El color de las cacas de tu bebé y su significado
Velar por el bienestar de los hijos es lo que hacen todos los padres y eso pasa, entre otras muchas cosas, por estar atentos a su salud. De esta manera, cuando descubren que hay algo que no va como debería, apuestan por ponerse rápidamente en manos de profesionales médicos que puedan atajar la situación y hacer que los niños estén en perfecto estado.
Cuando los menores ya son capaces de hablar, pueden indicar a los adultos que no se encuentran bien. Sin embargo, el problema está cuando son bebés y no pueden decir lo que sienten o cómo se sienten. En ese caso, ¿qué hacer? Básicamente recurrir a determinados elementos para comprobar si les pasa algo o no, entre los cuales se encuentran las cacas.
Sí, lo has leído bien. Las cacas del niño son de gran ayuda para los papás de cara a que puedan descubrir si existe algún problema de salud. Y es que otorgan esa información a través, por ejemplo, del color que presentan.
Para que puedas estar informado al respecto sobre eso, a continuación te damos algunas pautas para que tengas la capacidad de saber qué indica cada color:
Cacas marrones
Como ya todos sabemos, las heces siempre suelen tener un color marrón. Por eso, si se observa que ese es el que poseen las del pequeño, no hay que temer nada, todo marcha como es debido.
Cacas blancas-amarillas
En algunas ocasiones, se puede comprobar que las necesidades fisiológicas del bebé dan como resultado unas cacas en tono blanco-amarillento. ¿Qué significa esto? Básicamente que el niño está tomando fármacos que contienen hidróxido de aluminio, para poder hacerle frente a alguna dolencia, o a que ha ingerido demasiados lácteos.
Cacas verdes
Cuando se descubra que las heces del pequeño son de este otro color que ahora nos ocupa, hay que tener en cuenta que puede ser debido a varias causas:
- Es habitual que durante las dos primeras semanas de vida sus cacas sean así debido a la leche materna que toma.
- Tiene diarrea.
- El pequeño ha cometido alimentos que son ricos en hierro como sería el caso de las espinacas.
Cacas rojas
Al igual que sucede en el caso anterior, cuando los padres se den cuenta que las cacas de su hijo tienen color rojo deben ser precavidos. Y es que hay distintos motivos que podrían explicar esa situación:
- La primera y que no requiere alarma ninguna es que ha podido comer productos de ciertos alimentos de ese citado tono como pueden ser el tomate, los arándanos o incluso bebidas también rojas.
- También hay que tener en consideración que la causa de esas heces rojas puede estar en que, por determinadas enfermedades o infecciones, está tomando algún fármaco que las propicie, como puede ser un jarabe de color rojo.
- La causa más preocupante puede estar en que es debido a sangre que procede de lo que sería la última parte del intestino.
Cacas negras
Ni que decir tiene que, del mismo modo, cuando las heces son negras hay que mantener la calma en un primer momento porque eso se puede deber a varias causas, tales como estas:
- El pequeño ha tomado regaliz.
- Ha procedido a comer algún alimento que contenía hierro.
- En los casos más graves, hay que exponer que las cacas son negras porque incluyen sangre que procede de lo que es el estómago.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos expuesto, es necesario que, al comprobar el color de las heces del menor, los padres primero mantengan la calma si ven que no son marrones. En ese caso, deberán darse cuenta de qué color tienen y de si hay una explicación lógica para que sea así. Si no la hay lo que se deberán hacer es acudir al hospital para que el niño pueda ser examinado y se establezca un diagnóstico acertado al respecto lo que supondrá además, según el caso, un tratamiento específico.
No obstante, se establece que hay que acudir al médico sí o sí cuando se den estas circunstancias:
- Hay demasiada sangre en las cacas.
- Tienen espuma o desprenden un olor realmente nauseabundo y muy fuerte.
- Se ha procedido a quitar de la alimentación del niño el producto que se consideraba que podía estar produciendo las heces en un color determinado pero, 72 horas después de haber realizado esa acción, siguen presentando el mismo aspecto.
- El pequeño tiene además fuertes vómitos, mareos y dolores contundentes en la zona abdominal.
- Las cacas poseen un color negro como el del alquitrán o son grasientas.
- Asimismo, también se recomienda acudir al hospital cuando al menor le han aparecido determinadas lesiones en la piel sin que haya hecho ningún daño y cuando está muy pálido.
Con toda esta información, cualquier padre estará preparado para poder afrontar un cambio de color en las cacas de su bebé y para actuar convenientemente si así se requiere.
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