5 consejos para dejar la lactancia sin estrés

Muchas son las razones por las que una mujer que esté dando el pecho a su bebé tenga que dejar de hacerlo. Habitualmente suele deberse al hecho de haber llegado a un momento en el que la madre decide que el bebé está listo para iniciar la fase de destete y es mejor que vaya dejando la lactancia, pero lo cierto es que se pueden dar otras situaciones que pueden hacer que la madre se sienta mal e incluso culpable. No tienes porqué sentirte así. Si necesitas o debes detener la lactancia, te ofrecemos 5 consejos para hacerlo sin estrés.

Consejos para dejar la lactancia sin estrés

En el caso de una enfermedad o que estés tomando alguna medicación incompatible con la lactancia, seguramente tendrás que dejar la lactancia sin que de tiempo a una transición. En ese caso es importante cuidar bien los senos para poder vaciarlos bien y evitar nuevas subidas de leche y también, atender emocionalmente al bebé que deberá acostumbrarse casi de un día para otro a la leche de sustitución.

En el caso de que tengas algo más de tiempo, puedes hacerlo progresivamente y siguiendo además estos sencillos consejos.

No des el pecho fuera de casa

Aprovecha los momentos fuera de casa para no llevarte ninguna toma preparada o sacada previamente. De este modo, puedes ir acostumbrando al bebé al sabor de la leche que vaya a tomar una vez esté ya en el destete completo.

Usa ropa que desanime la alimentación

Al amamantar, es natural usar ropa que te permita descubrir tus senos con facilidad. En el caso de querer dejar la lactancia debes hacer justo lo contrario para evitar que el bebé alcance el pecho con demasiada facilidad .
Esta ropa que desalienta la llegada al pecho también es útil para la noche. De esta forma, tu pequeño no podrá alcanzar el pecho y no estará en condiciones de ser tentado y tener que resistir. Y en el caso de que quiera tomar leche a pesar de los «impedimentos» con la ropa, prueba a darle un biberón de leche de sustitución.

No ofrezcas y no rechaces

Otro consejo es no ofrecer el pecho y no rechazar la petición de succionar de tu bebé. Esto quiere decir que cuando tu bebé te pida mamar, puedes complacerlo, pero es útil que evites proponerle tu pecho en cualquier momento del día o de la noche. Si te ocurre que tus pechos están tensos y sientes que hay que vaciarlos un poco, quizás porque el bebé lleva unas horas sin mamar, también exprime manualmente un poco de leche para aliviar la tensión, sin vaciarlo del todo, para que los el pecho se adapta gradualmente a los cambios.

Evite mostrar los senos a tu bebé

Cuando ven el pecho, los bebés se sienten invitados a succionar , por lo que es mejor no mostrarlo. Una buena sugerencia es descubrir los senos y bañarse o ducharse mientras no te ve, de lo contrario, puede intentar acercarse y succionar.

Pospón las tomas

Puede ser de gran ayuda posponer las tomas , es decir, intentar distraer al bebé o hacer cosas para que en el momento en el que sabes que va a querer el pecho, se olvide de él o puedas por ejemplo ir introduciendo algún que otro biberón.