Escritura

Pregrafismo en niños: ¿qué es, para qué sirve y cómo practicarlo?

pregrafismo
Qué es y cómo practicar el pregrafismo
Blanca Espada

Aunque la escritura es algo que los niños no aprenderán hasta que inicien la etapa infantil en la escuela, es posible que en preescolar comiencen a escribir alguna letra o empiecen a coger los lápices para llevarlos a la hoja de papel. El pregrafismo es algo bueno para el desarrollo del niño pero lo cierto es que dependerá mucho de cada uno y también no será bueno forzarlo. Para conocer mejor de qué se trata os explicamos cómo se lleva a cabo y también, cómo practicarlo.

Pregrafismo: ¿qué es y para qué sirve?

¿Qué es el pregrafismo? Como sugiere la palabra misma, es la condición que viene «antes» de la «escritura», y se refiere a las habilidades que preceden al aprendizaje de la escritura. Para que un niño aprenda a escribir con fluidez durante el primer y segundo grado de la escuela primaria, en efecto, es necesario que en los primeros años de su crecimiento madure diversas habilidades que, como veremos, no conciernen sólo a la capacidad reconocer o rastrear las letras del alfabeto infantil, pero afectan varias áreas de su desarrollo.

¿Cuál exactamente? ¿Y por qué es tan importante estimular su desarrollo?
En el gesto gráfico de la escritura intervienen :

  • la motricidad, entendida como la capacidad del niño para captar y ejecutar trayectorias motoras estructuradas;
  • capacidad lingüística , es decir, comprender y producir el lenguaje;
  • la elaboración de estímulos sensoriales (reconocer colores, formas…) y espaciales (arriba-abajo, adentro-afuera…);
  • la memoria , necesaria para recordar las instrucciones y los pasos útiles para llevarlas a cabo;
  • la atención necesaria, por ejemplo, para completar una actividad de principio a fin;
  • coordinación visomotora (o coordinación mano-ojo), es decir, manipular y enhebrar perlas, usar tijeras y cubiertos , etc.
  • la praxis, que es la elaboración del programa motor para la realización de un gesto certero.

Por lo tanto, será fundamental que las propuestas y actividades educativas en la fase de preimpresión estimulen estas áreas, tanto individualmente como en sinergia. El entrenamiento de estos prerrequisitos necesarios para aprender a escribir debe ser precisamente el objetivo de todas las actividades previas a la escritura.

Además, cuando hablamos de pregrafismo, no podemos dejar de centrarnos en las Funciones Ejecutivas , a las que podríamos definir como el gran conductor que te permite controlar y regular los pensamientos, las emociones y las conductas. Las Funciones Ejecutivas nos permiten por ejemplo:

  • mantener la atención mientras se realiza cualquie actividad;
  • recordar en la memoria la información necesaria para la actuación;
  • monitorear y autorregularse durante la actividad.

Es bueno recordar que todas las habilidades desplegadas por el niño durante el desarrollo (aprender a hacer una acción intencional, programar y planificar acciones, etc.) y que forman parte de las Funciones Ejecutivas, no deben verse como procesos separados , sino como muchas facetas de un solo proceso.

Todos estos aspectos se coordinarán entre sí y llevarán a los niños a desarrollar habilidades pregráficas y, posteriormente, de escritura.

Como estimular el pregrafismo

El imperativo para poder estimular el pregrafismo en los niños será convertirlo en algo divertido. No queremos que aprendan a escribir. Es sólo la fase previa por lo que podemos ayudarles con determinadas actividades y juegos:

Podemos jugar con la motricidad fina y la coordinación mano-ojo a través de algunas actividades Montessori , como desenroscar y enroscar pernos, enhebrar perlas en hilos cada vez más suaves y flexibles, o utilizar materiales con diferentes características sensoriales (blandos, rugosos, lisos….) : invitamos al niño a cerrar los ojos y prestar atención a las características sensoriales de cada objeto , luego le pedimos que busque el objeto «gemelo», es decir, hecho del mismo material que el anterior.

Un juego muy útil para desarrollar la motricidad fina es el tangram , un rompecabezas chino, que permite entrenar la motricidad, el procesamiento de estímulos sensoriales y espaciales y las habilidades visuoespaciales, y es muy útil porque permite a los niños manipular diferentes formas geométricas.

Incluso el uso de las temidas tijeras permite crear juegos que gustan mucho a los niños. Pedir a los pequeños que recorten líneas , que pueden ser rectas y con diferentes direcciones (horizontal, vertical y oblicua), o en zigzag o curvas, y quizás dibujadas por ellas mismas, permite entrenar la motricidad fina y la coordinación visual, pero no. .

Otros juegos útiles a proponer son todos aquellos en los que el niño utiliza sus propias manos para manipular, construir, amasar, entrenar el agarre, la fuerza, la coordinación. También como no, darle colores para que pinten y lápices para que practiquen el agarre.

Es importante que el niño experimente tanto el dibujo libre como el copiado. Copiar un dibujo permite entrenar la capacidad de reproducir un modelo en el espacio de la hoja, respetando las dimensiones y proporciones originales, mientras que la imaginación juega un papel importante en el dibujo espontáneo.

Pero, cabría pensar, sobre estas actividades, ¿qué tienen que ver con la preimpresión de números y letras del abecedario? En realidad, lo que se ha sugerido hasta ahora sirve precisamente para favorecer el descubrimiento gradual de números y letras respetando las propensiones de los niños. De hecho, en el desarrollo de cada niño hay una gran variabilidad , por lo que tendremos niños que en los últimos años del jardín de infancia ya están interesados ​​en escribir letras y números y otros que no. Normalmente los primeros intentarán escribir los números y las letras de forma espontánea, copiándolos en cuanto tengan oportunidad, y en este caso los adultos simplemente tendrán que satisfacer esta curiosidad, pero sin forzarla mediante el uso de tarjetas pregráficas.

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