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Situación crítica en 17 municipios de Mallorca por la escasez de agua y el exceso de consumo

El lavado de patios y coches tras las lluvias de barro y el llenado de piscinas ha disparado el consumo

En la comarca del Pla, Algaida, Montuïri, Porreres y Lloret ya tienen restricciones y otros siete pueblos las preparan

Banyalbufar, Artà, Estellencs, Bunyola y Esporles tienen limitado el consumo desde hace semanas

Escasez de agua Mallorca
Camión de agua para garantizar el suministro en pueblos de la Serra de Tramuntana.
Miquel Ángel Font

La falta de agua por la escasez de lluvias, unida a un aumento excesivo del consumo, ha provocado que al menos 17 municipios de Mallorca se encuentren en situación crítica y se hayan visto abocados a limitar el consumo.

Desde hace semanas ya hay restricciones en Banyalbufar, Artà, Estellencs, Bunyola y Esporles y estos días se han sumado cinco pueblos de la comarca del Pla de Mallorca, que ya han decretado limitaciones al consumo. Son Algaida, Montuïri, Porreres, Lloret y Santa Eugènia, donde el consumo se ha limitado a 150 litros por habitante y día.

En la comarca del Pla, aparte de los cuatro municipios con restricciones, los ayuntamientos de otros siete han publicado recomendaciones pidiendo limitar el uso, debido a la situación de sequía y el descenso de las reservas en los depósitos conjugado con un pico de consumo excesivo.

En Algaida, Montuïri, Porreres y Lloret de Vistalegre se ha establecido un consumo máximo de 150 litros diarios por persona. Junto a la escasez de agua en Mallorca por falta de lluvias está el aumento excesivo de la demanda se relaciona con el incremento de la población durante los últimos años y, de forma especial, como consecuencia de las lluvias de barro. La utilización de agua para lavar coches y terrazas ha disparado el consumo. Aparte está la actitud detectada de algunos propietarios de piscinas, que han optado por vaciarla y llenarla de nuevo tras las lluvias de barro. A todo ello, sumar el llenado de piscinas de plástico.

Las cuatro localidades del Pla en peor situación han limitado directamente el consumo, mientras que en otras siete se recomiendan medidas de contención. Con todo, en caso de que el consumo continúe disparado y las reservas bajen demasiado, esos ayuntamientos avisan a sus vecinos de que las recomendaciones pueden convertirse en restricciones.

En caso de que el caudal se vea en situación de riesgo, los ayuntamientos plantean bajadas de presión en la red o incluso cortar el suministro si se llega a un escenario crítico, comenzando por propiedades situadas en suelo rústico.

Los municipios piden contención en el uso de agua potable para rellenar piscinas, regar huertos y jardines, limpiar terrazas, coches y otros elementos y «evitar cualquier uso que sea prescindible, innecesario o superfluo».

Montuïri es uno de los municipios más afectados por la escasez de agua. Según ha explicado a Europa Press la alcaldesa, Paula Amengual, hace años que necesitan traer agua con camiones cisterna, pero en los últimos ejercicios el trasiego de vehículos se ha intensificado y ya es diario y constante.

«Si comparamos junio de este año con 2023 hay diferencia. La empresa que gestiona el agua nos ha dicho que el consumo en un par de meses se ha incrementado muchísimo y que la situación es crítica. Los datos de consumo son muy elevados», ha detallado la alcaldesa de Montuïri, que avisa: «Tenemos que echar el freno ya, porque si no, tendremos que cortar».

En este contexto, Amengual advierte de que, por las características de su depósito, en el caso de Montuïri no es posible aplicar una reducción de la presión como en otras localidades.

Porreres es otro de los municipios más castigados por la falta de lluvias, que, en combinación con un consumo «desorbitado» en los últimos días, ha llevado a adoptar estas medidas limitativas. La alcaldesa, Xisca Mora, ha aclarado que el viernes pasado el nivel del depósito bajó por debajo del 50%. Esto «no quiere decir que no haya agua, sino que el motor tiene que trabajar mucho más para poder propulsar el agua al pueblo».

Este año Porreres ya ha tenido que incorporar camiones cisterna de pozos privados para que el depósito municipal tenga un volumen suficiente. «Si se mantiene tan exagerado el consumo como la semana pasada no quedará otro remedio que bajar la presión», ha apuntado Mora, que también relaciona el pico con el llenado de piscinas de plástico.

En este sentido la alcaldesa de Porreres ha rechazado que esta situación se deba a pérdidas de la red: «Somos de los municipios que tenemos menos fugas de agua, se detectan al momento con controles digitales».

Por su parte, el alcalde de Costitx, Toni Salas, ha detallado que su situación de reservas no es tan crítica pero sí sufren incidencias por la presencia de nitratos, algo que también ocurre en otros municipios del Pla. En Costitx han planteado bajar la presión por la noche para disminuir la cantidad de agua perdida. En cualquier caso, Salas ha subrayado la importancia de concienciar a la población de que ahorrar en agua es «imprescindible»: «Tener caudal hoy no significa tenerlo dentro de un año».

Banyalbufar, Artà y Estellencs sin agua

Otros municipios afectados por la escasez de agua en Mallorca también han fijado límites al consumo de agua este año, como Banyalbufar, Artà o Estellencs; éste último prohibió ya en mayo el uso de agua potable para rellenar piscinas, regar huertos y jardines -especialmente césped y árboles- limpiar terrazas, coches y fachadas y cualquier uso estético, como fuentes ornamentales.

Estellencs estableció un límite de 100 litros por habitante al día y plaza turística, avisando de que el incumplimiento puede conllevar restricciones al suministro y el precinto del contador.

Artà también aprobó, en junio, prohibiciones para los núcleos de S’Estanyol, Montferrutx y Colònia de Sant Pere, con atribución de vigilancia a la Policía Local pudiendo sancionar en caso de incumplimiento. El pueblo suspendió además las autorizaciones y licencias para la construcción de piscinas, instalaciones o depósitos de agua con finalidades recreativas por un máximo de un año. Mientras, ha comenzado trabajos de perforación de un nuevo pozo en la Colònia.

En Esporles también preocupa la situación de prealerta por sequía y la semana pasada se reunían con el director general de Recursos Hídricos del Govern, Joan Calafat, dentro de actuaciones del plan de gestión sostenible del agua. En Bunyola, la zona rural del municipio está sin agua desde hace semanas.

Pérdidas en el campo por falta de agua

A principios de junio el Govern ya advirtió de que las reservas hídricas de Baleares estaban al 52% en mayo, con todo el archipiélago en situación de prealerta. Este 52% significa siete puntos porcentuales por debajo del mismo período de 2023, cuando las reservas se encontraban en el 59%. Esta situación refleja una necesidad de vigilancia continua y una gestión prudente de los recursos hídricos.

En términos de la evolución del índice, ocho de las diez Unidades de Demanda (UD) han registrado una disminución en sus reservas: Artà, Manacor-Felanitx, es Pla, Palma-Alcúdia, Tramuntana Nord, Tramuntana Sud, Ibiza y Formentera. Una UD se ha mantenido estable, Menorca, mientras que la UD de Migjorn ha experimentado un incremento en sus reservas.

Recientemente Asaja comunicaba que la producción de cereales y forrajes esperada para el año 2024 en Mallorca es de 48.953 toneladas, lo que representa una disminución de 69.764 toneladas, un 60% menos respecto a un año normal (que es de 118.717) y pérdidas de 12,5 millones de euros. Según el presidente de Asaja, Joan Company, las pérdidas económicas de este año respecto a un ejercicio estándar ascienden a 12.560.420 euros.

«La escasez de agua en Mallorca ha afectado gravemente a los rendimientos y, por tanto, a los ingresos de los agricultores», explicó Company

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