Sigue el caos de las obras en el Paseo Marítimo de Palma: «Hay obreros por todos lados»
La parte del paseo más próxima al mar sigue en obras, con obreros y maquinaria por todas partes
Los comerciantes siguen preocupados por la eliminación de más de mil plazas de parking tras las obras


Los empresarios y restauradores siguen esperando con impaciencia el ansiado final de las obras del Paseo Marítimo de Palma que tanto daño les han causado y que pretenden convertir 3,5 kilómetros de primera línea en un espacio más bello y emblemático para la ciudad.
Sin embargo, la parte más cercana al mar sigue patas arriba, con obreros, vallas y maquinaria por todos lados que siguen molestando a los comerciantes. Todo esto a pesar de que, sobre el papel, el grueso de los trabajos finalizaron el pasado 16 de abril. Pero a pesar de la tardanza, los hosteleros se muestran optimistas con el resultado final del rediseño de esta privilegiada zona.
«Es obvio que va a quedar bonito pero todavía no está el resultado final porque queda mucha vegetación por plantar y hay operarios mires por donde mires», asegura el propietario del bar El Pincho, Max Dekov.
Y es que los planes de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) pasan por plantar en el nuevo Paseo Marítimo unos 1.820 nuevos árboles de 21 especies diferentes, además de 512 palmeras y diversa vegetación, aunque ese objetivo todavía está muy lejos de conseguirse.
Roberto, del restaurante Can Pelut, también cree que de cara al futuro «será un Paseo Marítimo espléndido», pero a la vez asegura que «sigue habiendo muchas cosas por terminar y ya llevamos muchos años de obras». Además, considera que para que el nuevo y remodelado paseo tenga un resultado final positivo, se tiene que invertir mucho en infraestructuras. «Para que la zona vuelva a tener vida hay que poder elevar la calidad», apunta.
Aparcamiento, el principal problema
Las quejas de los empresarios del Paseo Marítimo de Palma se centran especialmente en la alarmante falta de aparcamiento que hay en la zona tras las obras. Según los propios comerciantes, la APB ha eliminado más de mil plazas de parking. Un hecho que se traduce en menos clientela y más pérdidas económicas.
«Vemos como uno de los principales problemas el aparcamiento y lo peor es que no nos han dado ninguna solución», asegura el propietario de Can Pelut. «Por nuestra parte hemos planteado varias iniciativas a la APB como ampliar aparcamientos en la zona de mar, donde hay un terreno de más de 4.000 metros cuadrados que es susceptible de ser un aparcamiento, pero son cosas que están en estudio», explica Roberto.
Para Max Dekov, uno de los puntos negativos del Paseo Marítimo es «la cantidad de bicicletas y patinetes que circulan por las aceras». Según este restaurador, «de los tres camareros que tengo los han atropellado a todos. No hay ningún tipo de señalización ni de control».
Las terrazas
En cuanto al supuesto caos y excesos de las terrazas del nuevo Paseo Marítimo, Dekov considera que las quejas de los vecinos «no están fundamentadas porque no hay para tanto». «La noche provoca algún tipo de ruidos pero creo que las quejas son exageradas. Han quitado casi todas las discotecas de aquí. La intención es dejar el Paseo Marítimo muy tranquilo y trasladar toda la fiesta a los polígonos cosa que me parece fatal», denuncia.
Las polémicas obras están en la recta final, pero hasta ahora han sido más de dos años en los que esta zona de la ciudad ha estado totalmente patas arriba y con unos comerciantes que no han parado de sufrir pérdidas económicas de hasta más del 40% en los meses más duros de obras de los años 2023 y mediados de 2024.
Han sido dos veranos perdidos después de una terrible pandemia y por ello, son muchos los negocios que han estado con el agua al cuello por culpa de unos trabajos de reurbanización que se han demorado en el tiempo mucho más de lo esperado. Y es que la prolongación en el tiempo de estas obras ha provocado entre los establecimientos ruina, cierres, traspasos, descenso en la facturación y ERTE’s a muchos trabajadores.
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