La plagiocefalia. ¿Qué es y cómo prevenirla?

La plagiocefalia. ¿Qué es y cómo prevenirla?
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Si te encuentras esperando un bebé o acabas de tenerlo y quieres tener toda la información posible para conseguir que crezca sano y fuerte, te puede resultar interesante este artículo que ahora te presentamos desde BabyAffinity. Y es que en el mismo queremos hablarte de lo que se conoce como plagiocefalia, un trastorno que afecta a un elevado número de recién nacidos y de menores de un año de edad. Sigue leyendo y lo descubrirás.

¿Qué es?

Bajo tan singular nombre se encuentra un trastorno o malformación de tipo craneal que se identifica por el hecho de que provoca que el menor cuente con lo que se conoce como “cabeza plana”. Se suele desarrollar durante los primeros seis meses de vida y puede ser fruto de distintas causas, entre las que destacan las siguientes:

  • El pequeño permaneció, antes de nacer, encajado durante muchos días en lo que es el canal pélvico de su madre.

  • En el alumbramiento se produjeron ciertas complicaciones o situaciones que, debido a la “maleabilidad” del cráneo, provocaron que este sufriera una deformación.

  • El niño descansa durante muchas horas en la misma posición.

¿Es peligrosa?

Una vez que la has conocido, posiblemente te estés preguntando si resulta peligrosa. En este caso, debes saber que es menos grave de lo que se puede esperar y que resulta muy común. Tanto es así que se considera, según las últimas cifras que se han obtenido al respecto, que en torno a la mitad de los bebés de dos meses la tienen.

No obstante, es importante tratarla a tiempo y prevenirla, porque si no se pueden producir consecuencias notables y severas.

Medidas de prevención

Como hemos indicado, si el bebé no ha nacido con plagiocefalia y se quiere evitar que la desarrolle durante sus primeros seis meses de vida, se hace necesario que los padres tomen ciertas medidas de prevención que resultarán realmente eficaces. Aunque son variadas las que se pueden emplear, entre las más significativas se encuentran las siguientes:

  • Tummy Time. Una de las propuestas más útiles que existen al respecto es la que tiene este nombre en inglés y que consiste básicamente en realizar una serie de pautas de actividad física con el bebé en cuestión y siempre que se encuentre despierto. En concreto, lo que determina es que se coloque al mismo sobre el pecho del adulto, o sobre la cama, y boca abajo para que no se le puedan producir deformidades craneales. Así, en esa postura, se le puede transmitir cariño o incluso se le puede hablar, contar un cuento o directamente darle algún juguete para que vaya descubriendo el mundo que le rodea.

  • No colocar al bebé en la cuna o en el capazo siempre en la misma posición. De esta forma se evitará que no descanse siempre sobre el mismo lado de la cabeza y que, por tanto, este pueda adquirir una apariencia plana. Lo recomendable en este sentido es, por tanto, que se le vaya alternando de postura.

  • Cojín Mimos. No hay que pasar por alto que en las tiendas de puericultura se encuentra a la venta este singular dispositivo que también es una herramienta muy útil para luchar contra la plagiocefalia. Es muy efectivo emplearlo hasta que el bebé cumple los seis meses, ya que lo que hace es otorgarle un notable soporte al cráneo para que no se pueda ver deformado. También se utiliza con niños que ya tienen ese trastorno, porque les servirá para atajarlo de raíz.

  • Paseos diferentes. Con esto a lo que nos referimos es a que cuando se vaya a salir a la calle con el menor para dar un paseo o hacer un recado, no se opte siempre por llevarlo de la misma forma. Es decir, que se alternen los distintos dispositivos que existen al respecto. Así, por ejemplo, unas veces se puede recurrir a emplear el carrito, otras el capazo, cuando se estime oportuno se puede optar por el fular portabebés…De esta forma se evitará que su cabeza se recueste siempre sobre una zona concreta y de idéntica manera.

A grandes rasgos, estas son las principales medidas de prevención que existen para poder evitar que ese trastorno aparezca en los bebés. No obstante, no hay que olvidar que cuando esos niños ya cuentan con la “cabeza plana” también pueden recurrir a ciertos instrumentos para corregirla. En concreto, nos estamos refiriendo a ejercicios de estiramientos, que deben ser llevados a cabo bajo las indicaciones oportunas que den los pediatras, y a los llamados cascos ortopédicos. Estos son unos artículos que han suscitado una gran polémica, ya que existen numerosos profesionales a favor y en contra, por lo que antes de emplearlos se hace necesario informarse adecuadamente y contar con el mejor asesoramiento posible.

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