¿Qué es el algodoncillo en bebés y cómo se cura?
La candidiasis bucal en los lactantes es provocada por un hongo que aunque no debe ser motivo de alarma, tiene que se tratado de forma adecuada.
Cuando notamos que los bebés tienen unas pequeñas manchitas blancas en la boca, muy parecidas a las aftas es muy posible que estemos ante un caso de algodoncillo que es el nombre por el que se conoce a la candidiasis bucal de los lactantes. Veamos entonces con más detalle qué es y cómo se produce el algodoncillo en bebés y cómo se cura.
¿Qué es el algodoncillo en bebés y cómo se cura?
Muchas son las dolencias que pueden sufrir los lactantes dado que su sistema inmunológico es todavía inestable o no está desarrollado. Una de las más comunes es el algodoncillo (debido al aspecto blanquecino de las heridas que provoca) o candidiasis bucal que se produce debido a la Candida albicans hongo que es también responsable de la candidiasis vaginal.
Los recién nacidos son fisiológicamente contaminados por Candida cuando pasan por el canal del parto ya que como hemos mencionado, tienen un sistema inmunológico inmaduro, son incapaces de contrarrestar su desarrollo.
Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de contraerla, ya que no han recibido un suministro suficiente de microbiota beneficiosa de la placenta materna.
Incluso los bebés que no son amamantados con frecuencia desarrollan algodoncillo porque carecen de esos preciosos Lactobacilos y Bifidobacterias que solo el calostro y la leche materna pueden suministrar; también son deficientes en lactoferrina, que tiene funciones inmunomoduladoras y antiinfecciosas, no presentes en la leche artificial u otros mamíferos (bovinos, ovinos).
¿Cuáles son los síntomas del algodoncillo?
El principal síntoma de esta dolencia es la aparición de una pátina blanquecina o puntos blanquecinos en la lengua, encías e interior de las mejillas que, a diferencia de los residuos de leche, no se eliminan fácilmente con un simple frotamiento; debajo de estas placas blancas se puede ver una mucosa fuertemente enrojecida que tiende a sangrar.
Además los bebés con algodoncillo pueden tener también boca seca e incluso la pérdida del sentido del gusto o que pierdan el apetito y muestren signos de dificultad a la hora de tratar.
En algunos casos se pueden producir episodios de fiebre, vómitos, tos y diarrea.
La candidiasis oral puede alcanzar fácilmente el intestino, las áreas genitales (irritación del pañal) y, si el sistema inmunológico está gravemente comprometido, también el esófago, el cerebro (dada la alta permeabilidad de la barrera hematoencefálica en los primeros meses de vida) o otros órganos del cuerpo.
Qué hacer para tratar el algodoncillo
En la mayoría de los casos, la candidiasis tiende a desaparecer por sí sola en unas pocas semanas pero es recomendable no descuidarla y buscar atención médica para evitar su propagación a otras partes del cuerpo.
En caso de candidiasis oral en lactantes o niños ya destetados, puede ser útil adoptar algunas medidas de comportamiento:
- Esterilizar regularmente las tetinas y los chupetes después de su uso
- Lavarnos bien las manos después de cambiar pañales y siempre antes de cada toma.
- Después de cada toma, limpiar la boca del bebé con una gasa esterilizada empapada en una solución de agua y bicarbonato, preparada agregando una cucharadita de bicarbonato de sodio a un vaso de agua hervida.
- Limpiar y secar perfectamente los pezones
- No descuides la higiene dental incluso en los niños
Alimentación para tratar el algodoncillo
Bajo supervisión médica, también es útil administrar probióticos a los recién nacidos. Estos microorganismos promueven un aumento de la población de lactobacilos y bifidobacterias que, contrarrestando el avance de la cándida, favorecen la digestión y estimulan las funciones del sistema inmunológico, aumentando la resistencia a las infecciones, mejorando también el estreñimiento y / o diarrea, y favoreciendo la absorción de nutrientes. .
Las cepas bacterianas a administrar deben estar incluidas en la lista elaborada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (lista QPS) que garantiza su eficacia gracias a la mucoadhesividad intestinal, el origen entérico de las cepas, su resistencia a los jugos gástricos y la inocuidad dada. por la incapacidad de transmitir resistencia a los antibióticos. Además de las cepas bacterianas, es útil administrar Saccharomyces boulardii, un antagonista beneficioso de Candida, capaz de promover la actividad antimicrobiana y antiviral de la mucosa intestinal y capaz de inhibir la migración de Candida desde sitios infectados a sitios sanos.
Los probióticos pueden ser tomados no solo por el recién nacido con aftas sino también por la madre durante la lactancia.
En los niños destetados, lo siguiente también puede ser útil:
- Adoptar una dieta baja en azúcar ya que cándida es golosa, por lo que hay que limitar dulces, cremas, caramelos, productos de pastelería, bebidas endulzadas pero también chocolate, frutas secas o frescas demasiado azucaradas (plátanos, uvas, higos, dátiles), patatas , arroz blanco, maíz dulce
- Limitar la ingesta de alimentos que contengan levadura, como pan blanco, productos con levadura o mohos como quesos fermentados.
- Evitar la comida preenvasada, la comida chatarra rica en colorantes, conservantes o sabores.
- Insertar en la dieta diaria cantidades modestas de ajo (alicina), coco (ácido caprílico), jugo de aloe vera (aloína y barbaloína) que ejercen una acción antifúngica de forma natural.
Incluir en la dieta alimentos ricos en fibra soluble como manzanas, peras, avena, achicoria, que favorecen la hidratación de la masa fecal y el peristaltismo intestinal.
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