Ventajas y desventajas del parto vertical

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Ventajas y desventajas del parto vertical

Aunque todos pensamos en el alumbramiento y se nos viene a la mente la imagen de la parturienta tumbada y empujando para dar a luz, lo cierto es que no es la única manera de traer un hijo al mundo. Así, por ejemplo, también está el llamado parto vertical, que es el que ahora queremos darte a conocer.

Más en concreto lo que pretendemos es exponerte sus ventajas y desventajas para que así puedas tener claro si es el tipo de parto que tú deseas. Toma nota:

¿Qué es el parto vertical?

Lo primero que hay que tener claro es qué es. Pues bien, como su propio nombre indica, es el parto que se identifica porque la mujer adopta una postura vertical y no acostada. Es decir, puede estar de pie así como sentada o incluso en cuclillas.

Ventajas del parto vertical

Una vez que has podido saber de qué se trata, llega el momento de que descubras cuáles son los beneficios que trae consigo parir de esa manera. En concreto, entre los más significativos e importantes se encuentran los siguientes:

  • La postura que adopta la madre sigue la ley de la gravedad. Esto lo que significa es que se favorece la salida más rápida del bebé.
  • Se considera que reduce de manera considerable el tiempo de parto precisamente por lo expuesto en el punto anterior.
  • A favor de este tipo de alumbramiento está el hecho de que se determina que la mujer tiene absoluta libertad de movimientos para poder hacerle frente.
  • No menos relevante es que el parto vertical se asocia a un menor número de episiotomías. Esto es debido, entre otras cosas, a que la apertura de la pelvis no se ve reducida, como sí ocurre cuando se pare tumbada. De ahí que el pequeño tenga el mayor espacio posible para salir al exterior.
  • Hay quienes vienen a indicar que dar a luz de pie, sentada o incluso en cuclillas es una manera de poder reducir el dolor que se siente.
  • Se convierte en una postura perfecta para que la pareja de la parturienta pueda colocarse a su espalda y así ejercer de apoyo.
  • Además se viene a establecer que facilita que la mujer pueda pujar adecuadamente.
  • De la misma manera, ciertos estudios llevados a cabo sobre este tipo de alumbramiento vienen a indicar que reduce los riesgos de que el pequeño venga al mundo con unos patrones de frecuencia cardíaca anormales.
  • Ni que decir tiene que, además, se viene a indicar que parir en posición vertical favorece lo que es el aporte de oxígeno al bebé.

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Sus ventajas son numerosas

Desventajas del parto vertical

Una vez que has podido conocer cuáles son los aspectos a favor de dar a luz en posición vertical, llega el momento de descubrir sus desventajas, porque también las tiene. En concreto, entre las más relevantes se destacan las siguientes:

  • Frente al parto en posición tumbada, se incrementa lo que es la pérdida de sangre que experimenta la mujer.
  • De la misma manera, hay que destacar que trae consigo un aumento en las posibilidades de que la mujer pueda sufrir un desgarro perineal de segundo grado.
  • Por supuesto, no se debe pasar por alto el hecho de que el médico y la matrona que estén al frente del parto tienen de esta forma menos visibilidad respecto a lo que está sucediendo. Eso sin pasar por alto que, del mismo modo, cuentan con más dificultad para realizar las acciones que sean necesarias.
  • En el caso de que se produzca algún tipo de complicación, se hacen más difíciles las labores de los profesionales sanitarios para poder actuar a tiempo y de la forma adecuada en pro de la madre y de su hijo. Es más, si fuera necesario tener que llevar adelante una cesárea, a la mujer no le quedaría más remedio que tener que tumbarse.

A grandes rasgos, estos podemos establecer que son los principales aspectos a favor y en contra del llamado parto vertical. Toda esa información te puede ser de utilidad para tener claro si el mismo es el que deseas para permitir el nacimiento de tu bebé.

No obstante, síguenos en Facebook y podrás conocer también las ventajas y desventajas de parir en posición lateral o de hacerlo “a cuatro patas”, por ejemplo.

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