Destete del bebé: consejos para el día y para la noche

La fase del destete es quizás una de las estresantes tanto para el bebé como para la madre. Por un lado, el pequeño debe comenzar a acostumbrarse a tomar nuevos alimentos e incluso una leche que no es la de la madre, y por otro, la mujer debe procurar no tener problemas con respecto al fin de la lactancia y cómo evitar poco a poco las subidas constantes de leche. Un periodo como decimos algo complicado, por lo que os queremos ofrecer ahora algunos consejos que aplicar durante el destete tanto por el día como por la noche que servirán para ir acostumbrado al bebé de forma gradual.

Destete del bebé: consejos para el día y para la noche

El destete de un bebé suele comenzar alrededor del sexto mes. Por lo tanto, existe un período particular en el que el bebé es destetado y amamantado al mismo tiempo. Entonces, ¿Cómo comportarse y cómo reducir gradualmente la leche materna? Primero de todo tendremos que establecer un ritmo o rutina en el que podamos seguir ofreciendo un poco de leche materna pero a la vez, podamos introducir los primeros alimentos al bebé. Para ello, podemos recurrir a algunos «cambios» tanto por el día como por la noche.

Veamos entonces qué estrategia seguir para el destete en función de si es de día o de noche.

Estrategias de día para el destete

• Alimenta al bebé cuando pida leche y no se la ofrezcas cuando no la pida. Esta sencilla técnica, conocida como «no ofrecer, no rechazar», puede ayudar a acelerar el proceso de destete cuando se integra con otros métodos.
• No te saques leche para provocar más subidas. En el caso de tener una subida de leche y que no estés con el bebé, es evidente que tendrás que eliminarla para no acabar sufriendo una acumulación, pero si notas que cada vez la subida va a menos, no debes hacer nada. La fase de destete implica que la mujer vaya dejando también poco a poco esa sensación de que ya tiene leche de nuevo para ofrecer al bebé.
• Pide ayuda a la familia. Si es posible, siempre debes pedir ayuda de otros miembros de la familia. Si normalmente amamanta cuando te despiertas, intenta levantarte más temprano y pide a tu pareja u otra persona que sea él quien alimente al bebé con un poco de leche almacenada en un biberón. Si le ofreces el pecho al bebé, te costará más despegarle de este y provocarás que sigas teniendo subidas.
• Adelanta las sesiones de lactancia y ofrece «sustituciones» y «distracciones» durante el resto del día. Intente darle algo que ya pueda comer o una bebida a esa hora. O también, puedes llevar al bebé a su lugar favorito durante el período habitual de lactancia. Encuentra otras distracciones: leer, pasear por el parque, un juguete nuevo, caminar, cantar, etc.
• Reduce la duración de la lactancia o mira si acepta una lactancia retrasada . Dile al bebé que terminarás de amamantar cuando termines de cantar cierta canción. Contar hasta 20 también puede ayudar con la transición.
• Establece una nueva rutina para la comidas. Hasta ahora, tu bebé se ha acostumbrado a tomar el pecho a determinadas horas y con eso ya era feliz. Ahora debe alternar la lactancia con otros alimentos, de modo que puedes ofrecer la leche materna en un biberón por la mañana y sentar al bebé en su sillita (o sujetado por ti), mientras lo alimentas con sus primeras papillas, de modo que vaya acostumbrándose poco a poco a esa nueva manera de alimentarse.

  Estrategias de noche para el destete

El hábito de combinar la lactancia materna y el sueño nocturno puede ser más difícil para el bebé. A continuación, se ofrecen algunos consejos sobre hábitos vespertinos / nocturnos para promover el destete.

• Si tu bebé duerme en tu cama, es posible que desees considerar llevarlo a su cuna o con un hermano mayor . Sin embargo, si el bebé se resiste al cambio, es posible que necesite más lactancia para preservar su sensación de cercanía contigo.
• Permite que otro miembro de la familia te ayude y administre su rutina de sueño. Pídele a tu pareja que sea él quien duerma al bebé si se despierta en mitad de la noche llorando.
• Ofrece al bebé mimos, abrazos y música para reemplazar la lactancia nocturna o para fomentar la siesta.
• Si decides concentrarte en el destete nocturno, tienes que establecer una rutina para la hora de acostarse que no se centre en la lactancia. Un buen libro o dos eventualmente se volverán más importantes que una larga sesión de mama. El bebé puede aceptar descansar la cabeza sobre su pecho en lugar de amamantarlo.

  Cómo saber si un bebé está listo para el destete

Si el destete progresa demasiado rápido para el bebé, el bebé generalmente lo manifestará a través de su comportamiento. Las rabietas aumentarán, al igual que otras «conductas regresivas», como la ansiedad, el despertar nocturno, el miedo a la separación. Todos estos son posibles signos de que el destete está ocurriendo demasiado rápido para tu bebé. La enfermedad y la dentición también pueden interferir con el destete, por lo que es posible que debas tomar un descanso.

Por otro lado si se superan los seis meses del bebé y este sigue alimentándose del pecho de la madre es posible que este comience a entender el concepto de «dejar de amamantar», a través de todas las estrategias que vayas aplicando, de modo que de forma natural notarás como tal vez ya no pide tanto el pecho y prefiere comerse su papilla.

Por otro lado y aunque pueda sonar algo extraño, algunas madres dejan que el bebé elija una cita, que es un día específico, y lo llaman «día del destete», después del cual ya no amamantará. Otras madres organizan una «fiesta de destete» para el bebé con una familia que los apoya y amigos comprensivos. Quizás el bebé también reciba un «regalo de destete» especial.

Obviamente, estas técnicas no funcionan si el bebé es extremadamente resistente al destete, pero se sabe que muchas madres las han utilizado con éxito. Recuerda que el pequeño tendrá una necesidad continua de cercanía contigo, de modo que a pesar del destete no debes dejar de lado los mimos y abrazos.

Por último, el destete puede ser un momento difícil tanto para la madre como para el bebé. A menudo, la mamá puede tener muchos sentimientos negativos, como tristeza, ansiedad y desesperanza. Se recomienda la comunicación con otras madres para que se intercambien experiencias o, si persisten los problemas, con un especialista.