Mom shaming, la nueva forma de sexismo hacia las madres

Mom shaming, la nueva forma de sexismo hacia las madres
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Que estamos en pleno siglo XXI, que se ha avanzado muchísimo en cuanto a la libertad, que ya cada vez se fomenta más la igualdad…Todo eso es lo que decimos respecto a la época en la que nos ha tocado vivir, pero, reconozcámoslo, aún siguen existiendo numerosos “retrasos” en cuanto al papel de la mujer, que, en muchos casos, continúa asociándose a roles absolutamente desfasados o a la que se le exigen numerosas actitudes o acciones simplemente por ser una fémina.

Buena muestra de eso, que aún no hemos llegado a un momento de absoluta igualdad entre hombres y mujeres, es que ha aparecido una nueva forma de sexismo: el mom shaming.

¿Qué es?

Cuando hacemos mención al sexismo nos estamos refiriendo a un tipo de discriminación que está basada en el sexo o en el género. Y eso es precisamente lo que es el mom shaming, que puede traducirse como “avergonzar a la madre”. En concreto, quien pone en práctica ese tipo de prejuicio lo que hace es juzgar a la mujer como mala madre por sus actitudes o acciones, al considerar que no se comporta como una buena progenitora.

Así, lo que sucede es que la fémina que se convierte en víctima de ese sexismo es criticada, avergonzada, insultada y puesta en entredicho por cómo desempeña la crianza y el cuidado de sus hijos. Y es que parece que todo lo que rodea al bienestar, la educación o la responsabilidad sobre los menores es sólo cosa de la madre, ahí parece que el padre no pinta nada.

¿Qué se les critica?

La lista de críticas y comentarios en contra que se les hace a las progenitoras son numerosas. No obstante, entre las más frecuentes se encuentran que no le den el pecho, que el niño cuente con chupete cuando ya tiene cierta edad, que la casa no esté orden, que contrate a una niñera para poder realizar alguna actividad, que le haya elegido un nombre horroroso a su pequeño…

Casos actuales

El mom shaming parece que cada vez más se ha extendido y eso es debido, entre otras muchas cosas, a la existencia de las redes sociales. Y es que estas han pasado a ser el lugar donde todo el mundo critica, constructiva o despiadadamente, a las madres famosas o desconocidas que comparten en sus perfiles ciertas fotografías, vídeos o comentarios.

Así, en los últimos tiempos hemos visto numerosos casos de este tipo de sexismo, entre los que se encuentran los siguientes:

  • La conocida popularmente como mamá fitness, Chontel Duncan, es una mujer que semanas atrás se convertía en foco de críticas enfervorecidas. Subió a la Red un selfie llevando a su bebé en brazos y el hecho de que justo en esa imagen apareciera la cabeza del pequeño sin la mano protectora de la mujer detrás, llevó a que se la acusara de mala madre y de estar más preocupada por sacarse una instantánea que por el bienestar de su hijo. Algo a lo que contestó exponiendo que eso había sido un segundo porque durante el resto del tiempo su pequeño había estado descansando sobre su pecho.

  • El pasado mes de enero Ashley Wright también fue objetivo de comentarios muy despectivos cuando mostró a todo el mundo que amamanta a su pequeña mientras practica pole dance, porque a esa le encanta.

  • La conocida modelo Chrissy Teigen, por su parte, ha sido recientemente víctima del mom shaming. Esta, que ha dado a luz en 2015 a una pequeña mediante fecundación in vitro, ha pasado a ser criticada duramente como madre por haber contratado a una canguro y dejar a su bebé con esta mientras ella salía a cenar con su chico, el cantante John Legend.

  • La presentadora española Tania Llasera asimismo también ha tenido que ser testigo de comentarios realmente ácidos, directos y críticos en relación a su bebé. En concreto, ha recibido todo tipo de ofensas por haber elegido como nombre compuesto para su primer hijo: José Bowie, en clara alusión al fallecido artista David Bowie. Realmente fuertes fueron algunas de esas opiniones que la llegaron a acusar incluso de maltrato infantil.

Stop al mom shaming

Después de analizar estos casos y otros muchos similares que han tenido lugar recientemente en la Red, nos damos cuenta perfectamente de que este tipo de sexismo es claro y palpable. Y es que a la mujer que es madre se la critica por todo, cualquiera puede opinar y poner en tela de juicio los cuidados que le da a su bebé, la educación que le está otorgando o las acciones que ha llevado a cabo en cualquier aspecto en relación al niño.

Se la ataca duramente y por todos los frentes, y se hace porque es la mujer. A esta parece que se le carga con todas las “culpas” sobre su hijo, pero ¿y al padre?, ¿este no tiene ningún tipo de responsabilidad al respecto?, ¿él es ejemplar?

Por favor, estamos en el siglo XXI. Dejemos de lado de una vez por todas el sexismo y utilicemos el sentido común. Y, cuidado con las críticas, no hay madres ni padres perfectos por lo que todos podemos estar en el punto de mira.

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