat ha financiado de manera reciente a los manteros, la práctica es más recurrente en el Ayuntamiento de Barcelona. La Asociación Popular de Vendedores Ambulantes recibió en el mismo periodo 20.000 euros a través de una subvención dedicada a la mejora económica de Barcelona. Donde otras asociaciones recibieron ayudas por la «recogida de residuos» o «programas y acciones de sensibilización y formación», en la subvención de la asociación de manteros se podía leer simplemente «top manta».