Los momentos más inolvidables junto al bebé

Desde que se tiene delante la primera ecografía del bebé, los padres ya comienzan a vivir junto al mismo una serie de momentos inolvidables que se convertirán en puro sentimiento, en recuerdos que, por más penalidades que surjan en la vida, jamás desaparecen y siempre se mantienen como instantes mágicos y de los más felices que se han sentido.
Sin embargo, son muchos y variados esos momentos especiales que se tienen junto al hijo. ¿Quieres conocerlos? Te los presentamos a continuación para que te vayas haciendo a la idea de lo que vivirás si pronto nacerá tu pequeño o para que te sientas identificado si ya eres padre o madre:
1-Verle por primera vez
Sin lugar a dudas, uno de los segundos que a cualquier progenitor le gustaría detener para poder llenarse de felicidad eternamente es cuando su bebé nace y consigue verle por primera vez. Y es que, después de nueve meses complejos, por fin todo ha salido bien y el pequeño ya está en este mundo dispuesto a recibir el mayor cariño de sus seres queridos.
Esa mirada paterna y materna primera hacia el niño es especial, llena de ternura y de emoción, de expectación, de ilusión y de sueños cumplidos. Sólo quien la ha vivido puede expresar con palabras lo que el corazón puede llegar a sentir.
2-El primer contacto piel con piel
Si el anterior era un instante mágico, ni que decir de este. Y es que la primera vez que la mamá toca a su recién nacido es una auténtica explosión de emociones, es el instante en el que las lágrimas y las risas pueden ir de la mano sin que parezca un ataque de locura. Es comprensible que suceda pues se entremezcla la emoción de tener a su hijo por fin en contacto piel con piel y la alegría por haber conseguido que viniera al mundo en perfectas condiciones.
3-La toma inicial
El estrecho vínculo entre madre y bebé es único, por lo que se entiende que también lo sea la primera vez que esa le da el pecho. En ese instante no sólo se fortalece el amor que les une sino que la adulto se da cuenta de la importancia que, desde ese mismo instante, va a tener en la vida del pequeño. Se va a convertir en su sustento, en su apoyo, en su guía, en la encargada de cuidarle, protegerle y enseñarle.
4-El primer baño
Para muchos progenitores, el primer baño del hijo es un instante lleno de temores, especialmente en el caso de los primerizos, porque tienen miedo a que se les escurra entre las manos al entrar en contacto con el agua. Pero una vez pasado esa incertidumbre inicial, se vive algo especial. Lo que sucede es que se es testigo de cómo el pequeño empieza a aprender, en este caso, a vivir una experiencia nueva y única que será la primera de muchas y de la que sus papás serán testigos, quienes disfrutarán viendo cómo reacciona al contacto con el agua.
5-Las primeras carcajadas
Ni que decir tiene que otro de los momentos más inolvidables que se viven junto al bebé es el de sus primeras carcajadas, cuando no puede evitar reír debido a las palabras, cosquillas o carantoñas de alguno de sus papás. Y es que en ese instante, si el pequeño se lo pasa en grande, los adultos no pueden evitar también sonreír junto a él e incluso sentirse orgullosos por haber conseguido que le ponga buena cara a la vida.
Otros instantes mágicos
Los que hemos mencionado hasta ahora son varios de los instantes más especiales y mágicos que cualquier padre o madre guarda respecto al cuidado de sus hijos. No obstante, a los mismos también podemos añadir otros tales como estos:
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La primera vez que el bebé “echa los brazos” a su mamá o papá, que no podrá evitar “derretirse” ante la muestra de cariño que le acaba de dar su hijo. Eso hace que se sienta querido, que descubra lo importante que es para el menor, el fuerte vínculo que existe entre ambos y que su pequeño es capaz de conocerle y de reclamarle sus mimos.
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En esta lista de instantes que gustaría detener para estar continuamente viviendo las emociones que generan no puede faltar ese en el que el bebé consigue decir “papá” o “mamá”. En ese segundo, el adulto descubre que no hay palabra más bonita, especial y llena de amor que la que acaba de pronunciar su hijo. Se convertirá en su palabra favorita y le encantará oírla una y otra vez.
Su primer gateo o los primeros pasos, la experiencia de comer una papilla y cómo reacciona, el primer cumpleaños e incluso la primera vez que su hijo dice “te quiero” son otros momentos que para cualquier progenitor se convierten en los más preciados del mundo.