Las 7 reglas básicas a seguir para la exposición al sol durante el embarazo

Se acerca el verano de modo que seguro que ya estarás pensando en los días de playa y sol, y en el caso de estar embarazada, el protector solar es absolutamente necesario. Siempre lo es, en realidad, pero es durante la gestación, cuando se multiplica la atención a una piel que las fluctuaciones hormonales hacen particularmente sensible. Así que aquí están las estrategias a adoptar para protegerse del sol durante tu embarazo, con las 7 reglas básicas a seguir para la exposición al sol durante el embarazo.

Reglas para la exposición al sol durante el embarazo

Durante el embarazo puedes ir a la playa pero debes tener cuidado al tomar el sol, especialmente en el primer trimestre del embarazo, el período de mayor vulnerabilidad para la futura madre. El sol no significa solo quemaduras sino también calor, deshidratación, fatiga hasta el verdadero golpe de calor: en el primer trimestre estos episodios pueden ser más frecuentes e interferir con el desarrollo del feto. Por eso en esta fase el consejo de los expertos es permanecer al sol, siempre con protector solar, solo en las horas más frescas del día, por la mañana y al atardecer.

Por otro lado, y además de utilizar siempre un protector solar que lleve protección UVA y UV, y que sea al menos de SPF 30 o mucho mejor, SPF 50, para una adecuada protección solar durante el embarazo es importante seguir siempre unas normas que te ayuden a tomar el sol con total seguridad. Veamos cuáles son:

1. Las horas ideales para la exposición son las de la mañana y las últimas de la tarde, mientras que es estrictamente evitar la franja horaria de 11 a 16, a riesgo de quemaduras y golpes de calor.
2. Ten cuidado bajo la sombrilla: los rayos se filtran en cualquier caso y pueden quemarse y causar daños. Lo mismo sucede cuando el cielo está nublado porque la radiación es capaz de penetrar a través de la cortina de nubes.
3. La protección solar no solo debe usarse en la playa, sino en todas las situaciones en las que estés expuesta a los rayos, en la montaña, en la piscina, en el campo, incluso en la ciudad si está en el parque o sentada en una mesa en un bar.
4. Para una protección eficaz, se debe aplicar protector solar en dosis generosas, sin masajear demasiado, en todas las áreas expuestas, incluso en puntos generalmente descuidados como las orejas, la parte posterior de los pies, las rodillas, la zona justo debajo del traje de baño donde el tejido se mueve puede dejar una zona de piel expuesta y vulnerable, por pequeña que sea, sujeta a quemaduras solares.
5. El protector solar debe reponerse cada dos horas y siempre después de un baño en el mar o una ducha: aunque se trate de una fórmula resistente al agua , la eficacia filtrante disminuye debido al contacto con el agua, sobre todo si es prolongado.
6. Para evitar los peligrosos golpes de calor, es mejor llevar siempre un gorro, de tejido ligero y transpirable, y mojarse frecuentemente la frente, las sienes, el cuello, los brazos y los pies.
7. Los protectores solares deben conservarse en un lugar fresco y oscuro, nunca expuestos al sol directo. ¿Qué hay del del año pasado? Si se han abierto o mantenido calientes, se deben tirar porque ya no ofrecen la protección adecuada.