El flash de una cámara permite detectar un tumor a un bebé

Todos los padres cuentan con un sinfín de fotografías de sus bebés, ya que no pueden evitar captar con las cámaras, incluidas las de los teléfonos móviles, todo lo que hacen los pequeños a lo largo del día. La mayoría de los adultos lo hacen para tener siempre presentes a sus hijos cuando no están a su lado, para presumir de esos delante de sus amigos o compañeros de trabajo e incluso para guardar un recuerdo para siempre. Sin embargo, lo que quizás desconocen es que con una instantánea pueden llegar a salvar la vida de los niños, si no que se lo pregunten a la madre de un menor de cuatro años llamado Ryder Temarantz. Un pequeño este que se halla con vida gracias a que el flash de una cámara permitió detectar que tenía un tumor.

El protagonista

El niño que ejerce como protagonista de esta historia es, como hemos mencionado, Ryder Temarantz, un pequeño de 4 años de edad y oriundo de Arizona que se ha convertido el viral. ¿Por qué? Porque una simple fotografía que se le tomó permitió descubrir que sufría un cáncer en uno de sus ojos.

El origen de todo

La historia que ahora queremos contarte da inicio unos meses atrás. La madre del bebé, Andrea, tenía un montón de fotografías de su hijo y en todas, como pudo certificar, aparecía este con un leve brillo en el ojo izquierdo.

En un primer momento, la mujer pensó que posiblemente se debía a que la calidad de la cámara que usaba era baja. Sin embargo, unas semanas después se compró una nueva y comprobó que seguía sucediendo lo mismo. De ahí que sospechara que algo no iba bien y que podía ser que el niño estuviera en serio peligro. Por eso, no dudó ni en un momento en llevar al pequeño al hospital para que pudiera ser atendido y examinado a conciencia.

El descubrimiento

En el centro hospitalario, la mamá contó a los médicos el motivo de su preocupación y estos procedieron a examinar al pequeño. ¿Resultado? Comprobaron que la mujer estaba en lo cierto, que Ryan tenía un serio problema: sufría retinoblastoma, que es un cáncer que nace en la retina y que, de manera paulatina, se puede ir extendiendo llegando incluso a ocasionar la muerte.

Afortunadamente, el tumor del niño estaba en una fase inicial, se le había podido diagnosticar a tiempo gracias al flash de una cámara. Y es que este al activarse propicia que el globo ocular en esos casos pase a ser una especie de foco de luz. En concreto, aparece reflejado en cualquier instantánea casi como si se tratase de una linterna.

El presente

Nada más diagnosticársele la enfermedad, el pequeño Ryan fue trasladado al Memorial Sloan Kettering Cancer Center, situado en Nueva York. Se trata de un hospital que está especializado en ese tipo de tumores y que ofrece al menor todas las garantías de una estupenda recuperación.

Así, ahora va a ser sometido a un tratamiento de seis sesiones de quimiocirugía, que es mucho más leve que la quimioterapia y que se considera que puede resultar muy efectivo en los casos de bebés con tumores de este tipo. Es más, los resultados conseguidos hasta el momento, establecen que en un 90% de los casos los pacientes en la situación de este menor logran eliminar por completo el cáncer y comienzan una nueva vida absolutamente “limpios” y sanos.

Andrea está en todo momento al lado de su pequeño, quien, dentro de lo que se puede, está llevando un día a día de lo más normal posible, disfrutando de todo el cariño y el amor que le dan sus seres queridos.

Importancia de una detección precoz

A raíz de este caso, numerosos han sido los profesionales médicos especializados en la retinoblastoma que han querido dar a conocer lo importante que es que la misma sea detectada cuanto antes, en pro de salvar la vida de quienes la sufren. Y es que se considera que es una enfermedad mortal en el 50% de los pacientes, precisamente porque no ha sido descubierta con el tiempo suficiente para evitar que pueda afectar a otros órganos, tales como el cerebro.

Por ese motivo, han expuesto que es necesario que los padres estén muy atentos a situaciones como la que detectó la madre del pequeño Ryan. Una mujer esta que, por su parte, no ha dudado en utilizar los medios de comunicación no sólo para contar el caso de su hijo sino también para pedirles a los adultos que les hagan muchas fotografías a sus pequeños con flash. Y es que su caso es un buen ejemplo de que una acción tan sencilla puede ser la que permita que un niño siga viviendo.