San Valentín ha pasado de moda en Mallorca

Los restaurantes y las floristerías señalan que el descenso de clientes muestra que el día de los enamorados "ha perdido fuelle"

San Valentín: ¿por qué el día de los enamorados se celebra el 14 de febrero?

San Valentín Mallorca

Las asociaciones profesionales de restauración de Mallorca viven este 14 de febrero un San Valentín «descafeinado» ya que coinciden en señalar que la fiesta ha perdido «tirón» respecto a años anteriores y cada vez menos parejas salen a cenar por el día de los enamorados. «Parece que ha pasado de moda», ha comentado el presidente de Restauración Mallorca, Alfonso Robledo, en declaraciones a Europa Press. Las mismas impresiones ha transmitido el presidente de Pimem Restauración, César Amable, que ha apuntado que «las costumbres van cambiando».

Los restauradores convienen que, siendo 14 de febrero, las reservas son superiores a las de un martes cualquiera, y también que muchas parejas optan por trasladar la celebración y salir a cenar el fin de semana más cercano, en lugar de un día laborable.

Pero en cualquier caso, la actividad no es la misma que la que había unos años antes, y no lo achacan a la situación económica -aunque admiten que la inflación puede tener su influencia en la demanda- sino a una cuestión de costumbres sociales.

«Antes por el 14 de febrero estabas casi obligado a salir a cenar con tu pareja», ha razonado Robledo, que ha añadido que «desde 2018 ya había ido bajando» la demanda de cenas por el día de los enamorados.

Como recuerda, hace unos años las ofertas especiales por el día de los enamorados estaban mucho más generalizadas. «Era una noche muy importante para los restaurantes, ahora no vemos una gran subida. Ya no tiene tanta visibilidad, tanto tirón», ha incidido el presidente de Restauración Mallorca de la patronal Caeb.

En una línea similar, el presidente de los restauradores de Pimem comparte que aunque hay más reservas «que un martes normal» y son días «que se factura más», este «día especial» ha perdido fuelle entre las parejas.

«Los clientes pre pandemia no son lo mismo que antes», ha añadido César Amable, que ha aprovechado la ocasión para reivindicar el turismo gastronómico como herramienta para potenciar la restauración en Mallorca.

Las floristerías

Por otra parte, las floristerías de Palma han advertido que, para la campaña de San Valentín 2023, la rosa ha tenido «un encarecimiento muy preocupante», hasta un 44% más en comparación al año anterior, aunque la subida para el cliente se ha situado en el 28%, hasta los 4,5 euros por unidad. «No podemos subir los costes a los precios porque no somos un sector de primera necesidad y entendemos la situación actual», ha explicado este martes en declaraciones a Europa Press el director de Fronda Palma, David Vilamosa.

En la misma línea se ha expresado la floristería Flores Marga, que ha concretado que el precio de la rosa ha subido cerca de 50 céntimos por unidad, al tiempo que ha lamentado que la campaña de este año está siendo «más floja». «Se nota que está costando», ha afirmado.

Para este 14 de febrero, Fronda Palma tiene previsto vender 1.600 rosas rojas y entre 500 y 700 de otros colores. «No se han preparado más porque la tendencia de consumo en Baleares no es muy alegre, ya que venimos de una cuesta de enero importante con datos económicos de inflación preocupantes», ha manifestado Vilamosa, que también ha achacado este hecho a que San Valentín 2023 coincida en martes.

Preguntado por el tipo de flor más vendida, ha destacado que sigue predominando la rosa roja tradicional, seguida de los tulipanes, que se venden en paquetes por un precio de entre 8 y 12 euros. Las terceras más adquiridas son las orquídeas junto con los rosales que van en maceta, ha añadido el director de Fronda Palma.

En la misma línea lo ha aseverado Flores Marga, que ha insistido en que la «más típica» es la rosa roja, aunque también se venden multicolores o azules, siendo los tulipanes «más secundarios».

El día de San Valentín ha coincidido este año en martes, un hecho que, según los floristas, implica que la compra de flores se inicie especialmente por la tarde, cuando termina la jornada laboral o escolar.

«Si cae en lunes o en viernes, el cliente alarga al fin de semana la campaña, pero cuando es entre semana los horarios son más apretados», han dicho desde Fronda. Por tanto, «falta una parte importante del día que determina si la campaña va bien, regular o mal».

Además, el director del centro ha enfatizado que una mayoría «abrumadora» de los clientes son hombres, en torno a un 95%.

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