La sequía obliga a reducir la presión en el suministro de agua en once municipios del Pla de Mallorca

A pesar de las recomendaciones para ahorrar agua el consumo se ha disparado en los últimos días

La limpieza de patios y coches tras la lluvia de barro del pasado jueves ha provocado un alarmante aumento del consumo

Agua Pla de Mallorca
El pueblo de Porreres, en el centro de la comarca del Pla.
Miquel Ángel Font

Baleares se dispone a vivir un verano con restricciones en el suministro de agua debido a la falta de lluvias y el incremento incesante del consumo. Todas las islas se encuentran en situación de prealerta por sequía y algunos municipios ya han adoptado medidas extraordinarias para reducir el consumo. Once municipios de la comarca del Pla de Mallorca verán reducida la presión del suministro de agua a partir del 1 de julio.

Porreres se ha adelantado a esta medida y ya ha reducido la presión durante este fin de semana. La medida se ha adoptado tras el alarmante aumento del consumo que ha provocado la lluvia de barro del pasado jueves. La  utilización de mangueras para limpiar patios y coches  ha provocado un incremento muy acentuado del consumo. Ha sucedido esto cuando los depósitos ya se encontraban por debajo de la mitad de su capacidad.

El Ayuntamiento de Porreres ya había pedido a los vecinos que adoptaran medidas para reducir el consumo pero tras las lluvias de barro ha sucedido todo lo contrario.

En Santa Eugenia, el depósito también se sitúa por debajo de la mitad de su capacidad de reserva y el Consistorio ha pedido a los vecinos que utilicen escobas y otro medios alternativos a la manguera para limpiar el barro. Igualmente hay un grave déficit de agua en los municipios de Algaida y Montuïri.

Fuera de la comarca del Pla, ya son varios municipios los que han adoptado restricciones en el suministro de agua. En Bunyola se ha cortado el suministro en toda la zona rural, y lo mismo sucede desde hace semanas en Deià. También falta agua en Banyalbufar y Estellencs.

A principios de junio el Govern ya advirtió de que las reservas hídricas de Baleares estaban 52% en mayo, con todo el archipiélago en situación de prealerta. Este 52% significa siete puntos porcentuales por debajo del mismo período de 2023, cuando las reservas se encontraban en el 59%. Esta situación refleja una necesidad de vigilancia continua y una gestión prudente de los recursos hídricos.

En términos de la evolución del índice, ocho de las diez Unidades de Demanda (UD) han registrado una disminución en sus reservas: Artà, Manacor-Felanitx, es Pla, Palma-Alcúdia, Tramuntana Nord, Tramuntana Sud, Ibiza y Formentera. Una UD se ha mantenido estable, Menorca, mientras que la UD de Migjorn ha experimentado un incremento en sus reservas.

El 100% del territorio continúa en situación de prealerta, sin cambios de escenario previstos a corto plazo. La situación general de la demarcación es de 0,433, una cifra inferior a la del año pasado (0,512) y a la de hace dos años (0,535). En cuanto al porcentaje de reservas por isla, Mallorca ha bajado del 55% al 53%, Menorca del 52% al 51% e Ibiza del 37% al 36%.

La falta de agua está causado grandes pérdidas en el campo. Recientemente Asaja comunicaba que la producción de cereales y forrajes esperada para el año 2024 en Mallorca es de 48.953 toneladas, lo que representa una disminución de 69.764 toneladas, un 60% menos respecto a un año normal (que es de 118.717) y pérdidas de 12,5 millones de euros. Según el presidente de Asaja, Joan Company, las pérdidas económicas de este año respecto a un ejercicio estándar ascienden a 12.560.420 euros.

«La sequía ha afectado gravemente a los rendimientos y, por tanto, a los ingresos de los agricultores», explicó Company

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