Un abuelo le detecta un tumor a su nieto con una caricia

Un abuelo le detecta un tumor a su nieto con una caricia
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Sorprendente. Así es como nos resulta la noticia que hoy está copando las portadas de muchos medios de comunicación: un abuelo ha conseguido detectarle a su nieto un tumor a partir de una simple caricia. Sí, como lo estás leyendo. Un simple gesto de amor ha sido de utilidad para poder diagnosticarle a un niño una grave enfermedad como esa, de la que ya está siendo tratado y de la que parece haber salido adelante.

Los protagonistas

En Italia es donde viven quienes hoy se han convertido en foco de interés. Se trata de un abuelo y de su nieto (Ascanio Maria) que tiempo atrás vieron cómo sus vidas daban un giro radical y todo, como hemos mencionado, por una simple caricia.

Los hechos

Como venía siendo habitual, el pequeño y su abuelo pasaban mucho tiempo juntos. No obstante, un día todo cambió. Lo hizo cuando el mayor, mientras estaban jugando en el sofá, acarició la barriga del niño y se dio cuenta que algo no iba bien. Volvió a pasarle la mano por el vientre y certificó que tenía un bulto rugoso.

Por ese motivo, le comunicó a los papás del menor lo que había encontrado y estos decidieron llevarlo urgentemente al hospital para que fuera objeto de unas pruebas. El resultado de las mismas no pudo ser más demoledor: sufría nefroblastoma de Wilms, que es un cáncer abdominal.

La ecografía que se le realizó vino a dejar claro que el tumor tenía ya nueve centímetros en lo que era el riñón derecho y el izquierdo, aunque menos afectado, también estaba seriamente en peligro. En concreto, sufría nefroblastoma bilateral multicéntrico.

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Tratamiento

Como no podía ser de otra manera, el objetivo de los médicos desde el primer momento fue salvarle la vida a Ascanio, por lo que decidieron que la mejor opción era intervenirlo quirúrgicamente. Así lo hicieron para poder no sólo eliminar las zonas contaminadas sino también, y de modo más urgente, lo que era la parte superior del riñón derecho.

Después de esa primera operación, llegó otra en la que fue el riñón izquierdo el foco de trabajo de los doctores. Así, lograron recompactar las dos partes del mismo.

Esos fueron los primeros pasos de este tratamiento urgente que continuó en pro de la vida del pequeño. Así, el niño tuvo que hacerle frente a algo más de 40 sesiones de quimioterapia.

El presente y el futuro

Después de pasar por el quirófano en dos ocasiones y de hacerle frente al duro tratamiento de quimioterapia, este pequeño italiano sigue vivo afortunadamente, y todo gracias al descubrimiento de su abuelo, pues los médicos ya le expusieron a sus padres que si se le hubiera tardado en detectar el tumor unas semanas más, ya nada se podría haber hecho por salvarle.

En la actualidad este menor tiene 7 años de edad, cuenta con un día a día de lo más normal, no ha tenido que ser sometido a diálisis y posee únicamente lo que son dos partes de los riñones. No obstante, no se descarta que cuando crezca tenga que someterse a algún tipo de trasplante. Pero por ahora no es necesario, vive feliz y con una notable calidad de vida gracias a su querido abuelo.

Nefroblastoma de Wilms

Este niño es una de las personas que ha tenido que hacerle frente a ese cáncer abdominal que sufren los menores. Así se considera que es el más habitual que experimentan los pequeños durante la infancia y que afecta al riñón.

Se desconoce en la actualidad qué causa está grave enfermedad, aunque se considera que puede estar en relación con ciertas anomalías congénitas, tales como la llamada aniridia o la hemihipertrofia. Asimismo de dicha patología merece la pena conocer otra serie de datos de interés tales como estos:

  • Por regla general, suele aparecer en menores de 3 años. Sólo en casos muy concretos ha surgido después de que los niños cumplieran los 8 años de edad.

  • Es más habitual en gemelos y entre hermanos.

  • Entre los síntomas que vienen a dejar patente que existe ese tumor están los dolores abdominales, problemas de fiebre, cuadros de estreñimiento, una presión arterial alta, problemas de inapetencia, vómitos y náuseas, hinchazón del vientre, sensación de malestar general, un color de la orina absolutamente anormal.

  • Los niños que sufren este cáncer y que no tienen que hacerle frente a que este se ha diseminado cuentan con un 90% de probabilidad de curarse. Y de esto es un buen ejemplo el pequeño italiano Ascanio.

  • Los exámenes y pruebas que se realizan para poder diagnosticar con absoluta certeza este tumor son análisis de orina, radiografía abdominal, conteo sanguíneo, ecografía abdominal, una tomografía computarizada del abdomen o una pielografía intravenosa, entre otras.

  • La peor complicación que puede tener lugar es la de que el cáncer se vuelva mucho más grande y que alcance desde el cerebro hasta los pulmones.

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